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Capturada (Ross W. Clarkson, 2019)

El misterio de esta película gira en torno a una cámara de fotos guiada por un psiquiatra que dejó atrás su profesión sanitaria para convertirse en fotógrafo artístico. Bien, pues con especial audacia este fotógrafo selecciona a una serie de chicas con cierta debilidad, para acompañarlas en su proceso emocional de autoconocimiento y crecimiento personal, víctimas todas de violencia de género en su matrimonio.

El proceso que emprende resulta ser bastante doloroso para ellas. Aquí, la cámara (tanto en forma de fotos como de vídeos) funciona como testigo de los golpes que simula propinarles para crear en ellas la sensación de fortaleza ante su maltratador. Sin embargo, extrañas circunstancias rodean a cada una de estas chicas, pues tras las sesiones fotográficas que lleva a cabo con ellas en espacios públicos abiertos y no tan abiertos, desaparecen misteriosamente de su entorno habitual. Formando parte después su imagen de exposiciones fotográficas publicitadas en marquesinas alrededor de la ciudad y acumulando denuncias por supuestas desapariciones o posibles asesinatos que inculpan a este fotógrafo. Además, tanto su proceder en la película como el lenguaje audiovisual más destacado, como son los planos y los colores que lo rodean, hacen pensar que esconde secretos que implican a la justicia.

Podemos encontrar un mensaje de valentía hacia estas mujeres maltratadas en esta película, pero este señor, encarnado por el actor Oliver Williams, no resulta ser un alma tan caritativa, pues hace creer a estas chicas que se encuentra solo porque su esposa se suicidó y realmente necesitaba su ayuda, pero estaba adentrado demasiado en su trabajo. De esta forma, se gana la confianza de las mujeres. Sin embargo, lo cierto es que asesinó a su esposa en un ataque de ira, cuando ella quiso el divorcio y se marchó a la cama. En una situación en la cual el psiquiatra se aprovechó de su poder para terminar con su vida en la oscuridad de su habitación. Esta información llega al espectador en forma de flash back hacia el final del filme, cuando una de las chicas, después de 6 meses, lo busca para agradecerle su ayuda y se muestra al espectador la realidad que rodeó a su pasado matrimonial.

Así pues, una de las técnicas más destacadas y repetitivas de esta película es el flash back, rodeado de oscuridad en la mayoría de casos y a través del cual se rebelan secretos de la vida de los personajes principales, así como del personaje principal que encarna el papel del fotógrafo. Vislumbrándose una mirada oscura y desafiante, pues no esconde humildad, ni inocencia o ingenuidad.

Una escena especialmente interesante se produce cuando la chica, encarnada por Sara Malukul, en pleno estado de embriaguez, sale una noche a pasear por las calles y un viandante intenta sobrepasarse con ella, tocándola de forma despectiva y forzándola a quitarse la ropa. No obstante, el fotógrafo aparece misteriosamente y lo agrede para que la deje en paz, diciéndole «ella es mía», es decir, un comentario que pone de manifiesto que la considera de su propiedad. Y esto puede inducir al espectador a pensar que esconde algo.

Finalmente, sombras, golpes, flash back y una cámara de fotos se dan cita en esta película cuyo objetivo es dar fuerza a hablar a las mujeres maltratadas para buscar ayuda, pero también un mensaje. Y es que no pongan su confianza en alguien que les pide desnudarse tan deliberadamente en una estación de tren, porque ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Si bien es cierto, la simbología del tren aquí representa el paso de la vida de las chicas, rodeado de violencia, dolor y depresión. Pero, el tono de la película hace pensar al espectador que el fotógrafo la va a lanzar a las vías del tren en cualquier momento de la sesión fotográfica, por sus gestos, sus miradas y la investigación paralela que la policía está llevando a cabo ante las misteriosas desapariciones.

Recordemos que la fotografía desempeña un papel importante en la sociedad, ya que se ha vuelto imprescindible tanto para la ciencia como para la industria y es utilizada en diferentes actividades humanas, como forma de materializar o congelar recuerdos, acontecimientos de la vida cotidiana, como momentos familiares, desastres naturales, conflictos bélicos, etc. Y aquí, se le otorga a la fotografía un poder curativo y de refuerzo, pero utilizada a manos de un maltratador que pretende afianzar un rol de poder sobre las mujeres.

Con todo, comparto el tráiler y os animo a ver la película.

El amor no prescribe (Oliver Dieckmann, 2020)

Un trasfondo amoroso y secretos familiares se vislumbran en esta película alemana que responde al título de «El amor no prescribe» (Oliver Dieckmann, 2020).

La protagonista se llama Maren y pretende abrir una escuela de surf en Bretaña junto a un compañero, pero antes se ve comprometida a acompañar a sus padres en sus bodas de plata. Unas bodas que realmente no tienen lugar en ningún momento a lo largo de la película, pues la narrativa gira en torno a conocer si su verdadadero padre (Adam, encarnado por Carl Achleitner) es quien su madre (encarnada por la actriz Ursula Buschhorn) dice ser, ya que entra en juego un pintor que tuvo un romance con su madre años atrás, pero fue acusado injustamente por su padre a la policía por falsificación de obras de arte, por lo que tuvo que huir y hacer arte bajo un pseudónimo. Esta información se dará a conocer hacia el final de la película, en un enfrentamiento de ambos hombres ante madre e hija. Lo cierto es que su padre nunca la ha tratado con respeto y jamás la ha dejado intervenir en el negocio familiar: un prestigioso hotel situado a las afueras de la ciudad, pese a que Maren comenzó los estudios en restauración y resulta evidente su amabilidad con los clientes a los que atiende a lo largo de la historia, su simpatía, su interés en que se sientan agusto durante su alojamiento. Sin embargo, su padre ha dejado el peso del mismo en su otra hija, quien no manifiesta ningún placer hacia este trabajo. En cambio, sí lo hace hacia el criadero de caballos al que acude a diario, escaqueándose con la excusa del médico, pero su padre la descubre y no termina de aceptar la decisión de su hija. No obstante, se da una situación en la que deberá ponerse codo con codo con su hija Maren en la cocina del hotel, pues recibirá la visita de una reputada crítica gastronómica. Aquí descubren que padre e hija pueden hacer cosas maravillosas a través de la colaboración y dejar a un lado las rencillas, los rencores, los problemas del pasado y darle la opción de opinar en distintas cuestiones del hotel.

Entretanto, Maren se reencuentra con un joven de quien estuvo enamorada durante el colegio, años atrás, y será quien le ayude a acercarse al ermitaño que vive en una casa amarilla, posiblemente su padre. El amor renace entre ambos, pero Sophie, la exnovia del muchacho, entra en escena, y se aloja en el hotel familiar con la intención de preparar un encuentro amoroso. La protagonista observa un feeling entre ambos y se retira, pero realmente el joven, que venía trabajando como director de un museo, quiere comenzar una nueva etapa de su vida en su compañía.

Lejos de la narrativa, este filme no destaca especialmente por un lenguaje audiovisual tremendamente trabajado, pero sí enamoran los paisajes naturales que se pueden contemplar a lo largo de la película: parajes naturales, casas amarillas escondidas… Las relaciones con la pintura y los amores que renacen tanto en la madre (que pedirá el divorcio a su esposo) como en la hija, ambas hacia personas que de una manera u otra se dedican al arte, la hacen una película entretenida para una noche de sábado. Una película que presenta a una protagonista, Maren, pero coral, pues no tendría sentido sin la presencia del resto de personajes que adoptan un papel importante en su vida.

De alguna manera esta película recuerda a «La casa amarilla» de Vincent Van Gogh, obra creada en 1888. Una obra que según algunas interpretaciones puede simbolizar un renacer, un volver a empezar, de cierta calidez que sabe a amarillo, y que se expresa en el óleo en la figura de la casa que el artista holandés alquiló en Francia. Un renacer que comienza ella misma (nueva persona en su vida y nuevo trabajo), su madre (inicia otra relación), su hermana (encuentra la suficiente fortaleza para manifestar interés hacia otro trabajo) y el joven (establece un nuevo destino donde ubicarse).

Sin más, haciendo honor al título de la película, tanto por parte de la madre como de la hija: su amor del pasado no prescribe. Así, os invito a verla, se encuentra en youtube.

Un saludo.

Adiós 2020

Hola amig@s, estamos a escasos días de terminar este fatídico año 2020 que nos ha hecho la vida cuadritos, se ha cargado algunos de nuestros planes y ha perjudicado un poco la salud. Un año que ha masacrado la inspiración, pues puede comprobarse que solo he sido capaz de publicar 4 entradas hasta el mes de marzo. Pido disculpas por ello, pero esperamos que el próximo 2021 nos traiga más experiencias bonitas y más ilusiones por las que luchar. Sin embargo, el número de visitas, como cada año, continúa en alza y haciéndome un poco más feliz, pues se salda con la cifra de 36.900, a una media de 3.000 visitas por mes. Para algunos significará poco, pero para mantener este sitio yo sola, me genera bastante alegría. Alcanzando un total de 239.835 (hasta el día de hoy, 27 de diciembre de 2020).

Si bien es cierto, este blog cumple 8 años, de trabajo, de esfuerzo, de restar tiempo de otros temas de mi vida personal para dedicarlas a analizar el noble arte de contar historias en sus distintos formatos, estilos de expresión y reflexiones. 8 años de vida que han visto posicionado su resultado en el nº 1 de Google en la búsqueda de «Análisis Audiovisual». Además, según las referencias este sitio ha sido referenciado en Wikipedia y en portales de centros educativos que ofrecen las enseñanzas de FP de imagen y sonido.

Desde luego, este blog se constituye como un proceso de aprendizaje. Un proceso marcado por el término de la licenciatura en Comunicación Audiovisual (2011) y mis ansias por reflexionar en torno al Cine que se vieron alimentadas con el desarrollo del Máster en Cinematografía (2013) y el Doctorado en Comunicación en la especialidad de Cine español y la Alfabetización Audiovisual (2017). He podido cometer algunos errores en este sitio y por ello pido disculpas, pero se trata de un trabajo cultural sometido a interpretaciones subjetivas y reflexivas que pueden chocar, en ocasiones, con las del público convencional. Un trabajo que procura hacerse de forma seria y rigurosa, pero con un poco de menos hierro formal al que utilizo en mis trabajos científicos académicos. Análisis que procuran ser pequeñas dosis de reflexión, no de verdades absolutas ni análisis de películas completos, porque no puedo dedicar 8 horas al día a ello, ya que este blog no me da de comer. Para ello ya estoy buscando trabajo desde hace bastantes años, compatibilizándolo con mi minijob de profesora ayudante 3h/semana.

Así pues, mis trabajos académicos este año han visto sus resultados en 1 publicación en la revista Historia y Comunicación Social, 4 aportaciones a congresos internacionales (Innovagogia 2020 y Nodos del conocimiento) y 4 capítulos de libro que se encuentran en proceso de maquetación y edición por distintas editoriales indexadas en SPI. Por cierto, mi libro «Cine español, infancia y memoria histórica. Propuesta didáctica» ha llegado a más de 160 librerías de España y algunas bibliotecas internacionales como las que cito a continuación: Universidad de Granada, Universidad de Sevilla, Casa Velázquez, Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Barcelona, Universidad del País Vasco, Université Toulouse Jean Jaurès, Université de Lille, Yale University, Columbia University, Library of Congress, Michigan State University, University of Illinois at Chicago Library, University of Tulsa y University of California (Worldcat).

En definitiva, un 2020 que nos ha hecho madurar en la forma de ver la vida, en detectar las amistades que realmente merecen la pena y ha reafirmado el valor de la familia para respondernos cuando atravesamos malos momentos. Un 2020 para decir adiós. La familia es la que nos toca, los amigos son los que elegimos, pero a determinadas personas de la familia y de los amig@s a veces también es bueno decirles adiós, porque dar aprecio para no recibirlo, no merece la pena. Y esto es otro detalle que me ha enseñado este 2020: «NO, ES NO», para distintos tipos de circunstancias.

Finalmente, doy las gracias a aquell@s visitantes que mantienen vivo este blog y les envío mis mejores deseos para el 2021, os espero en el nuevo año. De paso, os adjunto mis intervenciones en el último congreso en el cual tuve la oportunidad de presentar dos contribuciones. Estas fueron en la fase posterior del doble positivo por COVID-19, mi concentración y mi temperamento no eran muy enérgicos, pero las secuelas las sigo arrastrando un mes y medio después, demasiado fue lo que pude hacer.

Un saludo,

El enigma de Kaspar Hauser

El enigma de Kaspar Hauser es una película dirigida por Werner Herzog en 1974, que tiene como trasfondo una cueva y el miedo a la realidad.

El film presenta a un muchacho de 17 años que llega a una ciudad alemana en mayo de 1828, convirtiéndose en objeto de interés para toda la población. Este chico apenas sabe articular unas palabras para pronunciar su nombre y su fecha de nacimiento. Conforme avanza el tiempo aprende alemán y comienza a relatar su pasado. Pone de manifiesto que había estado desde los 3 años de edad recluido en una celda, donde le costaba ponerse en pie, y le suministraban alimentos durante las noches, mientras estaba durmiendo. En ocasiones, el agua funcionaba como sedante, con el que le inducían el sueño y al despertarse estaba totalmente aseado, sin haber sido consciente de ello.

Existen investigaciones que lo relacionan como hijo de Stéphanie de Bauharnais y Carlos II de Baden, o de una infidelidad de esta con Napoleón Bonaparte. El joven tenía recuerdos de su niñez en un palacio, antes de ser recluido en la celda. También existen estudios que indican que Napoleón y Kaspar tienen rasgos físicos parecidos, como barbillas y frente similares.Este joven porta una mirada inocente sobre el mundo, por tanto podemos observar cómo el miedo, la educación… nacen más bien como el resultado del aprendizaje a lo largo de la vida. Una consecuencia de las experiencias vividas.

Esta película puede ser interesante para visualizarse en asignaturas de enseñanzas obligatorias de ESO y Bachillerato. Por ejemplo, aspectos de la Historia o de la Filosofía, para tratar aspectos como el bien y el mal, que pueden ser algo obvio cuando se vive en una sociedad civilizada, pero cuando un ser humano es “secuestrado” y obligado a vivir en una cueva toda su vida por razones que desconoce, despertando en su interior miedo a la realidad, desconociendo qué es la ilusión… Por otro lado, podemos comparar también esta película con la alegoría de la caverna de Platón, al igual que El Show de Truman (Peter Weir, 1998). Este pensamiento trata de explicar una concepción de la realidad y del conocimiento: el interior de la caverna representa el mundo sensible, y por otro lado un mundo inteligible. Las opiniones forman parte de las sombras de la cueva y los seres luminosos encarnan los conocimientos verdaderos de la realidad exterior.

Lo que Platón nos describe en el mito de la caverna es el camino de los conceptos imprecisos hasta las verdaderas ideas que hay tras los fenómenos de la naturaleza. Los seres humanos que permanecen en el interior de la caverna representan a la mayoría de los seres humanos, satisfechos con sus vidas, unas vidas rodeadas de sombras, ocultaciones, secretismos.. El personaje liberado, regresa a liberar a sus compañeros, y simboliza al filósofo, cuyo objetivo es salvar a la sociedad de su ignorancia. De esta forma, esta alegoría se convierte en una imagen de la responsabilidad educativa del filósofo como figura enseñante en la vida.

Adjunto algunos fragmentos de esta película, os invito a verla entera y que expongáis vuestras impresiones en comentarios.

Un saludo amig@s.

Referencias bibliográficas:
http://educacion.uncomo.com/articulo/como-es-el-mito-de-la-caverna-15662.html
http://ficus.pntic.mec.es/~igop0009/selectividad/1platon/mito-caverna.htm
http://www.webdianoia.com/platon/textos/platon_caverna.htm

Comentario de Fuego Gris (Pablo César, 1993).

Hola amig@s, aquí vuelvo a las andadas a comentar una nueva película que he visto últimamente. Antes que nada, me gustaría decir que me estoy acercando al cine experimental e independiente argentino, he estado buscando documentación al respecto y he llegado a la película Fuego gris, dirigida por Pablo César en 1993 y estrenada en 1994.

Se trata de una película que no tiene diálogos y va presentando una serie de imágenes alegóricas, conjugadas con música de Luís Alberto Spinetta, quien compuso 17 canciones para este film, que cumplen un rol sensitivo y que toman como referencia el guion. Unos códigos sonoros y visuales que, en líneas generales, constituyen el eje de la trama. A juicio del director, este film presenta una estructura de recorrido/aventura entre el mundo subjetivo y objetivo, de manera similar a la que puede apreciarse en «Alicia en el País de las maravillas». Pero a decir verdad, mejor sería decir de horrores en lugar de maravillas. Y más adelante explicaré el porqué. Aunque, ante esta estructura, conviene aclarar que esta película no tiene como objetivo contar una historia tal cual la conocemos (inicio, nudo y desenlace en la estructura Occidental), por tanto, podría desvincularse, en cierta medida, del cine narrativo.

Este será el único texto que aparece en la película: “Estoy por comenzar un viaje interior. Me quedé sin palabras. La gente no habla. El suicidio de mi mejor amiga. La violencia de mi padre y la locura de mi madre. ¿Cuánto tiempo me llevará atravesar el túnel del Silencio?”.

No obstante, antes de destacar algunos elementos de esta película, os voy a acercar un poco a la sinopsis:

La protagonista (María Victoria D’Antonio) trabaja en una oficina donde los empleados se maltratan y luego conduce una moto por una carretera rodeada de violencia. Para profundizar en su personaje, se trata de una joven que fue violada por su padre cuando era una niña. Su madre también ha sido víctima de esta violencia intrafamiliar y el clima de crispación creado por su padre en el hogar se reveló tan insoportable que ha trastornado su mente. Después del suicidio de su amiga, la protagonista se ensimisma y se esconde en un mundo siniestro e inconsistente. Por un momento, logra salir al universo exterior con el fin de comprobar que la realidad es tan o más irracional que su universo subjetivo, cuando se encuentra en medio de una lluvia de sapos que caen sobre ella.

De manera que se encuentra alienada del mundo objetivo y de su entorno más cercano, y su bloqueo mental se hace evidente a lo largo de la película. Una noche pretende asistir al recital de Kakón el Griego, pero no puede entrar porque no quedan entradas. Forcejea, cae por una alcantarilla y comienza a correr por los túneles de la ciudad. Así pues, va percatando que ella misma ha creado los oscuros escenarios que recorre, decide restituir la situación y realizar una catarsis que la libere de los demonios internos. Paulatinamente, comienza a atravesar una serie de procesos psíquicos y simbólicos. Enfrentándose a los traumas de su infancia y los miedos que la han perseguido durante tanto tiempo para liberarse de sus cadenas psicológicas y alcanzar paz interior.

Bien, pues esto es lo que podemos extraer de la película desde el punto de vista informativo. Aunque, como dije anteriormente, este film no tenga como objetivo transmitir una narrativa clásica.

A continuación, voy a describir algunas situaciones que se presentan, porque, desde luego, no pasan desapercibidas, ya que tocan la fibra sensible de uno como ser humano. Si bien es cierto, soy una defensora del cine independiente, experimental, de autor… y todo aquel que se aleje de lo meramente comercial. No obstante, bajo mi punto de vista, las simbologías, imágenes, situaciones que se pueden apreciar en esta película resultan desagradables y turbias, causando aversión, rechazo y repulsa.

Algunas simbologías pueden interprestarse claramente, como la decoración del salón de su hogar, con animales feroces colgados de las paredes, una muestra de la violencia entre la que ha convivido y convive. Y perdida en los turbios pasillos del túnel, la joven llega a un salón rodeado de televisores y relojes, como signos del paso del tiempo y la manipulación social. En este espacio, se encuentra con el timón de un barco, que puede representar la conducción de su propia vida. Además, en otra estancia de este túnel subterráneo, un señor la guía hacia una asiento. Un señor un poco extraño, pues tiene una trompa como nariz, similar a la de un elefante, y tiene inyectadas unas gomas de plástico hacia una tubería de metal. Comienza a penetrarle por el cuerpo un líquido que desconocemos y este señor comienza a despedazarse, convirtiéndose en una figura de hielo, siendo la chica testigo de ello. Se le acerca y le aparta su cabeza congelada, tirándola al suelo. Otro señor entra en la estancia, con un puro entre los labios, intenta encender una cerilla, pero de su rostro brotan bultos misteriosamente, comenzando a rugir como un león y sorprendentemente, el salón, rodeado de libros, comienza a arder.

Como bien indiqué anteriormente un camino de horrores, pues se yuxtaponen el hielo, el fuego, criaturas o engendros extraños que salen de insólitos aparatos de goma o de metal, no sé definir bien el material, por la turbiedad de los espacios, experimentos extraños, mutaciones, sangre, erupciones volcánicas, bilis, vísceras, gomas de plástico que misteriosamente, brotan desde el fondo de la piel de algunos seres. Desde el punto de vista técnico, igual hay quien considere que los efectos especiales son “malos”, que no son creíbles…no lo sé. Desde luego, considero que el trabajo de montaje, edición y postproducción es admirable, porque no habrá sido fácil trabajar con imágenes de este tipo. En mi opinión, lo que esta película me ha movido es indescriptible, nada bueno, eso sí, pero induce a reflexionar sobre muchos detalles de la vida que aquí se representan. Como la violencia, la penumbra, el dolor y los bloqueos mentales que llevan a una parte de la sociedad al trastorno mental.

Para terminar, esta película se encuentra completa en Youtube, pero no recomiendo que comáis nada mientras tanto ni dos horas antes, porque se os van a mover los intestinos y los jugos gástricos. Y lo digo de verdad, no exagero. Podéis expresar vuestras impresiones enviando algún comentario.

Comparto el tráiler de esta película y, por favor, echen estómago si de verdad desean verla. No es fácil.

 

 

Kill Bill (Quentin Tarantino): Montaje y estilo de la postmodernidad.

Hola amig@s, en esta ocasión vuelvo para analizar un poco estos dos volúmenes de Kill Bill. La venganza es el germen de este film dirigido por Quentin Tarantino, que su primer y segundo volumen (2003 y 2004 respectivamente) están protagonizados por Uma Thurman (en su papel de novia) y David Carradine (que interpreta a Bill).

En líneas generales, en la primera parte encontramos a una mujer embarazada, que es disparada en la cabeza por sus antiguos camaradas del Escuadrón Asesino Víbora Letal, un grupo de asesinos que trabajan por venganza, manteniendo una guerra de bandas entre traficantes de drogas y asesinatos políticos.

Después de caer en coma durante cuatro largos años, percata de que ha perdido a su bebé y ha sido objeto de violaciones por parte de enfermeros del hospital. Como bien señala Sánchez (2004) es una mujer rodeada de disfraces, que emprende su salida del hospital y comienza una inminente venganza contra aquellos que formaron parte de la masacre llevada a cabo en el ensayo de su boda.

A lo largo del film, la protagonista tiene como objetivo la venganza de cinco individuos. Incluso viaja a Japón para vengarse de una de las miembros que ya se retiró para ser la líder de una asociación de criminales. Se enfrenta a esta banda de los yakuza mostrando las tradiciones de la lucha de los guerreros samurái en una gran batalla con katanas contra más de 50 individuos. Con su tradicional espada, secciona los miembros (piernas y brazos) a cada uno de los individuos del grupo. Secuestra a una mujer, abogada y amante de su víctima, y la acerca a un hospital para que le curen el brazo, transmitiéndole un mensaje de advertencia a sus enemigos, principalmente a Bill.

En la segunda parte, después de haber acabado con sus primeros obstáculos, intenta llegar hasta Bill, a quien encuentra con una niña pequeña, quien descubre que es su hija. Y practicará con él una tradicional técnica para reventarle el corazón y morir fulminantemente.

Con esta breve presentación de la sinopsis, a grandes rasgos, podríamos decir que parece un film narrativo, coherente y sencillo de comprender. La mayoría de filmes clásicos buscan ser coherentes con el orden de los hechos, pero el moderno permite la utilización de elipsis temporales (Cilia, 2015), como sucede en este caso, que está relatado con cierto desorden, en un montaje fraccionario de 10 capítulos, en varios de los cuales se llevan a cabo diferentes flash back y flash forward que traslada al espectador al pasado y al presente de la protagonista y a las diferentes circunstancias a las que se tiene que enfrentar en cada una de las situaciones en las que emprende su venganza. Montaje fraccionario que, aparte de la vida de Jackie Brown, presenta las problemáticas de otros de los personajes que forman parte del film en menor medida, como la pederastia, las violaciones, la prostitución, las familias desestructuradas, las drogas, etc.

Aunque no nos vamos a centrar en la música en esta entrada, creo que merece su importancia, pues se presenta una banda sonora que funciona como correlato a las imágenes en movimiento (Sánchez, 2004).

Este montaje desestructurado me hizo reflexionar acerca de lo que entendemos como cine clásico y cine postmoderno, pues este caso presenta una estructura narrativa no convencional. Aunando elementos que pertenecieron a ambos tipos de cine (Cilia, 2015).

Como concluye Cilia (2015) en este film lo moderno está presente no en lo referido a la narrativa, sino en la construcción de los personajes confusos y problemáticos, la utilización de elementos de la cultura pop norteamericana o los personajes extraídos del cine samurái, además de otros de los conflictos sociales procedentes del mundo contemporáneo. Ello da como resultado un film postmoderno, que surge como desencanto con las ideas modernistas, basado en el eclecticismo y mezcla las características de diferentes estilos ya creados, como mencionamos anteriormente la modernidad y lo clásico. Aunque ciertamente el relato presenta un tradicional inicio, nudo y desenlace.

Finalmente, como aportación más personal y subjetiva, una cuestión que me resultó de interés fue descubrir lo arraigada que está en las mentalidades occidentales la idea del cine narrativo, estructurado, clásico y tradicional. Alejándose de la comprensión de un espectador convencional el visionado de un film que concuerda con las características de la postmodernidad. En este sentido me gustaría comentar una anécdota, pues mis ojos no podían despegarse de la pantalla durante el desarrollo de esta película, no me podía llegar a creer lo que estaba viendo en cuanto a lo que se refiere a efectos especiales, esa forma de cortar miembros del cuerpo, brutal derrame de sangre a borbotones en diferentes espacios, la mente absolutamente despierta siguiendo los saltos temporales…, mientras mi madre, sentada a mi lado, no se enteraba de nada y en última instancia me expresó: “me voy ya, porque esto no hay quien lo entienda”. Aunque hay quien dice que “Lo que hoy se llama postmoderno, ese gusto por reexaminar técnicas del pasado, de alguna manera ha existido muchas veces en la humanidad, y en cine, en todo caso, siempre. Desde sus comienzos, el cine ha sido postmoderno, y lo sigue siendo» (Inurria, 1988). ¿O tal vez será cuestión de formación cultural? Dejo en vosotros la reflexión.

Un saludo y hasta la próxima.

 

Para un mayor conocimiento respecto a las características del estilo postmoderno, recomiendo la consulta de textos de Zavala y Molina Foix. Además os invito a ver la película en más de una ocasión, para verla desde diferentes perspectivas.

 

 

Cilia, R. (2015). La narrativa en Pulp Fiction y Kill Bill de Quentin Tarantino. Creación y Producción en Diseño y Comunicación, (Vol. XII), nº 71. Disponible en: http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_articulo=12204&id_libro=587

Inurría, A. L. (1988). Raúl Ruiz: «El cine es siempre postmoderno». El País [Lunes, 9 de mayo de 1988]. Disponible en: https://elpais.com/diario/1988/05/09/cultura/579132004_850215.html

Molina Foix, V. (1995). «El cine posmoderno: un nihilismo ilustrado». Historia General del Cine: El cine en la era audiovisual. Madrid: Cátedra.

Sánchez, S. (2004). Kill Bill. Volumen I. El cultural. Disponible en: http://www.elcultural.com/revista/cine/Kill-Bill-Volumen-I/9036

Zavala, L. (2005). Cine Clásico, Moderno y Posmoderno. Razón y Palabra (nº 46). Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n46/lzavala.html

Análisis: Douglas, guardián de Escocia (Sergio Boj, 2017).

La presente entrada realiza un pequeño análisis fílmico del cortometraje titulado “Douglas: guardián de Escocia” un cortometraje realizado entre las localidades de Teba (Málaga) y Loja (Granada). Es dirigido por Sergio Boj y fue proyectado este fin de semana en el municipio tebeño.

En principio hago una breve sinopsis del mencionado cortometraje: nos encontramos en el año 1330 y el rey de Escocia, Roberto I Bruce, ha encomendado a sus hombres de confianza una última misión, que no es otra que llevar su corazón embalsamado a Tierra Santa: Jerusalén. El elegido es James Douglas, uno de sus principales guerreros, quien se ganó su confianza con sus muchas victorias. En su trayecto, Douglas es informado sobre la guerra que el rey Alfonso XI lleva a cabo contra los musulmanes en España, y decide ayudarle. A pesar del parentesco entre el monarca español y el enemigo de los escoceses, el rey Eduardo de Inglaterra. Se conjugan aquí la traición, el sacrificio, la lealtad, el amor y la amistad. Por tanto, James Douglas se erige como un personaje clave en la historia de Escocia: como protagonista de este cortometraje ambientado en la Baja Edad Media.

Y adentrándonos en este particular estudio, es bien sabido que para llevar a cabo un análisis fílmico son necesarias bastantes visualizaciones de la producción y supone una actividad interminable, por la multitud de matices que se pueden tener en cuenta para su estudio. No obstante, el mini-análisis de este film supone un reto personal, ya que fueron unas notas mentales que obtuve simplemente con el visionado del mismo en una sola ocasión, allí mismo. Ante el bullicio de personas durante su proyección pública en un espacio exterior.

Voy a utilizar algunos de los parámetros de análisis que utilicé en el estudio empírico de los filmes de mi tesis doctoral, como son los aspectos morfológicos y sintácticos.

Entre los aspectos morfológicos destaco los códigos visuales: en principio encontramos que en la localización del Castillo de la Estrella (Teba) tiene un fuerte peso el material de la piedra, lo que puede ser relacionado tanto con la frialdad del individuo que ahí habita (Alfonso XI, encarnado por Adrián Vereda) a la hora de dirigirse a sus súbditos como con el contexto del conflicto bélico. Como códigos textuales,  se aprecia que el texto explicativo del hecho histórico presentado hacia el final del cortometraje se sucede de forma rápida y realmente no me da tiempo a leerlo por completo. Continuando con los códigos sonoros, como opinión personal decir que me gustó bastante este aspecto, especialmente en la escena presentada en la segunda mitad del film: me refiero a la escena en la cual un individuo toca la gaita junto al monolito dedicado a Sir James Douglas, ubicado en la Plaza de España del municipio tebeño. Y en el cual se inscribe un texto que narra la hazaña principal de este personaje escocés de nuestra historia. Igualmente de los códigos sonoros también se puede destacar que se da mayor protagonismo a los diálogos de los personajes que a la acción de los mismos. Lo que ofrece cierta información de su interior y conlleva un gran trabajo de preparación del guion por parte de los actores. Aparte de ello, decir que lo que destaca en los conflictos bélicos es la unión de los personajes que intervienen en los mismos y ello se pone de relevancia a través de la expresión: “siempre unidos”, que reiteran varios personajes en numerosas ocasiones.

Por otro lado, sigo con los aspectos sintácticos: la movilidad: observo que se conjuga la estaticidad con tomas realizadas con cámara en mano, pues la inestabilidad en el pulso se hace evidente en varias ocasiones. Y ambos se yuxtaponen tanto en los planos más cerrados como en los planos más abiertos. Planos cerrados que, tradicionalmente, vienen siendo conocidos porque nos introducen en los sentimientos y las emociones de los personajes. Insistiendo en la movilidad de la cámara, observo también leves movimientos en forma de travelling hacia arriba y otros laterales. A través de los cuales se describen los espacios exteriores, donde los individuos mantienen una serie de trifulcas y posteriormente yacen en masa, rodeados de sangre, en el suelo del espacio campal. En cuanto a la planificación, se intercalan planos cortos y planos largos a través de un montaje por corte en la misma escena. Algunos de estos planos presentan a los personajes en una situación plana (el individuo y la pared tras de sí) y otros planos muestran una descripción del lugar en el cual se sitúa. Es decir que se trata de planos más abiertos que muestran la profundidad de un espacio. Aquí me refiero, por ejemplo, a la escena presentada en el espacio del comedor del castillo, donde se localiza una mesa larga alrededor de la cual dos personajes se sientan, separados por el tamaño de la misma. Lo que denota cierta frialdad o desapego en su relación. Aparte de ello, como forma de hilvanar el relato, observo que la unión de las secuencias se lleva a cabo a través de un montaje en el que predominan los fundidos encadenados. En este sentido, se presentan también una serie de acciones en forma de flashes, pero no queda lo suficientemente claro si se trata de flash back (pasado) o si forman parte de una acción paralela (montaje en paralelo).

En general, y ya como juicio de valor, destaco las interpretaciones de los actores, la elaboración de los planos, construyéndose con especial cuidado, pues ocultan multitud de detalles, con estilo similar al de Eduardo Chapero Jackson en su cortometraje titulado “Contracuerpo”. El trabajo de vestuario, atrezzo y ambientación son interesantes. Aunque, desde el punto de vista de la producción, no llega al nivel de Braveheart (Mel Gibson), el conjunto del equipo hace un esfuerzo por acercarse a ella. Además de a la cultura y a la historia que une a la localidad tebeña con Escocia, a través de su visión histórica.

No olvidemos que el pasado y el presente se conjugan en esta construcción cinematográfica: pueden haber tenido un libro de historia delante, pero lo cierto es que se transforma un hecho histórico y se extrae de su contexto de partida: siglo XIV, para aportar algún valor, tema o matiz actual. Como es el individuo que toca la gaita ante el monolito ubicado en la Plaza de España y tras de sí el nombre de un negocio de hostelería se puede leer perfectamente.

Esta transformación sucede no solo en este film, sino en todas las producciones cinematográficas que recrean un contexto pasado, pues presentan una visión subjetiva. Por más veraz y auténtica que nos parezca la recreación de un hecho histórico, la historia es la historia y el cine es el cine, no es la historia. Aunque se utilice el medio fílmico para la recreación de hechos acaecidos en nuestra historia. Aclarar que un guionista es un individuo ubicado en un espacio y tiempo concretos, que de una forma u otra, tal vez inconscientemente, sus particularidades personales le pueden influir en la construcción de los personajes de su película.

Sobre las relaciones entre el cine y la historia se pueden leer las aportaciones de autores como Pierre Sorlin (1991), profesor en las universidades de Oxford y Nueva York y Josep María Caparrós Lera (2013) profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Sin más, volveré a ver este cortometraje en otra ocasión para tomar nota de otros aspectos de interés en su realización, porque se trata de un film interesante. Seguramente si nuestro país apoyase más al cine español, esta obra se podría transformar en un largometraje relevante, porque los actores muestran un gran talento en la interpretación. Os invito a verlo, aunque todavía no sé dónde se puede obtener.  Si tengo mayor información os lo indicaré por aquí.

Finalmente adjunto el enlace del teaser de este cortometraje:

 

 

 

 

Y el enlace a la página web donde pueden obtener mayor información de los personajes y otras cuestiones relevantes:

https://www.jamesdouglasmovie.com/

 

Un saludo amig@s.

Inspiración para matar (Michael Feifer, 2016).

Inspiración para matar es un film de nacionalidad estadounidense dirigido por Michael Feifer en 2016 en género de thriller psicológico.

Kara (Karissa Lee Staples) es una joven que se traslada a la ciudad de Los Ángeles para comenzar una nueva etapa de su vida. Aquí comienza a trabajar en una cafetería y a la par va a realizar un curso para perfeccionar su escritura, impartido por un importante profesor que le propone relaciones a cambio de ofrecerle colaboración para su próxima novela. En su lugar de trabajo, Kara encuentra una tablet y, al abrirla, descubre que pertenece a un hombre llamado Paul Reese (Antonio Sabato Jr.), un escritor de novelas de misterio. Ambos se conocerán y mantendrán una relación amorosa. Se conforman como un tándem, pues los deseos que siente y que ella lleva a las hojas de su libro, él los materializa con sus actos, pero nadie de su alrededor consigue ponerle rostro a este desconocido, pues se niega a que le presente a sus compañeros de trabajo, su arrendadora… y permanece así en la sombra para su entorno cercano.

Extrañada, Kara descubre que su profesor aparece fallecido por envenenamiento y también su jefe de la cafetería por despedirla, además de la señora que le alquiló la habitación. Sus hipótesis y coartadas apuntan a Paul como autor de los crímenes, como consecuencia posiblemente de sus celos, además de su intención de no compartirla, sino tenerla para él solo. Tras acudir a la policía, nuestra protagonista confiesa que los crímenes fueron cometidos por Paul Reese, aunque en su base de datos éste no es encontrado, realmente no existe. La joven acude a la mansión donde mantenían sus encuentros secretos y este individuo le confiesa que su alrededor no le puso rostro, no existe en realidad: los crímenes los llevó a cabo ella, como forma de inspiración para escribir, pero interiormente no lo admite. Y ello se nos da a conocer en un momento que nos suscita confusión, pues un cúmulo de dudas nos acechan: ¿quién se escondió en su habitación para no ser descubierto?, ¿quién llegó herido a su casa a altas horas de la madrugada, huyendo de un altercado callejero?, ¿en casa de quién ha estado manteniendo los encuentros amorosos?, ¿fue real la persona que le apareció en la pantalla de la tablet?

Finalmente, resulta significativo que su compañero de trabajo intenta ayudarla a comenzar una nueva vida y entre las cajas de la mudanza encuentra una Tablet en la que reproduce un vídeo: Kara se presenta y habla consigo misma a través de la pantalla, como si se tratase de dos personajes distintos, de forma similar a como se nos presentó que conoció al supuesto famoso escritor. Conectando estas cuestiones podemos pensar que fue ella misma quien lo tejió como un plan para engañar al espectador de primera mano, quizás de forma premeditada o posiblemente como trastorno psicológico, lo que respondería a no admitir o no tener conocimiento realmente de lo que ha llevado a cabo.

De este film resulta interesante la iluminación dura, que oculta el rostro de la protagonista y de forma simbólica también la faz del personaje con el cual mantiene los encuentros amorosos. De igual forma, podemos destacar la información que se nos rebela y nos perturba a la par, pues no hemos tenido conocimiento de la misma, al producirse lejos de la narrativa principal y maquillarse con la extrañeza y preocupación evidente de Kara. Incluso, a nivel textual las iniciales inscritas en la novela de quien creíamos el famoso escritor Paul K. Reese coinciden con su propio nombre y apellidos: P. Kara Reese. Como posible trastorno, la actriz principal hace un interesante papel, pues efectivamente resulta creíble su comportamiento de víctima. E incluso aparenta cierto rol de mujer inmersa en una relación enferma, rodeada de secretismo y celos. En cierta medida, también podemos entender su papel como el de una chica utilizada por su pareja como cebo para deshacerse de su alrededor y probablemente el prototipo de hombre maltratador.

En definitiva, os invito a ver esta película y que reflexionéis sobre los detalles que he podido extraer en este mini análisis.

 

 

Scarecrow: la reencarnación del espantapájaros

Hola amigos, a punto de terminar el año y antes de comenzar esta entrada me gustaría desear unas felices fiestas y que el próximo año os traiga felicidad y aprendizaje en todos los sentidos a aquellas personas que me siguen, así como agradecerles su visita a mi blog. Pese a que no puedo escribir a diario por las circunstancias que me rodean y mi dedicación total a la tesis doctoral, y que ya entregaré en el mes de enero.

 

Pues bien, el otro día antes de comenzar a preparar las cosas para Nochebuena me encontré una película inquietante en televisión y no es otra que Scarecrow (Emmanuel Itier, 2002) y voy a exponer un poco su argumento:

 

Lester (Tim Young) es un joven maltratado por sus compañeros en el instituto con motivo de su apariencia física y además tiene una vida familiar complicada. Entre insultos, principalmente “espantapájaros”, conoce a una chica que lo defiende y con la que comienza una amistad: Judy (Tiffany Shepis), hija del sheriff de la localidad. Pero la historia presenta un giro dramático en sus acontecimientos cuando la descubre besándose con un chaval. Cabreado, nuestro protagonista llega a la caravana en la que habita con su madre y la encuentra en el acto con un señor con rasgos chulescos, con el que mantendrá una trifulca y llegarán a un campo donde lo asesinará, pero manipula la escena con intenciones de que parezca un suicidio: lo cuelga en una cruz ubicada en mitad del campo de maíz. Durante esta escena, mientras el chaval agoniza, su mirada se cruza con los ojos del espantapájaros.

 

La rutina de todos continúa de forma normal, pero más adelante, inesperadamente el joven se reencarna en ese espantapájaros y aparecerá en la vida de cada uno de los muchachos que lo maltrató o marginó de alguna manera. Incluso en la vida de su maestra por no haberlo tratado correctamente o su propia madre, por haber sido cómplice de su asesinato y no haber acudido a su funeral. Sembrando el pánico y casi la psicosis en la localidad, los fulminará a todos principalmente con una azada: con un toque mueren de forma sanguinaria.

 

Tras cada uno de los asesinatos se irá ocultando en el campo. No obstante, el dueño del mismo encontrará extraño que el “muñeco” aparezca con restos de sangre en las zonas de las manos, pero lo relacionará con los jóvenes que se reúnen cerca del mismo para jugar o contar historias. Con todo, la última de sus víctimas será Judy y acudirá a su casa. Aunque su padre, el mencionado sheriff asociará el mito de la reencarnación e irá a avisar a su hija. Pero ésta ya estará enfrentándose de múltiples formas con la aterradora criatura, hasta que termina rodeándola de gasolina y prendiéndole fuego. A pesar de todo, y pido perdón por contar el final de la película, pero es trascendental para la reflexión: observamos que este extraño ser se disuelve entre el fuego, pero a través de un corte, nos trasladamos a la escena en la que los jóvenes parecen haber sido quienes han relatado la leyenda y un espantapájaros de las mismas características que el anterior, por no decir que casi se puede tratar del mismo, aparece y de forma implícita entendemos que terminará con la vida de los mismos.

 

Realmente la estructura de la película parece desconcertante. Pues se producen una serie de cortes que no entendemos muy bien la relación que guardan con la escena anterior y con el propio protagonista, así que encuentro que fallaría un poco la continuidad, o tal vez se pueda deber a que el film nos ponga en antecedente respecto a la situación en la que se va a encontrar nuestro protagonista en la siguiente escena, pero algunas situaciones resultan un poco confusas. Aunque ciertamente logra captar la atención, incluso por la inquietud que suscita el hecho de conocer la cara que se les quedará a los jóvenes que lo humillaron cuando se encuentren a esa figur que representa su reencarnación.

 

Incluso hay escenas que se desarrollan de forma muy lenta, como es la agonía del personaje protagonista, cuya mirada y la del espantapájaros se entrecruzan en un montaje en paralelo o bien los momentos en los que Lester pinta sus dibujos y no los vemos hasta el final, suscitando la pregunta ¿qué estará dibujando de esa forma? Lo que le puede suponer una forma de expresión de la rabia interna que siente hacia su exterior.

 

Además, en lo que a códigos textuales se refiere, tampoco se nos informa, al menos a simple vista, no sé si se me ha podido pasar el dato, el tiempo que transcurre desde que el chaval pierde la vida hasta que aparece en la de los jóvenes. Pues se puede deber a la conciencia de los participantes en su humillación, quienes lo denominaban de forma despectiva «espantapájaros» o incluso a algo sobrenatural que le devuelva a la vida para emprender su venganza, como sucedería en otros filmes como Halloween (John Carpenter, 1978).

 

Finalmente podríamos reflexionar sobre las siguientes cuestiones:

 

¿Cómo puede la joven destruir una criatura que ya está muerta?

¿Se tratará de la conciencia del conjunto de los jóvenes que hicieron su bandera del insulto al “débil”?

En este sentido ¿cómo se puede asesinar físicamente si se está muerto? En todo caso, podría deberse a una cuestión más relacionada con la intranquilidad que persigue sus conciencias.

¿Contamos con suficientes indicios como para afirmar que se trata de unos hechos verdaderos en la propia ficción cinematográfica o forma parte de una leyenda? Ciertamente lo sobrenatural toma vida en este film.

Pero si es una leyenda, ¿por qué se presenta el espantapájaros ante los chavales que parecen relatar la historia junto a la cruz del campo de maíz?

 

Dejo la puerta abierta a sus reflexiones y adjunto el tráiler de la película para invitaros a verla, aunque realmente estamos en unas fechas que no acompañan a estas temáticas tan aterradoras:

 

 

 

 

Además, tal como se cita en los textos de los créditos se aprecia la influencia de Dario Argento. Aunque Mario Bava es catalogado como el creador del cine Giallo, Argento fue quien popularizó este subgénero y lo expandió fuera de Italia, además de su influencia a películas de terror y slashers que vamos a pasar a explicar someramente a continuación.

 

El cine giallo es un subgénero cinematográfico de origen italiano, procedente del thriller y del género de terror, que tuvo fuerza durante la década de los 70. Su nombre (amarillo en italiano) toma como referencia el color de las cubiertas de algunas novelas policíacas que fueron editadas en la década de los años 30 en Italia. En cuanto a su estilo, el giallo se diferencia del thriller policiaco habitual por su tendencia a abusar de clichés psicoanalíticos y otorgar más importancia a lo puramente formal que a la coherencia de la trama, concediendo más consistencia a la parte visual. Otra característica de este género es una tendencia a recrearse en la violencia principalmente explícita. Así pues, mientras que el thriller centra su atención en la búsqueda e identificación del asesino, el giallo lo hace hacia el crimen, presentado en largas secuencias. Sumado a la tendencia de dotar a sus asesinos de ciertas características casi sobrenaturales, como una fuerza mucho mayor a la razonable: en este caso, podemos apreciar que un chaval aparentemente indefenso y débil ha sido capaz de perpetrar los crímenes más horripilantes de la localidad e incluso la capacidad de entrar, actuar y escapar de los espacios de sus crímenes con absoluto sigilo.

 

En cambio, en lo que al slasher se refiere es otro subgénero del cine de terror. El término slasher es un anglicismo derivado de “slash” (cuchillada en inglés). El elemento principal es el asesino, guiado por la sed de venganza hacia quienes le provocaron una humillación. Llevan a cabo sus asesinatos de manera rápida, provocadas principalmente con armas punzantes: cuchillos, machetes o hachas. El asesino cubre su rostro. Precisamente en este caso, el asesino va cubierto con un disfraz de espantapájaros, pues es la figura en la que se ha reencarnado o resucitado. En otro sentido, este tipo de filmes han sido criticados por mezclar el sexo con la violencia, al incluir escenas eróticas entre los asesinatos. Y es lo que podemos apreciar durante la escena que provoca el asesinato de Lester a manos de la pareja de su madre; e incluso en un momento más suave, cuando una joven besa a su novio por la calle, quien precisamente humilló a Lester en algún momento y aparece para romper su momento romántico y terminar con la vida de su pareja ante de sus ojos, para desaparecer como por arte de magia.

 

Y, hasta aquí me despido amigos. Un saludo.

 

La monja (Luís de la Madrid, 2005)

Para esta entrada presento esta película española dirigida por Luís de La Madrid en el año 2005.

En esta historia tenemos a una joven que viaja a Barcelona junto a unos amigos para descubrir la identidad de una monja que asesinó a su madre, que se educó en un internado religioso, bajo los preceptos del sacrificio y el dolor para conseguir el perdón de los pecados. Aunque, más adelante descubrimos que su madre y unas compañeras, que ahora merodean por el internado, asesinaron a la monja y la ahogaron en el estanque de agua bendita.

Por tanto, este elemento de la naturaleza adquiere especial relevancia en la trama con la que nos encontramos, porque aquí el espíritu de la religiosa se genera a través del agua y viene del más allá para terminar con la vida de las adultas, tal como éstas hicieron con ella cuando eran jóvenes, para que rediman sus pecados a través del sufrimiento, de la misma forma en que murieron las Santas Hermanas católicas que llevaron su nombre de las que descubren unas pinturas en un pasillo (Santa Juana, Santa María…), una ahorcada, otra degollada, otra quemada… y paso a paso vamos viendo que, a manos del espíritu, así mueren o han ido muriendo las antiguas compañeras de colegio.

No podemos ignorar que, aunque esta joven no presenció el asesinato de la hermana religiosa porque no había nacido, fue engendrada como fruto del pecado en una relación prohibida entre su madre y el sacerdote que la confesaba. Así que, como se encontraba presente en forma de cigoto, puede ver el espíritu de la monja, que viene también por ella, ya que, la historia se repite: se ha enamorado del estudiante de sacerdocio que los ayudó a llegar al internado.

Como dije anteriormente, aquí el agua adquiere especial relevancia por su simbolismo, ya que devuelve a la monja la existencia espiritual para emprender su venganza (recordemos que fue ahogada en el agua bendita, y cobró vida cuando el estanque fue abierto con la intención de convertir el centro en balneario) al mismo tiempo que, hundida en este elemento de la naturaleza, termina con la vida de la joven.

Finalmente, en palabras de María Cátedra Tomás, de la Universidad Complutense de Madrid: el agua es algo sagrado, político, industrial, científico, sanitario, económico, relacionado con la ecología, con los placeres y sentidos del cuerpo, con las ideas, los valores, las metáforas.

Y, con el poder del agua para unir al hombre, la naturaleza y la cultura de un modo indisoluble, me despido, no sin antes invitaros a ver esta película facilitando el tráiler.

 

 

No-Do (Elio Quiroga, 2008)

Este post se comenta la película española que lleva por título No-Do, dirigida por Elio Quiroga. Una historia interesante, que nos lleva al presente de una familia que llega a una casa que alquilan unos sacerdotes. Pero, una casa que nos lleva al pasado franquista, en aquellos años en los cuales se filmaban los Noticiarios Documentales, también llamados No-Do.

En esta mansión, siguen presentes unos fantasmas del pasado, tanto adultos como niños, quienes conjuntamente rezan el Padrenuestro, mientras el sacerdote reza y graba el sonido de la situación. Pero, al mismo tiempo, se entrecruzan las vidas de tres familias: el matrimonio que se muda junto a su bebé; una anciana, que despierta después de años, cuyo marido murió en esa casa tras la filmación de aquellos noticiarios y acude a esta vivienda a ofrecer información a sus nuevos inquilinos para que se marchen de ahí; y a la que finalmente acude el sacerdote-psiquiatra como mártir, con el objetivo de «limpiar» los malos espíritus, o mejor llamado «el tercer supuesto» de los milagros. Si bien, este tercer supuesto, esa presencia a la que se refieren para manifestar con sangre en la pared, que «la señora es mala», viene de la mano de la hija muerta del matrimonio, que falleció hace 10 años, y ahora viene a buscarla, en forma de ese «tercer supuesto», pero solo se enfrenta a ella el religioso, los demás salen del lugar.

Esta película presenta escenas escalofriantes, claroscuros significativos y elipsis temporales a traves de los cuales el espectador puede comprender con claridad lo que está ocurriendo en esta vivienda.

Comparto el tráiler de la película, animo a verla por el poder que alberga la casa, que une un pasado, un presente y la vida de varias familias.

 

 

 

Especial Hitchcock (Sacha Gervasi 2012)

Película homenaje a Alfred Hitchcock, encarnado por Anthony Hopkins y Helen Mirren, como Alma, la que fue su asistente de dirección y esposa. Al igual que la entrada anterior, descubrí la película mientras hacía zapping en televisión, esta vez en Telecinco, parece que el cine es tomado en serio últimamente por las televisiones públicas y privadas.
En este caso tenemos la increíble mente de Hitchcock, al menos en mi opinión lo considero un grande, por esa forma de transmitirnos y contarnos las historias, por sus avances en la técnica cinematográfica. En esta película se observa lo que hay detrás de una producción cinematográfica, las pesquisas que deben hacer los directores para conseguir distribuir sus películas, junto a las normativas legales que deben seguir, ya que, en estos años, no estaba permitido la mostración explícita ante la cámara de una serie de elementos y situaciones, como la mostración por ejemplo de un plano del retrete, al no considerarlo serio ni relevante para una producción americana. Y otros planos detalle que podemos apreciar en esta escena son la cortina, la salida del agua de la bañera…
El cine es un medio para contar historias, pero además ofrece la posibilidad de reflexionar sobre cuestiones del propio fenómeno, su proceso de creación, actores, la influencia en sus espectadores… Se nos presenta el cine dentro del cine, lo que Gérard Genette denomina una forma de transtextualidad (intertextualidad, metatextualidad…), en este caso concreto, se nos presenta la metatextualidad, ya que abarca alusiones, reflexiones, guiños, citaciones de un texto pasado, como fue el desarrollo de la película Psicosis (1960), en este texto presente y finalmente, un detalle gracioso lo vemos al terminar, cuando el protagonista se dirige a nosotros para manifestarnos que próximamente presentará nuevas producciones y un pájaro negro se le coloca en el hombro, lo que nos recuerda a su otra película Los pájaros (1963) (de la que hablo en otra entrada).
Se nos presenta los cambios que sus creadores fueron llevando a cabo para transformar esta gran película como es Psicosis, en la que en un principio no se introduce música en una serie de escenas, como es la del asesinato de la bañera, pero tras la decisión de introducir música off, provoca en los espectadores lo que se considera el poder de la sugestión, es decir, realmente si vemos la escena del asesinato en la bañera no supone mayor interés, porque la chica grita, se presentan una serie de planos de la sangre corriendo por la parte inferior de la bañera, mezclándose con el agua, pero realmente el cuchillo no profundiza en su cuerpo, como se puede notar en otras producciones del tipo gore, pero al incorporar esta música en esta escena, se logra la inquietud, el nerviosismo. Se evidencian las experiencias ajenas, sentimientos y emociones de otros en los que se basa el director para desarrollar el trasfondo de la narración, como el señor que guarda a su madre muerta en la habitación. Realmente, una película interesante y reflexiva, que profundiza en muchas cuestiones de la ficción y de la forma de trabajar y de vivir de este director que marcó la historia del cine.

Adjunto el tráiler de esta pelicula y la escena real de la película de Psicosis, para esclarecer un poco los momentos de los que hablo.

 

 

 

 

 

 

Las perspectivas de Stanley Kubrick

He comentado en alguna entrada anterior la forma de trabajar  tan perfeccionista de Stanley Kubrick, pero para ahondar un poco en algún aspecto visual concreto, en este nuevo post voy a adjuntar unos vídeos con los que reflexionar sobre las perfectas perspectivas en los espacios que presenta en sus películas, en las que marca un centro de interés al final de pasillos, espacios exteriores abiertos, en los que los individuos se colocan a ambos lados de la imagen o simplemente a un lado, dejando el centro en la parte del fondo del espacio, consiguiendo grandes profundidades de campo, acompañada de esos colores estridentes que excitan la mente, provocan ese miedo, desasosiego, ante el cúmulo de ocultaciones, incluso terror psicológico en algunas escenas. Un cine, qué duda cabe, que no deja pasar desapercibido, puede gustar u odiarse, pero no provocar indiferencia ante los elementos que aparecen en sus fotogramas, totalmente abiertos a todas las interpretaciones posibles y libres del espectador.  Más abajo comparto algunos fragmentos de su película.

 

 

 

 

 

 

 

Comentario de Holy Motors (Leos Carax, 2012).

A continuación, voy a comentar una de las películas que tuve la oportunidad de ver en la Filmoteca de Córdoba mientras estudié el Máster. Una de las películas más extrañas que he visto en estos últimos tiempos en que me estoy interesando por el cine con mayor profundidad, como es el caso de Holy Motors (Leos Carax, 2012). Quizás haya otras con mayor complejidad en cuanto a lenguaje, realización…, pero con esta, concretamente, me vinieron a la mente muchos puntos de reflexión.

La historia trata de un señor que acude a diferentes citas, asumiendo la identidad de diferentes personas, haciendo uso del maquillaje, caracterización, vestuario… que se localizan en un vehículo, mediante el que se debe trasladar. Finalmente, la limusina será aparcada en un estacionamiento que lleva por nombre Holy Motors.

Entre los puntos de reflexión que nos encontramos en esta historia, tenemos las relaciones intertextuales, momento en que el protagonista pasa a una sala de cine en la que los espectadores se encuentran viendo una película (el cine dentro del cine); la motivación en el trabajo, ya que el hombre es cuestionado por un señor, quien le pregunta si realmente disfruta con su trabajo, ya que últimamente lo encuentra más cansado. Aquí, podemos apreciar el estrés al que se encuentra sometido la sociedad en la actualidad.

Además, en una de sus citas, se encuentra con una chica que desarrolla su mismo trabajo y debe interpretar a una joven que vive el último día de su vida, aquí podemos reflexionar sobre la muerte, lo que seríamos capaces de hacer si tuvieramos conocimiento de nuestro último día. Esta chica está preparada para encarnar un papel de novia, que debe cortar con su pareja, ambos caen de una azotea y nuestro protagonista, Óscar, observa la situación desde abajo. Aquí, apreciamos la situación de observador, esa persona que mira lo que pasa a su alrededor, pero no hace nada por ofrecer ayuda humanitaria, desarrollando un papel pasivo. Podemos reflexionar si realmente está ocurriendo de verdad o forma parte de una planificación idéntica a como ocurre en el universo cinematográfico, es decir, en el rodaje de las diferentes tomas de las escenas de una pelicula.

Entre algunos de los roles que encarna tenemos a un asesino, un vagabundo que se enamora de una modelo y la secuestra, un anciano que agoniza, un padre que discute con su hija tras recogerla de una fiesta…, así, tenemos la presencia de la muerte, del amor, de la violencia, de la poca o excesiva preocupación de los padres por los hijos, la situación de necesidad de algunas personas que se viven en la indigencia, sin techo y su olvido por parte de algunas administraciones públicas, que les conviene mantener el tema a un lado u ocultarlo por intereses económicos o políticos. Y, la limusina, como medio de transporte, dentro de la cual suceden una serie de hechos que son desconocidos y ocultos a la sociedad.

Por otro lado, retomando la cuestión de la interpretación, Óscar ejecuta los diferentes papeles que le son encomendados haciendo uso de la caracterización, maquillaje, vestuario…, elementos que se usan en el propio cine, en el teatro, las performances…, al igual que las personas en la vida real, para ocultar al resto de la sociedad su verdadero carácter, forma de ser, de pensar… alimentando así toda una cadena de mentiras, hipocresia, usurpación de personalidades  con diferentes objetivos lícitos o no, morales o no, no vamos a entrar en esta cuestión, que se aleja de nuestro análisis en este momento, pero esa doble cara de la gente, que se comporta de una determinada manera en un interior, mientras no es visto por la gente y en un exterior, cuando están siendo observados por la sociedad.

Sin más, con este breve comentario, espero haberos animado a ver esta película, de la que adjunto un enlace del tráiler para que os hagáis una idea de lo que os podéis encontrar:

 

La homosexualidad en el cine

Con motivo de la aprobación del matrimonio homosexual en Estados Unidos, en esta entrada comentamos un poco cómo ha sido su representación en el medio fílmico y mencionaremos algunas producciones que toman este asunto como objeto de reflexión y crítica, que se ha recreado en comedias, cine experimental, terror o de denuncia social.

La homosexualidad ha estado presente en el cine desde sus inicios, una de las primeras escenas homosexuales que se conserva, viene de la mano de un ensayo experimental de Edison de 1895, en la que se puede ver a dos hombres bailando juntos mientras otro toca el violín, aunque, a priori, no tenía precisamente esa intención.

Ademas, podemos comentar una escena de la película de Chaplin, Detrás de la pantalla (1916), donde el actor besa a una mujer vestida de hombre conociendo su verdadero sexo, mientras otro hombre que lo ve comienza a revolotear alrededor de ellos de forma manifiestamente afeminada para captar su atención, y Chaplin lo aparta de la escena con una patada en el trasero.

En el film Marruecos (Josef von Sternberg, 1930),  Marlene Dietrich se viste con un esmoquín, en un club nocturno y es aplaudida por todos los asistentes cuando da un beso en la boca a otra mujer. Otra película con guiños al lesbianismo fue La reina Cristina de Suecia (1933), donde a pesar de que se cambió la historia para no hacer alusión directa a la homosexualidad de dicha monarca, se mostraba la estrecha amistad que le unía a una de sus sirvientas.

La forma en que Hollywood y la sociedad americana de los 50 percibían a los gays quedó retratada en el largometraje Té y simpatía (1956) de Vincente Minnelli, en el que una familia bien situada socialmente, intenta corregir el afeminamiento de su hijo para acallar los rumores sobre su supuesta homosexualidad.

A finales de los años 50 comenzaron a insinuarse relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en algunas películas, y fue entonces cuando la censura empezó a funcionar de forma más notoria. Films como Ben-Hur (William Wyler, 1959) pudieron sortearla gracias al tratamiento casi subliminal de la relación gay que sugiere la película. En Espartaco (Stanley Kubrick, 1960),  la censura eliminó una escena en la que se podía ver a Tony Curtis bañar a su amo Laurence Olivier, mientras conversan de su homosexualidad, aludiendo al gusto entre ostras o caracoles.

De principios de los años 70, tenemos películas como Los chicos de la banda (1970) de William Friedkin, el primer film gay con final no-trágico producido en Hollywood, aunque su visión estereotipada de este colectivo, no fue bien recibida entre los activistas LGBT. La película muestra a un grupo de homosexuales en el que prima la amistad y la camaradería, pese a que en momentos del metraje algunos personajes reflexionan acerca de su condición sexual con cierta autocompasión. La cinta Cabaret (1972) dirigida por (Bob Fosse) mostró a Michael York como un gay sensato y sin sentimientos de culpa hacia su condición sexual.

En los años 80, el cine dirigido al gran público de Hollywood comenzó a producir películas que trataban con respeto a los homosexuales, como pioneras podemos mencionar Su otro amor (Arthur Hiller, 1982), que retrataba una relación entre dos hombres y Personal Best  (Robert Towne), que giraba en torno al amor entre mujeres.

Hollywood produjo varias películas en las que los personajes y las relaciones homosexuales, especialmente lésbicas, se representaron de forma diversa. Si en Silkwood (Mike Nichols, 1983) el personaje interpretado por Cher vive su homosexualidad de forma abierta en otras películas como El color púrpura (Steven Spielberg, 1985), Tomates verdes fritos (John Avnet, 1991) o El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991) este colectivo no se muestra como tal en comparación a las novelas en las que se basan. Otra representación del lesbianismo en este periodo se encuentra en Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992), con la que se repitieron las manifestaciones de las asociaciones LGBT estadounidenses por presentar el personaje homosexual encarnado por Sharon Stone como una asesina. También la profunda amistad entre las protagonistas de Thelma y Louise (Ridley Scott, 1991) ha sido interpretada a menudo como una relación lésbica.

Desde mediados de 1990, la industria norteamericana presenta una línea de comedias que abordan la homosexualidad como argumento central o secundario, con personajes amables y positivos, como en El banquete de bodas (1993), dirigida por Ang Lee, que empleaba la estructura de comedia de enredo al estilo de George Cukor en la que uno de los miembros de una feliz pareja homosexual se casa con una chica, con la complicidad de su auténtica pareja, para guardar las apariencias antes sus tradicionales padres.

Una de las primeras películas sobre travestismo que se rodaron al margen de la industria de Hollywood fue la producción de serie B Glen o Glenda(1953), dirigida y protagonizada por Ed Wood, quien basó su argumento en su propia vida y en la de Christine Jorgenson, uno de los primeros transexuales que se sometió a un cambio de sexo.

Durante la segunda mitad de los 60, el director Paul Morrissey con la producción de Andy Warhol, rodó en la Factory numerosas películas experimentales que trataban la homosexualidad y la transexualidad sin reparos, entre las que destacan Lonesome Cowboys (1968), un western ambientado en un pueblo habitado únicamente por hombres, y especialmente la trilogía Flesh compuesta por Flesh (1968), Trash (1970) y Heat (1972), películas que fueron pioneras en mostrar el cuerpo masculino como objeto erótico y que convirtieron al actor Joe Dallesandro en un símbolo sexual gay.

También durante los años 70, John Waters, se convirtió en un referente básico en el cine independiente y en un cineasta de culto gracias a sus comedias groseras, satíricas e irreverentes, en las que la homosexualidad, el travestismo y lo camp están presentes en todas sus películas, muchas de las cuales fueron protagonizadas por su compañero sentimental, el drag queen Divine. Su película más emblemática fue Pink Flamingos (1972), en la que la familia de Divine compite con otra por ser la familia más repulsiva del mundo, seguida por otros trabajos notables como Polyester (1981) y Hairspray (1988).

Posteriores al New queer cinema, como Yo disparé a Andy Warhol (Mary Harron, 1995), basada en la vida de la feminista radical Valerie Solanas; Boys Don’t Cry (Kimberly Pierce, 1999), en la que se relata la historia real de Brandon Teena, una mujer joven que desea ser un hombre y que es asesinada por homofobia.

También se han filmado comedias románticas sin esa carga dramática, tratando la temática LGBT desde el punto de vista de la cotidiano: Tres formas de amar (1994), Jeffrey (1995); Persiguiendo a Amy (1997); Bésame Guido (1997); Trick (1999); El club de los corazones rotos (2000); Eating Out (2004) (y secuelas posteriores: Sloopy Seconds de 2006; All you can eat de 2009 y Drama Camp de 2011); ¡Salvados! (2004); La otra pareja (2001),Brokeback Mountain (2005), entre muchas otras. Como película inclasificable, hay que mencionar Las cadenas del deseo  (1992), en la que una serie de historias y personajes se unen entre sí por el «deseo».

En cuanto al cine europeo, en 1967 se estrena  El baile de los vampiros de Roman Polanski, una comedia negra en la que su protagonista es perseguido por un vampiro homosexual desquiciado. La película Víctima (Basil Dearden, 1961), además de haber sido la película pionera en abordar la temática en Reino Unido, también fue la primera en emplear la palabra homosexual. También en el cine de Ken Russell se ha analizado la homosexualidad en películas como Mujeres enamoradas (1969) que contenía una escena de lucha entre dos hombres con alto contenido erótico.

Otro género típico británico en el que se ha integrado la temática homosexual ha sido el cine social heredero del Free Cinema, en el que se muestran los problemas y la vida cotidiana de la clase trabajadora. Un cineasta homosexual que se ha movido en este campo ha sido Terence Davies en sus películas de inspiración autobiográfica como Distant Voices, Still Life (1988) y The Long Day Closers (1992). También uno de los representantes más significativos del cine británico contemporáneo, Stephen Frears, ha combinado ambas temáticas en Mi hermosa lavandería (1985), largometraje con guion del escritor Hanif Kureishi en el que exponía la relación entre un joven anglo-pakistaní de clase media con un británico de clase trabajadora. Repetiría temática poco más tarde con Ábrete de orejas (1989), basada en la vida del dramaturgo Joe Orton y en su tortuosa relación con su compañero sentimental. Desde una mirada más politizada, el cineasta de origen irlandés Neil Jordan ha contado las dificultades a las que se enfrentan los transexuales utilizando como telón de fondo el conflicto norirlandés en Juego de lágrimas (1992) y Desayuno en Plutón (2005), dos de los títulos más representativos de temática transexual. Otro título clave en la cinematografía británica de los 90 fue Beautiful Thing, una película sobre adolescentes también de clase obrera que logró traspasar barreras y ayudó, junto con la salida del armario de actores como Antony Sher, Simon Callow, Stephen Fry,Rupert Everett o Ian McKellen, a que el público mayoritario británico fuera más receptivo hacia la homosexualidad y se interesara por el cine de temática LGBT.

Jean Cocteau dirigió varios largometrajes protagonizados por su amante Jean Marais, siendo uno de ellos Orphée (1949), una traslación en clave homoerótica del mito griego Orfeo al París de postgerra. Otra de las primeras películas de temática gay en el cine francés fue el mediometraje Una canción de amor (1950), la única incursión en el cine de Jean Genet, en la que mostraba las relaciones homosexuales entre los reclusos de una cárcel.

En la parte final de la década, la comedia La jaula de las locas (Edouard Molinaro, 1978), trataba temas como el travestismo a través de una pareja de homosexuales maduros, obtuvo gran repercusión internacional, llegándose a realizar dos secuelas, varias adaptaciones teatrales y posteriormente un remake en Estados Unidos.

La homosexualidad también fue determinante en el cine de Pier Paolo Pasolini, quien la utilizó de forma política y la presentó como lo opuesto a la forma de vida burguesa. En su Trilogía de la vida compuesta por El Decamerón (1971), Los cuentos de Canterbury (1972) y Las mil y una noches (1974) adaptó textos clásicos dejando de lado la política explícita para mostrar el fascismo y la dominación por medio del erotismo.

Si Visconti y Pasolini hicieron de la homosexualidad una parte importante de su discurso, otros directores gais como Franco Zeffirelli o Bernardo Bertolucci han hecho mención a ella menos frecuentemente, de toda su filmografía, su película más abiertamente homosexual fue El conformista (1970), en la que durante la dictadura de Mussolini, un hombre gay reniega de su condición sexual, contrayendo matrimonio con una mujer y afiliándose al partido fascista para intentar parecer heterosexual. También ambientada en el mismo periodo de la historia italiana, Una jornada particular (Ettore Scola, 1977) muestra la amistad entre Sofia Loren, casada con un miembro del partido fascista fanático y autoritario, y un homosexual interpretado porMarcello Mastroianni y que representa lo contrario a su marido.

Durante la dictadura franquista en España, inexplicablemente hubo un título que se escapó de la censura: Diferente (1962). Se trata de un musical de temática homosexual repleto de referencias homoeróticas. Un caso opuesto al del protagonista de Los placeres ocultos (1977), de Eloy de la Iglesia, un hombre integrado y de clase alta que asume su orientación sexual, aunque la oculta a la sociedad, pero que sufre por el desamor y la perspectiva de la soledad. Del mismo año es A un dios desconocido dirigida por Jaime Chávarri y Elías Querejeta ambientada en la postguerra.

Dentro de la cinematografía de temática LGBT española, sin duda destacan los trabajos que han venido realizando directores como  Ventura Pons y  Pedro Almodóvar. De Ventura Pons, tenemos el documental dedicado a la vida y obra del pintor José Pérez Ocaña: Ocaña, retrato intermitente(1978), Caricias (1998); Amigo/Amado (1999), donde un homosexual en la cincuentena reflexiona sobre la vejez, la muerte y su legado; y Manjar de amor (2002), en la que nos narra el despertar de la sexualidad de un joven músico. En cuanto al cine de Almodóvar, la temática homosexual está presente muchas de sus películas, aunque hay cuatro en las que son el eje central de la trama: Laberinto de pasiones; Entre tinieblas; La ley del deseo y La mala educación; todas ellas entremezclando el drama y la comedia.

En los países nórdicos abundan las películas iniciáticas, muestra de la apertura que se vivía en esos países, como la sueca Fucking Åmål (1998), la coproducción noruega Sebastian (När Alla Vet, 1995). También se han explorado temas como la integración de los gais y la salida del armario en películas como la islandesa ‘Fuera del vestuario (2005) y la aceptación social del matrimonio homosexual en la sueca Patrik 1,5 (2008). En el antiguo bloque del este se han realizado interesantes propuestas como la fábula rusa You I Love (Ja Lublju Tebja, 2003 o la durísima película checa Mandragora (1997).

En el cine de temática LGBT producido en Iberoamérica, destacan películas como la cubana Fresa y chocolate (1994) (producida con participación de España, Cuba y México);  El callejón de los milagros (1995)No se lo digas a nadie (1998); o Plata quemada (2000). Esta última está basada en una novela de Ricardo Piglia, y fue una producción que contó con una serie de actores de fuerte imagen heterosexual en su país de origen, lo que a su vez, transformó a esta película en polémica.

El cine asiático, en especial el chino, tampoco ha sido ajeno a retratar la homosexualidad. Dos películas clásicas más importantes que tratan el tema son La calle mayor (Sun Yu, 1934) y Dos hermanas sobre el escenario (Xie Ying, 1965), y en 1993, Adiós a mi concubina (Chen Kaige), que narra la historia del triángulo amoroso entre dos actores de la ópera de Pekín y una prostituta. El cine taiwanés no está sobrado de películas sobre homosexuales, aunque la coproducción entre Estados Unidos y Taiwán El banquete de bodas (Ang Lee, 1992), obtuvo una considerable repercusión en todo el mundo. Fue la primera aproximación al cine de temática homosexual de Ang Lee y obtuvo el Oso de Oro del Festival de Berlín. La película relata la boda fingida de un emigrante asiático en Nueva York con una mujer, con la que pretende esconder a su familia su relación amorosa con un joven neoyorquino. En Filipinas destaca Gil Portes, quien ha realizado películas con tintes activistas como Miguel/Michelle (1998) o Markova:Comfort gay. Otro director importante fue Mel Chionglo, muerto a causa del sida en los años 90. En su film Midnight dancers. Sibak aborda la historia de unos jóvenes go gós que se prostituyen, reflejando también importantes problemas de la sociedad filipina, como la corrupción policial. En Corea, Memento Mori (II Yeogo goedam II) de Kim Tae-yong (1999) trata sobre la relación lésbica entre dos estudiantes de secundaria que termina  con el suicidio de una de ellas. La trama de la historia plantea un triángulo amoroso entre la fallecida, la ex-pareja de esta y una chica que accidentalmente encuentra el diario amoroso de ambas. La película sintetiza brevemente el descubrimiento sexual en la adolescencia y su exploración a través de una amistad obsesiva.

En Australia el gran salto del cine de temática LGBT australiano se dio gracias al éxito de la película Las aventuras de Priscilla, reina del desierto (1994), de la que al año siguiente Hollywood haría un «remake». También del cine australiano de temática LGBT destaca el drama De cabeza (1998). Del cine israelí destacan dos películas en las que confluyen temas como el servicio militar obligatorio: Yossi & Jagger (2002) y la persecución de nazis escapados de la justicia: Caminar sobre las aguas (2004), ambas del director Eytan Fox. En Canadá encontramos gran cantidad de películas, en lo masculino la francófona C.R.A.Z.Y. (2005), presentada a los Oscars o la polémica Prom Queen (2004), que levantó gran polvareda en la iglesia católica. En la temática lésbica Floored by love (2005) o La turbulencia de los fluidos (La Turbulence Des Fluides) (2002).

Por mencionar una película más actual que toma como base esta condición sexual, tenemos la inglesa The Weekend (Andrew Haigh, 2011), de la que vamos a presentar el tráiler y animamos a ver para reflexionar un poco en esta cuestión,

Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Homosexualidad_en_el_cine

http://www.raco.cat/index.php/analisi/article/viewFile/248762/333008

http://www.ehu.eus/zer/es/hemeroteca/articulo/la-representacin-de-la-homosexualidad-en-el-cine-de-la-dictadura-franquista/558

http://www.cinegay.org/p/historia-cine-gay-homosexual.html

http://www.academia.edu/7289807/La_representaci%C3%B3n_de_la_homosexualidad_en_el_cine_de_la_dictadura_franquista_Homosexualitatearen_errepresentazioa_diktadura_frankistako_zineman_The_representation_of_homosexuality_in_the_cinema_of_Franco_s_dictatorship

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-representacion-de-la-cuestion-gay-en-el-cine-espanol–0/html/ff9e1938-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html