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La importancia del tiempo: Un día inesperado.

Un día inesperado (Gil Junger, 2004) es una producción, quizás con malas opiniones, con comentarios de algunos “críticos” de medios de comunicación que, más que sacar a relucir lo bueno o malo que tiene, se quedan en lo superfluo con expresiones del tipo “no queda claro a qué género se apunta”. Tal vez, para el tema que vamos a tratar, haya otras películas que ejemplifiquen mejor este tema. En mi opinión, no merece una concepción tan simple de buena o mala o quedarse con el género en que se apunta. Creo que va un poco más allá, aunque, un poco comercial, drama romántico o la adscripción al género que cada uno interprete, esta película nos viene a ofrecer una visión de lo que significa el tiempo. Mezcla lo real, la vida de los personajes, con lo onírico, sus sueños, mediante una serie de flash back, recuerdos del pasado, por instantes, o flash forward, en los que se vuelven a repetir en el futuro las acciones que vivieron en sus sueños. Y, con todo esto, la importancia del tiempo, el tiempo que va, viene…, sin pensarlo y sin que percatemos. A veces queremos a las personas, tenemos una serie de sueños, ilusiones por cumplir, tenemos un día a día, unas obligaciones y responsabilidades, pero si realmente mañana se nos acabase la vida, llevaríamos a cabo una serie de acciones totalmente diferentes a las que realizamos comúnmente, y si pudiésemos volver atrás, seríamos conscientes y le daríamos más importancia a los temas que realmente la merecen.

Nos transmite la idea de que vivamos el día como si fuese único, como si se fuese a acabar mañana, expresar lo que realmente sentimos a los demás, ya que realmente nos sentiremos satisfechos y mejor con nosotros mismos.

 

 

El florido pensil (Juan José Porto, 2002).

A continuación subo un fragmento de una película basada en la educación nacional católica durante la dictadura franquista, El florido pensil (Juan José Porto, 2002).

Una película interesante, que se narra por medio de un flash back de un señor mayor, recreando los recuerdos de su infancia. Y en la que apreciamos que los niños quieren ser niños, no guiarse del mundo adulto, quienes lo pretenden educar en disciplina, orden, control, seriedad, rezos obligatorios, prohibiéndoles el juego o la lectura de simples cómics.

Sin embargo, al mismo tiempo que el control de los niños, se pretende el control de las madres, quienes los acompañan a misa, y al mismo tiempo son insultadas por el sacerdote, encarnado por Wyoming, quien expresa que es todo un atrevimiento que las mujeres lleven pantalones, calificándolas de «marimachos», cometiendo pecado «impudicia» Y, con el agravante de «vestir mangas cortas y escote en el interior de la casa del señor». Momento en el que algunas madres lo mira fijamente, lejos de sentirse incómodas o mirar hacia los lados, aunque otras sí bajan la cabeza. Personaje gracioso, si conocemos sus ideas y puntos de vista en el programa que presenta, El Intermedio, cada noche, de lunes a jueves.

Resulta llamativo el símbolo de los iluminatis pintado en la pizara, si nos encontramos en un ambiente nacional católico, en el que la Iglesia tenía mucho poder. Al igual de llamativo, resultan las escenas en las que no aparece el protagonista, que relata la historia desde el estrado del aula, como cuando el maestro habla con su esposa en su casa, porque si no se encuentra presente, ¿cómo puede conocer los detalles del vestuario, decoración y acciones que llevan a cabo otros? O bien, si el primer día de clase aún no ha llegado, ¿cómo relata quién llega antes, quién después, quienes son acompañados de sus padres?

Sobre estos y otros detalles resulta interesante reflexionar, para llegar a posibles conclusiones, como al final, cuando un chico, vestido de negro, mira hacia arriba, para seguir los movimientos de un pájaro, y al mismo tiempo parece que se dirige a nosotros con la mirada.

Recuerdos de Blue Jasmine

Ficha técnico-artística:
Dirección y guion: Woody Allen. Año: 2013. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Reparto: Cate Blanchett, Alec Baldwin, Sally Hawkins, Bobby Cannavale, Peter Sarsgaard, Louis C.K., Michael Stuhlbarg, Andrew Dice Clay, Max Casella, Tammy Blanchard, Alden Ehrenreich. Productora: Sony Pictures / Gravier Productions / Perdido Productions.

Los recuerdos son una parte principal de la historia. A través de los continuos flash backs somos partícipes de la vida pasada de las dos hermanas protagonistas del film. Vidas opuestas, totalmente diferentes. Marcadas, una por la pobreza y la otra por la riqueza. Riqueza que ya no tiene, por su corrupto ex esposo, pero que su mente no puede olvidar y cree que sigue teniendo.
Jasmine, en su miseria, es incapaz de decidir qué futuro quiere tomar, qué estudiar o a qué dedicarse a esas alturas de su vida. Reviviendo los recuerdos de un pasado que se niega a olvidar. Se niega a aceptar su nuevo ritmo de vida. Planteándose la idea de captar otro rico con quien casarse y seguir viviendo de sus millones. Mintiendo al nuevo chico acerca de su pasado, su profesión y en definitiva, su persona. A través de sus actos, podemos apreciar que se niega a aceptarse a sí misma. Se niega a pertenecer al mundo en el que se encuentra inmersa su hermana Ginger. Hermana que es feliz en su pobreza, sin llegar a fin de mes, con una pareja agresiva y ambos, dependientes uno del otro. Lo que podría considerarse un problema.
La hermana no tiene ni tuvo lo que poseyó Jasmine, dinero, pero Jasmine tampoco tiene ahora lo que tiene su hermana: felicidad. Una felicidad procedente no siempre de lo que se puede considerar realmente bienestar económico, físico, intelectual, y entre otras cosas, la pareja. Dado que su novio, un chico alcohólico, es una persona enferma que no tiene conocimiento de la realidad ni de que su problema se trate de una patología.
En esta película de Woody Allen podemos observar algunos detalles de otras como Recuerdos (1980), con respecto a la indecisión de las protagonistas, la felicidad y las desgracias del pasado de un pasado cuya mente no puede dejar a un lado, porque lo sigue sintiendo como su realidad actual. Felicidad para una, porque su marido era millonario y se podía permitir todo tipo de caprichos. Haciendo oídos sordos a que estuviese cometiendo todo tipo de ilegalidades, ya que su mayor interés estaba en el dinero, y no podía ni acercarse a su hermana, porque no tenía tanto poder adquisitivo y sus aspiraciones eran más bajitas. No obstante, cuando le tocó la lotería, Jasmine sí puso interés en acercarse a ella y su entonces pareja, pero las manos de su marido hicieron que perdiese todo y el matrimonio se fuese al garete, lo que provocó su desgracia.
El perfil de estos personajes lo tenemos además en otra película de Woody Allen, como es Hannah y sus hermanas (1986), donde teníamos a una, Hannh, de carácter fuerte que se casa con un empresario millonario y su vida parece equilibrada; otra, Lee, inestable y sensible, que vive de un sueño; y la tercera, Holly, ex-alcohólica que vive en una buhardilla con un pintor mucho mayor que ella. Estas dos recurren a la primera cuando tienen problemas económicos.
En Bue Jasmine se mezclan las personalidades anteriores y tenemos a la mayor, Jasmine, que se casó con un millonario, que tenía negocios un tanto ilegales, pero fue descubierto y su nivel de vida calló. La segunda, Ginger, su nivel de vida era más modesto, pero al tocarle la lotería, su cuñado le movió el dinero en unos negocios delictivos, haciendo que lo perdiese. Se separan y tiene una nueva pareja, con la que mantienen discusiones a menudo, bebe alcohol, es agresiva, pero con la cual se siente feliz.
Sin embargo, ambas hermanas, interiormente no son felices, cada una con unos determinados problemas, pero se intentan dar lecciones, en lo que respecta a su mundo y su alrededor.

Os adjunto un extracto de Blue Jasmine, y espero haberos animado a ver la película si aún no la habéis visto.

Referencias bibliográficas:
http://wwws.warnerbros.es/bluejasmine/
http://www.filmaffinity.com/es/film153594.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Stardust_Memories
http://www.filmaffinity.com/es/film948248.html
http://www.fox.es/dvd/hannahysushermanas/10540/
http://clementinelagranpantalla.blogspot.com.es/2011/02/hannah-y-sus-hermanas.html

Fresas salvajes, Ingmar Bergman

Esta película es uno de los pilares del cine de Ingmar Bergman.   Este maestro del cine posee una determinada manera de realizar la puesta en escena, unos personajes muy parecidos, alusión a los mismos temas…  El estilo de Bergman, está más relacionado con el arte escénico, dando más importancia al rostro y la expresividad de los actores. Muchos lo consideran el paradigma del existencialismo filosófico llevado a la pantalla. Ahonda en sus películas sobre la reflexión de la existencia del ser humano, temas universales como la vida, el amor, la muerte, la soledad, la creencia en Dios. Sus películas están llenas de preguntas sin respuesta. Bergman desarrolla una poderosa abstracción lírica, para recrear una cautivadora historia de la memoria y de la existencia del ser humano, desde la alucinación y el onirismo, con un recuerdo al director sueco Victor Sjöström, maestro del cine mudo, influencia también para el propio Bergman.

Fresas salvajes cuenta la historia de dos viajes paralelos, por un lado un viaje físico, el que realiza en coche el profesor desde Estocolmo hasta Lund, donde va a recoger el premio que lo nombra doctor honoris causa; el otro de los viajes, es interior, el que el profesor emprende durante el recorrido, un viaje interior que llevará a cabo explorando y analizando toda su vida, su camino recorrido y sus relaciones frustradas con la gente de su alrededor.  Borg, decide emprender este viaje, asustado tras haber tenido la noche anterior una pesadilla en la que contempla su propio cadáver dentro de un ataúd.  La escenificación de este sueño es uno de los momentos más espeluznantes de todo el film. Las imágenes de esta secuencia, las podemos ver con una iluminación contrastada con un carácter expresionista. En este sueño, podemos ver que Borg camina por una calle solitaria, donde las ventanas están tapadas y un reloj sin agujas cuelga de la pared, igual que el reloj que coge de su bolsillo. Se trata de un símbolo, símbolo del tiempo detenido que precede a su muerte, tiempo que pierde todo sentido. En ese momento, pasa un carro movido por caballos, choca con una farola, una rueda se sale (aquí vemos un homenaje a La Carreta Fantasma de Sjöström), se cae la ataúd en el suelo, el doctor se acerca y nota que la ataúd se ha abierto, en ese momento, la persona que hay dentro  de la ataúd saca su mano, y el doctor percibe que se trata de él mismo, está contemplando su propia muerte, este transeúnte le coge su mano, el doctor se derrumba y en ese instante, se termina la pesadilla.

Los temas que marcan este drama psicológico, son la vejez, el aislamiento, la muerte, el amor, la vida, los conflictos que conforman nuestra vida actual, con algunos momentos de humor en la interacción del médico con su ama de llaves.

Mediante una serie de imágenes, vamos acompañando al profesor en un viaje externo e interno, percibiendo sus fresas salvajes en un sendero rodeado de simbologías que busca configurar el sentido del protagonista, retratando sus emociones, a base de momentos casi surrealistas con flash backs y la presencia del presente en el pasado, silencios evocativos, asombrosos sueños que se producen en impresionantes secuencias, conversaciones que apelan a las emociones, encuadres muy expresivos y sensibles planos cortos.  A lo largo del viaje, el profesor se irá conociendo a sí mismo, interiormente, y esto le enfrentará a verdades algo desagradables sobre su personalidad. Durante toda su vida, ha intentado encontrar un sentido racional a su existencia, rechazando todo sentimentalismo y centrándose en el pensamiento filosófico para dar respuesta a sus miedos. Más que atractivo, es un señor antipático que trata de huir de su miedo a una muerte que se le avecina. Se siente solo y aislado, y esta soledad es la que le lleva a plantearse la importancia del amor a las personas de su alrededor, tal y como le ocurría a Charlotte en Sonata de otoño. La soledad es el gran tema en Fresas Salvajes.

Los personajes que aparecen en esta película son numerosos, pero el peso de la historia recae en tres de ellos. Aparte del doctor Isak, serán dos mujeres las que protagonicen el retrato realizado por Bergman. La primera es Sara, representada por dos personajes distintos (Sara de la juventud de Isak y una chica joven también llamada Sara, interpretada también por Bibi Anderson) a quien Isak recoge en el trayecto. Esta Sara actual, es el reflejo de la otra, símbolo de la mujer moderna, fuerte, alegre e independiente, y Borg se enamorará de ella como un amor de juventud. Sara antigua es una chica alegre y sencilla, quien acepta la vida sin condiciones y sin cuestionarse nada. Anders y Viktor se disputan su amor, simbolizando las dos posturas de Bergman ante la religión y la fe, la del creyente Anders, preocupado por Dios y por el sentido de la vida, y la del práctico Viktor, quien renuncia a cualquier misticismo para reflexionar sobre un sentido más de la lógica. Bergman plantea esta discusión sin posicionarse, de la misma forma como venía haciendo y haría en el resto de su filmografía, concluyendo que la existencia de dios no es lo más importante, sino el amor entre las relaciones de los seres humanos.

El profesor, finalmente, encuentra descanso en su interior, y así lo demuestra cuando estando en paz consigo mismo, le afirma a su hijo que su corazón ya se encuentra perfectamente. Borg hace las paces con su propio interior y con los fantasmas de su pasado, y Bergman lo simboliza en la escena final, en la que el profesor se despide de sus padres, quienes se encuentran a la otra orilla de un lago. El profesor se despide aquí de su pasado, preparado para mirar hacia delante sin miedo.

Bergman realiza en este film un análisis de las relaciones afectivas del matrimonio. Las distintas parejas que van aparecen en toda la historia son diferentes formas de ver lo que el matrimonio y las relaciones de pareja pueden llegar a ser.  Como extremo pesimista y cruel vemos el matrimonio Alman, una pareja que sufre un accidente y lo recogen por la carretera. El marido, machista que trata de ridiculizar a su esposa anulándola como inútil. Contraria a esta pareja, aparece otro matrimonio, el dueño de la gasolinera y su mujer, prototipo de la felicidad y la alegría de vivir, aceptando la vida tal como viene.

Para dar a la expresión del actor el máximo poder posible de expresión, el movimiento de la cámara debe ser simple, y además cuidadosamente sincronizado a la acción. La cámara debe intervenir como un observador totalmente objetivo, y sólo excepcionalmente puede participar en los acontecimientos. Por lo tanto debemos recordar que el medio de expresión más bello y mejor del actor es su mirada”. Este elemento es clave en la filmografía de Bergman.

Recursos técnicos podemos ver fundidos mezclados con música que evoca a sueños relacionados con su pasado, plano contraplano,  miradas fuera de campo, iluminación contrastada. El uso de los planos cortos es en Fresas Salvajes el centro de su estilo formal, igual que en toda su filmografía. Los personajes son analizados de forma detallada por la cámara. Ésta se detiene en sus rostros y escucha sus palabras, enfatizando la expresión de los sentimientos y el estado interior de estos personajes. En las conversaciones la cámara recorre el espacio vacío e inerte que se encuentra entre los personajes. El montaje hubiera destruido esta idea, y Bergman escogió enfatizar el espacio.

En varias ocasiones, la voz del doctor narra momentos de su vida tanto si aparece en campo como si no aparece en campo. En una de las escenas en la que el doctor habla con su madre, ésta le muestra un reloj de mano y Borg se queda un poco en lapsus al ver que el reloj no tiene agujas, la música de este momento evoca al momento del principio, cuando el doctor se acerca a la ataúd y se ve a él mismo muerto,  dejando a un lado así la importancia del tiempo.  Hay muchas escenas surrealistas, como cuando aparece la niña en la cuna de noche en medio del campo llorando, la joven se acerca a calmarla y se lleva al bebe a la casa, es una situación anormal en la vida real, dado que una cuna no va a estar entre árboles. Inmediatamente después, pasan unos pájaros y el doctor se acerca a la cuna, en ese momento vuelve a sonar la misma música que se comentó anteriormente, que evoca al tiempo. Otra escena que me llama la atención se produce cuando el doctor mira por una puerta que su hijo se ha reconciliado con la mujer, ésta se toca el piano y se retiran a cenar, y mientras cenan en la mesa se produce un fundido en el cristal de la puerta que se resuelve con el reflejo de las nubes. Posteriormente, vemos al doctor mirar la luna, y al instante se dirige a la misma puerta y toca para que le abran, pero le abre un señor que lo hace pasar para hacerle un examen, en esta escena también oímos la música anterior, que resulta bastante inquietante en todos los momentos en que se repite. Parece como si todo fuese real, el doctor parece tener cara de extrañado cuando ve a los jóvenes sentados en los bancos de la sala dirigiendo sus miradas hacia él. En este examen el profesor parece presentar dificultades de comprensión, visión y lectura, todo síntoma de la edad, la memoria, la mente le falla y le parece ver personas muertas que siguen vivas, pero al espectador le queda la duda si está muerta o realmente viva.  El profesor que lo evalúa lo nombra incompetente por egoísmo, insensibilidad, falta de consideración, quejas presentadas por su esposa, llevando su esposa años muerta. El profesor acompaña al evaluador y lo lleva al lugar en que está su esposa que aparece con otro hombre, vuelve a sonar en este momento la misma música inquietante, escena que el doctor revive en su mente, que vivió en su momento y oye las palabras que repitió su esposa. Las palabra aquí cobran unas emociones espeluznantes en el espectador, ya que hacen reflexionar y cuestionarse muchas cosas del sentido de la vida y las relaciones personales con el mundo de alrededor. Después del diálogo entre Borg y el evaluador, todo termina, y vemos un fundido despertando del sueño. Todo ha sido un sueño mientras va en el coche, tal como dice: «En aquellos sueños había algo poderoso que agobiaba mi conciencia de una manera insoportable».

En definitiva, Fresas salvajes, es un film pesimista, pero plantea un mensaje de esperanza, feliz y positivo, sellándolo  con un sentido basado en el amor hacia los seres queridos. En ciertas ocasiones, nos podemos poner en la piel del protagonista, Borg podríamos ser cualquier de nosotros, totalmente centrados en nosotros mismos, para detenernos a amar a los seres de nuestro alrededor. La muerte es la única certeza de nuestra existencia y solo ante ella el hombre percibe sus limitaciones.  El espectador tiene que entender muy bien el cine de Ingman Bergman, porque más de una escena puede llegar a confundir y provocar malas interpretaciones.