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La monja (Luís de la Madrid, 2005)

Para esta entrada presento esta película española dirigida por Luís de La Madrid en el año 2005.

En esta historia tenemos a una joven que viaja a Barcelona junto a unos amigos para descubrir la identidad de una monja que asesinó a su madre, que se educó en un internado religioso, bajo los preceptos del sacrificio y el dolor para conseguir el perdón de los pecados. Aunque, más adelante descubrimos que su madre y unas compañeras, que ahora merodean por el internado, asesinaron a la monja y la ahogaron en el estanque de agua bendita.

Por tanto, este elemento de la naturaleza adquiere especial relevancia en la trama con la que nos encontramos, porque aquí el espíritu de la religiosa se genera a través del agua y viene del más allá para terminar con la vida de las adultas, tal como éstas hicieron con ella cuando eran jóvenes, para que rediman sus pecados a través del sufrimiento, de la misma forma en que murieron las Santas Hermanas católicas que llevaron su nombre de las que descubren unas pinturas en un pasillo (Santa Juana, Santa María…), una ahorcada, otra degollada, otra quemada… y paso a paso vamos viendo que, a manos del espíritu, así mueren o han ido muriendo las antiguas compañeras de colegio.

No podemos ignorar que, aunque esta joven no presenció el asesinato de la hermana religiosa porque no había nacido, fue engendrada como fruto del pecado en una relación prohibida entre su madre y el sacerdote que la confesaba. Así que, como se encontraba presente en forma de cigoto, puede ver el espíritu de la monja, que viene también por ella, ya que, la historia se repite: se ha enamorado del estudiante de sacerdocio que los ayudó a llegar al internado.

Como dije anteriormente, aquí el agua adquiere especial relevancia por su simbolismo, ya que devuelve a la monja la existencia espiritual para emprender su venganza (recordemos que fue ahogada en el agua bendita, y cobró vida cuando el estanque fue abierto con la intención de convertir el centro en balneario) al mismo tiempo que, hundida en este elemento de la naturaleza, termina con la vida de la joven.

Finalmente, en palabras de María Cátedra Tomás, de la Universidad Complutense de Madrid: el agua es algo sagrado, político, industrial, científico, sanitario, económico, relacionado con la ecología, con los placeres y sentidos del cuerpo, con las ideas, los valores, las metáforas.

Y, con el poder del agua para unir al hombre, la naturaleza y la cultura de un modo indisoluble, me despido, no sin antes invitaros a ver esta película facilitando el tráiler.

 

 

La máscara de Michael Myers (saga Halloween)

Para esta entrada he estado pensando en la saga a la que da vida el asesino Michael Myers, que ha aparecido en ocho películas, así como en otros medios como una novela, un videojuegos y varios libros de historietas.

La película tiene varias partes con el nombre de Halloween, dirigidas por varios directores, creada por John Carpenter y Debra Hill, la primera en 1978, dirigida por él, considerada un director independiente y protagonizada por Donald Pleasence y Jamie Lee Curtis.

Película de terror, en la que apreciamos un cuchillo, sangre, violencia, miedo, terror en su vertiente de slaher, un género en el que la trama gira alrededor de brutales asesinatos cometidos por alguien enmascarado, generalmente teniendo como víctimas a adolescentes, alejados de la vigilancia de los adultos. Myers es un asesino que regresa después de 15 años de un hospital psiquiátrico, al que fue ingresado tras matar a su hermana mayor, y a su salida, irá a buscar a su otra hermana, para terminar con su vida.

Pues bien, aunque a algunos le parezca la típica película de terror americana, en mi búsqueda del por qué a muchas cuestiones de la imagen y la narración cinematográficas, no voy a justificar la psicosis o neurosis que pueda padecer el personaje, porque no es mi función, pero sí que he encontrado distintas reflexiones acerca de esta máscara, que no solo se puede colocar para ocultar su rostro y no ser visto por la sociedad, sino que también se puede deber a que, aunque nos encontremos ante un asesino en serie, este objeto con el que oculta el rostro, quizás represente que tenemos a un individuo incapaz de mirarse a la cara, incapaz de enfrentarse ni a él mismo ni a su propia hermana, a quien intenta arrebatarle la vida. Al mismo tiempo que su intención es matar a otros adolescentes, tal vez con su distorsionada justificación de terminar con otras vidas, para que no sigan su camino.

Obviamente son reflexiones que escaparían a una mente confusa y psicótica, como es sería el caso de un asesino, que actuaría sin tener conciencia del daño a mayores, niños…, pero no olvidemos que en otras producciones de terror, los asesinos no llevan máscara, mientras que aquí se camufla disfrazado, entre niños, en plena festividad de Halloween, es decir, podríamos interpretar que su mente sigue siendo como la de un adolescente, aunque con objetivo distinto al de visitar casa por casa a recoger simples caramelos, sino para dejar una huella sanguinaria en quien encuentre. Igualmente, disfrazado, anteriormente con 6 años, de payaso, y ahora con una máscara.

Tampoco habla, ya que intenta camelar a la gente con la timidez de un niño y en el fondo no es tal, porque sus pensamientos no son como los de un menor, sino que pretende focalizar ese odio a niños y adultos: niños, por evitar que otros de esa edad realicen actos como el suyo en aquella etapa de adolescencia en la que realizó aquel brutal acto; y adultos, por odiarse a sí mismo, observar en lo que se ha convertido, posiblemente, por falta de empatía, cariño, aprecio familiar u odio por algún motivo.

Existen varias teorías sobre su inmortalidad, quizás, la causa de su indestructibilidad, se pueda deber como consecuencia de la maldición de la espina, según lo indicado en la sexta parte. Esta maldición posee y obliga a Michael a que asesine a todos los miembros de su familia, a todos que estén en su camino (a él no se le puede matar con armas blancas ni  de fuego). Según este mito, se supone que es para salvar a la aldea que Michael habita de una forma de plaga o de desastre. Con esto, es posible que Michael sienta que, matando a esta gente, está haciendo lo correcto para la humanidad. La maldición utiliza a Michael como una marioneta. Así, la espina parece proporcionarle poderes que, de alguna forma, van más allá de cualquier capacidad humana. También se teoriza que Michael mismo, el hombre detrás de la máscara, siente el remordimiento de su matanza. En Halloween 5, parecía luchar contra la maldición y cuando se quitó la máscara, lloró (parece con remordimiento). Como si no controlase sus propias acciones, o fuese forzado a actuar por la maldición. Otra teoría que explica su inmortalidad, explica que su misma maldad es lo que le otorga tanta fuerza, casi imparable.

Sin más, adjunto un pequeño vídeo con algunas curiosidades de esta película protagonizada por este asesino, pero me gustaría puntualizar que este comentario no pretende hacer apología de la violencia, ni justificar actuaciones psicóticas, neuróticas…, que puedan llevar a cabo asesinos en la realidad en cualquier punto geográfico, solo reflexionar sobre la función simbólica, en este caso, de la presencia de la máscara en la narración.

Referencias:

https://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Myers

https://en.wikipedia.org/wiki/Michael_Myers_(Halloween)

https://es.wikipedia.org/wiki/Halloween_(pel%C3%ADcula_de_1978)

http://www.imdb.com/name/nm0000118/

https://es.wikipedia.org/wiki/John_Carpenter

Partes de la película:

Violencia audiovisual

La violencia es cualquier acto violento, sea golpe o palabra. ¿Por qué giramos la cabeza ante una escena de miedo o violencia? La guerra, el asesinato, la tortura, los fenómenos paranormales… Estas imágenes tienden a provocarnos atracción/repulsión. Por un lado, tenemos interés en verlo, pero por otro lado, tal violencia nos repele, nos provoca una sensación desagradable. Estos sentimientos se acrecientan sobre todo en el cine violento ya que es un tema con el que no empatizamos en la vida real por el sufrimiento que nos produce. En cada género, la violencia adquiere una personalidad independiente: terror, drama, guerra…

Las imágenes son la materia prima de todo esto, a través de ellas llegamos al espectador. El problema está delante de la pantalla, donde se sitúan los espectadores. Espectadores de diferentes rangos de edad, que realizan diferentes interpretaciones sobre las imágenes que están viendo. Lo que puede repercutir en su comportamiento y en su evolución psicológica, sobre todo en los menores de edad que no son muy conscientes de lo que ven. Se han visto varios casos de niños que se han lanzado por un balcón, a intentar volar para imitar a Superman o a Mary Popins con un paraguas, niños que murieron al imitar la ejecución de Sadam Hussein al ver vídeos en Internet de su ahorcamiento. Ante este escenario actual, podemos preguntarnos ¿Quién tiene la culpa de las imágenes que visualiza el menor?, ¿La tendrán los padres por dejar el mando al niño sin controlar el horario ni la programación? ¿Tendrá la culpa la propia cadena por programar contenidos violentos en horario de protección infantil? La sociedad en su conjunto ignora las normas que regulan la programación y la educación audiovisual. Unos por desconocimiento y otros porque no les interesa.

La calidad de unos contenidos no está en la cantidad de audiencia, sino en cumplir con los deberes de informar, formar y entretener. Sin embargo, se rigen por otra serie de criterios, que económicamente es lo que más vende y lo que suma más audiencia. Pero el entretenimiento no puede basarse en gritos, faltas de respeto, comer delante de una cámara como si se estuviera en el salón de casa, hacer “edredoning” en un show televisivo que ven millones de personas. Además de otra serie de actitudes denigrantes, pero que a la gente le produce morbo o le agrada de alguna manera. Sin embargo, esto para un niño de 8 años es violencia. La mayoría de ciudadanos ven lo que le ponen en pantalla. Se sientan a ver qué le ofrecen. Ahí está el problema, en la educación, la gente no está educada para exigir programación de calidad que le pueda aportar lo que debe aportarle la televisión: información, formación y entretenimiento.

Desde la infancia, en los colegios, igual que se enseñan las matemáticas, inglés o ciencias, hace falta alfabetización mediática. Igual que nos exigen cumplir en el trabajo, si no nos vamos a la calle, nos rebajan el sueldo…, debemos exigir a los medios audiovisuales una programación de calidad, basada en principios éticos y morales, que de verdad cumpla las funciones de informar, formar en entretener. A pesar de ello, la sociedad se deja. A la sociedad le exigen trabajar, que rindan al máximo, arrimen el hombro hasta no poder más, llegando a ser explotados, como están haciendo muchas empresas con la excusa de la crisis, pero los ciudadanos no exigen programación de calidad, se sientan y ven lo que otros le programan en la pantalla.

Ante este panorama, es normal que los jóvenes se están sintiendo decepcionados del medio televisivo y acuden al medio de Internet, porque tienen lo que quieren, cuando quieren. Aunque, los menores, sin control de horario ni de contenido violento, sufren y sufrirán importantes trastornos de comportamiento y en el rendimiento académico, si los agentes sociales no se conciencian con que las actitudes y contenidos que nos muestran los medios audiovisuales actualmente no son propias de una sociedad civilizada.

 

Asesinos natos, Oliver Stone

“Asesinos natos” es una película dirigida por Oliver Stone, protagonizada por Woody Harrelson y Juliette Lewid. El guión original fue escrito por Tarantino y posteriormente revisado por Stone y otros guionistas.  Sin embargo, Tarantino no aceptó las revisiones realizadas por los otros guionistas y pidió ser borrado como guionista de la película, y en los créditos solo vemos “Historia de…”

Esta película se estrenó con escenas censuradas en Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Chile, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, México, Irlanda (anteriormente  prohibida), Holanda, Noruega, Japón, Portugal, Corea del Sur, España, Suecia, Inglaterra y Estados Unidos.

El centro de atención de la historia es el dúo formado por Mickey y Mallory junto al periodista Wayne Gale. La película intenta reflejar la forma en que los crímenes son contados por los medios de comunicación, y la manera en que se alaban a los asesinos.

En este film vemos una amplia gama de ángulos de cámara, (puntos de vista, panorámicas…) filtros de color, lentes, efectos especiales e imágenes animadas de los personajes en forma de dibujitos o cómic. Mezcla de imágenes en blanco y negro y en color. Ralentización de imágenes, superposiciones de imágenes demasiado surrealistas (en un lado ellos en la habitación del hostal y en otro lado la ventana donde se van sucediendo una serie de imágenes con violencia contenida). Escenas sexuales macabras y violentas, tanto gráfica (humana y representaciones animadas) como en diálogos muy fuertes. También imágenes compuestas en postproducción para parecer sueños, el fuego entre una secuencia de imágenes y otras…

Vemos toda una serie de diálogos y comportamientos machistas, vocabularios obscenos, en más de una ocasión puede herir la sensibilidad de más de una persona, amenazas, comportamiento incestuoso en forma de humor. Podríamos decir que la violencia en alguna que otra ocasión está justificada por la educación recibida por parte del padre de la joven, los abusos sufridos que han hecho que tenga ese comportamiento tan agresivo y violento, que llega a fogarse mediante la venganza con todo el que se le pone por delante, así desatar su odio hacia la civilización y paliar su sufrimiento infantil, provocando terror masivo.

La gente los apoya a pesar de realizar asesinatos en masa.  Se muestran muy valientes para matar pero se asustan de la serpiente de cascabel que hay en la cabaña en la que se encuentran al señor indio. Parte de la película parece una visión televisiva. Algunas escenas son sátiras de programas de televisión satíricos de la época. Como por ejemplo, la escena en retrata con un tono satírico de intento de comedia la situación de familia desestructurada. Anuncios de televisión comunes aparecen a lo largo de la película, como el del oso abriendo la lata de Coca Cola.

Vemos lo que muchas veces pasa en la realidad, la televisión nos programa “lo que vende” a costa de lo que sea. Periodistas en directo relatando algunos de los asesinatos. Llegan a ser todo un fenómeno de masas de las televisiones, utilizándolos así para conseguir más audiencia en forma de “reality show”, grabando momentos en directo mientras Micky relata el por qué piensa así de la vida y de los seres humanos, cuando un periodista intenta llegar a su interior para dar respuesta a algunas de las preguntas que todos los ciudadanos pueden tener en sus mentes como son el por qué, para qué, qué les mueve hacer eso, si siente arrepentimiento… Sin embargo, obtenemos respuestas del tipo: “Es solo un asesinato, todas las criaturas lo hacen… mira en la selva”. Se compara con una criatura salvaje alejada de toda civilización y todas las normas de convivencia de un país, que simplemente mata para sobrevivir.  Se proclama él mismo “asesino nato de profesión”.

Compara esos hechos con los medios de comunicación, su funcionamiento y el modo que tienen de mostrar y vender la violencia. Después de todo esto, el periodista lo felicita fuera de cámara, intentando hacer su programa famoso a toda costa.

Mientras Micky cuenta un chiste, aprovecha la situación para quitarle el arma a un guardia de seguridad. Ambos asesinos tienen esa facilidad de palabra para convencer y cuando uno menos se lo imagina, aprovechan para matar. Micky y Mallory salen huyendo con “el periodista del año”, como se proclama él, para informar en directo de cada movimiento y cada momento de ambos, para así atraer toda la audiencia posible, y ser la estrella de la televisión,  pero lo matan a él también con el afán de matar a todo el que se encuentra a su paso y que nadie quede para contar su historia, pero al quedar la cámara queda la evidencia.

La historia plantea entre otras cosas,  la ética periodística, las audiencias a toda costa, el dinero para el poder, “vender” un producto a las masas y éstas seguir cada instante por el afán del morbo más que de la información de verdad en sí misma. Seguir a unos tristes personajes, que tienen ese afán de matar por negar su infancia y por obviar ese miedo interior hacia el mundo en forma de asesinatos macabros, escabrosos y repugnantes.

Esa es la sociedad que tenemos hoy en día, en la que se siguen programas del tipo reality show por el afán del morbo y ver qué pasa con unos personajillos que crean tanta expectación.

Los individuos de toda sociedad intentan ser diferentes unos de otros, y en este caso vemos que estos personajes, dementes criminales que buscan ser distintos de la sociedad civilizada. Al ahondar en temas como la moral, ética, valores humanos y principios, se toca un terreno algo oscuro, dado que cada individuo tiene sus propias percepciones de las diferentes filosofías de la vida, aceptadas o recriminadas a veces socialmente. Son conceptos manejables de forma muy distinta por las diferentes entidades sociales, como son el Estado, la Iglesia y los partidos políticos, manejando estas filosofías que pretender imponer socialmente y de esta forma manejar las mentes de la sociedad para que acepten sus imposiciones. En este sentido, los medios de comunicación tienen ese papel importante, ya que tienen la difícil tarea de difundir los dogmas que estos entes requieren para lograr dominar a las personas.

En el caso de estas personajes, funcionan como líderes sociales, que toda la sociedad mundial admira, por sus actos, su personalidad y sus comportamientos. Se puede comparar a las actuaciones de los grupos de manipulación coercitiva (a los que se suelen denominar sectas), líderes egocéntricos dementes, que hacen sus voluntades sin razonamiento ninguno, alejados de toda norma que rigen la conducta humana y los comportamientos sociales, proponiendo sus filosofías ilógicas, totalmente amorales, saliendo totalmente ilesos de las justicia, debido al poder mediático que ejercen.

Dentro de sus perfiles personales, podemos ver a dos individuos que se vengan de las injusticias sociales, sufridores de maltrato físico y psicológico desde niños, educación totalmente alejada de todos los preceptos sociales, personalidades explosivas, sin ningún tipo de concepto de lo que significa el respeto y vivir en sociedad, dado que nunca fue educado para vivir acorde a unos principios sociales. En el caso de la joven, hija de una prostituta, padre abusador que la agrede sexualmente y va creciendo con ese odio interior que va provocando que su actitud vaya creciendo a ser más violenta y agresiva en todos los sentidos. Forman esa pareja consagrada como asesinos en serie, famosa y carismática, que actúan con sangre fría, admirados por las masas sobre todo por los jóvenes. Conducta criminal que alaban los medios de comunicación, causando el efecto contrario, ya que adquieren esa fama y reconocimiento por  su ensalzamiento de la violencia y la agresión. Sin embargo, un psiquiatra comprueba que no son unos enfermos, sino unos psicópatas que conocen perfectamente lo bueno y lo malo, que se ve reflejado cuando asesinan por error al indio.

En definitiva, es una producción algo escabrosa, llena de humor negro, que puede herir la sensibilidad de más de una persona, la música es algo inquietante, el fuego entre secuencias y otras puede dar respuesta a que nos estemos encontrando en una situación infernal donde solo hay cabida para la violencia y la brutalidad, alejado de toda civilización y educación humana. Planteado todo desde la perspectiva de que los medios de comunicación son los que nos venden así las cosas, aprovechándose de la explosión mediática que producen, cogiendo cada factor social, como son la familia, la religión, la educación… todo esto se va viendo debilitado ante la televisión, cómo las personas aceptan un producto elaborado por este medio como algo que forma parte de su forma de vida cotidiana. Hacen del asesinato un fenómeno de masas mundial.