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Los guerrilleros, de Pedro Luís Ramírez (1962)

Hola amig@s, aquí he vuelto a las andadas para traeros un análisis nuevo. En esta ocasión se trata de unas observaciones que hice de la película Los guerrilleros (Pedro Luís Ramírez, 1962) a petición de una persona de mi municipio que pretendía avisarme para exponerlo como la última parte de su actividad cultural semanal. Pero, visto lo visto, solo me buscó para que le consiguiera la película y me he quedado con este contenido preparado. Realmente no es muy dado por aquí lo de remunerar a quienes hacemos investigación en el ámbito cultural desde el paro. La burocracia solo entiende de leyes y de documentación, no del tiempo que dedica un ciudadano a la realización de un estudio cinematográfico, pues desde fuera parece moco de pavo, mas no ha podido ser posible sin la formación académica universitaria de 10 años. Aunque, no me voy a quedar con las notas en el papel y las presento a continuación para compartirla con vosotr@s.

Los guerrilleros es un film español dirigido por Pedro Luís Ramírez en 1962 y estrenado en el año 1963. Por tanto, es realizado en el contexto de la dictadura franquista española e inspirado en la Guerra de la Independencia de 1808. Un conflicto que enfrentó a España, Reino Unido y Portugal contra el primer imperio francés, cuya pretensión era instalar en el trono español al hermano de Napoleón, José Bonaparte.

Y volviendo a la película que nos ocupa, es presentada en género musical, con bailes y cantes de la mano de los protagonistas: Manolo Escobar y Rocío Jurado, quienes interpretan los papeles de José Manuel y Salvadora. En principio, se observan los créditos del inicio mediante tonos grises y de color rojo. Que de alguna manera anuncian sangre, según la simbología y las connotaciones del color de la aportación del texto de Ferrer (1999), quien reflexiona sobre estos matices.

El rodaje se llevó a cabo en la localidad de Arcos de la Frontera, como bien se indica en los códigos textuales. Aunque, se mencionan Córdoba y Andújar como localizaciones. En este sentido, podemos poner de relevancia el trabajo del guionista, pues se trata de un individuo ubicado en un espacio y un tiempo concretos que, de una forma u otra, le puede influir a la hora de la construcción de los personajes y la narrativa presentada en su película.

Por otro lado, tiene presencia la canción titulada “Campanas del amanecer”, que se dio a conocer en 1962, con lo cual, procede del contexto de realización en que se desarrolla esta producción, no en el contexto de inspiración. Que, como mencioné anteriormente, se trata de la Guerra de la Independencia. Además, encontramos referencias al toreo y a la Iglesia Católica, que tuvieron bastante peso durante el período de la dictadura. Hemos observado también unos paisajes verdes, lo que denota una ausencia de sequía, sino todo lo contrario: vegetación viva. Encontramos igualmente referencias a Granada y a Córdoba, y brevemente vemos un patio decorado con elementos de origen marroquí. De alguna manera, implícitamente recuerda al arte musulmán, que permaneció en nuestro país desde 711 hasta 1492, y que dejó importantes influencias en nuestra cultura andaluza.

Asimismo, encontramos canciones con contenido del tipo “esclava a tu servicio” o “y yo soy la flor más hermosa”. Letras total y absolutamente machistas, en las cuales se recalca el atributo de la belleza, y se presenta a la mujer como figura sometida al hombre, sumisa, dependiente, como se demuestra con el comentario de Salvadora, cuando pregunta si puede triunfar en París, expresando estas palabras: “no podría llegar sola” y el personaje masculino le comenta: “para eso estoy yo”.

Por otro lado, se nombra a Herodes, quien fue conocido por sus proyectos constructivos colosales, entre los que están la expansión del segundo templo de Jerusalén, la construcción del Puerto de Masada. Pero aparece en el Nuevo Testamento como quien ordenó la Matanza de los Inocentes en la época del nacimiento de Jesús. El relato trata sobre su orden de ejecutar a los niños nacidos en Belén. Conviene matizar que este relato inspiró numerosas obras artísticas en la pintura y la escultura, y su difusión universal tornó a la figura de Herodes en el arquetipo de opresor que no duda en cometer crímenes. Incluso el asesinato múltiple de víctimas indefensas, por miedo a perder el poder. Idea similar es la que encontramos en esta película, pues sin motivo aparente se quiere asesinar a los franceses, por el miedo de los españoles a perder su poder.

Igualmente se juega y se ignora a la figura de los niños, delante de los cuales se asesina sin escrúpulos y se ven obligados a robar para sobrevivir en su contexto. Utilizados a conveniencia de los adultos que los rodean para hacer recados y caminar cerca de donde resuenan disparos. Además de facilitarles bebidas alcohólicas, tratándolos como si fuesen pequeños adultos. En este sentido, José Manuel comenta: “cuando de niños jugábamos a la Guerra”. Conflicto bélico como juego de niños, sin mayores miramientos ni responsabilidades de los adultos para con estas actitudes y aprendizaje que van adquiriendo, cuyo germen claramente nace o brota durante la infancia si no se promueven valores como el respeto, la tolerancia y el civismo social.

También se menciona la revolución francesa, que tuvo lugar desde 1789 hasta 1799, que marcó el final del feudalismo y sentó las bases de la Democracia moderna. Abriendo los horizontes basados en el principio de la soberanía popular. Algo que no casa mucho con el contexto de realización de esta producción cinematográfica, pues en 1962, en plena dictadura franquista, en las calles españolas reinaban la represión, el sometimiento, la ausencia de libertad de expresión y la penalización de la rebelión bajo penas de muerte o de cárcel. Aunque esto último se hiciese para perseguir el noble objetivo de luchar para la consecución de derechos personales y sociales.

El personaje de José Manuel resulta curioso, porque camela a varias mujeres a la vez, lo que tradicionalmente se conoce como un Don Juan, personaje creado en la literatura española por Tirso de Molina. Se aprecia que encandila a Salvadora, la vizcondesa, Marcelina y otras más. Incluso, en su canción dedicada a Andalucía, habla de “mujer bonita y hombre valiente”. Nuevamente se resalta el atributo primordial de la belleza, como si una mujer no pudiera ser valiente por sí misma o todos los hombres fuesen valientes.

En otro sentido, el reloj marca fervientemente el paso del tiempo, no solo sirve para informar al espectador de la hora en la que se encuentran los personajes. Finalmente, destaco otra de las canciones que aparecen en esta película y que expresa estas letras: “en las heridas que dejó la Guerra, nace una flor”. Lo que supone un intento de romper un pasado de forma fría. Olvidando que las heridas no son bonitas ni agradables de recordar como si de una mera planta se tratase. Obviando igualmente que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Pues un pasado sangrante que se oculta y no está dignamente sanado, regresa a nuestro presente a través de múltiples formas, visibles o invisibles, pero se plantan delante de nuestros ojos para intentar hacernos recapacitar como seres humanos.

Por último, el asesinato final es presenciado por un niño, y el arma es tomada por éste, quizás para reproducir lo que ha visto y lo que ha aprendido.

Después de todo, os recomiendo la película y sería interesante que reflexionéis sobre los detalles que os comento. Aunque comparto con vosotros un fragmento del film para invitaros a verla por completo.

Un saludo amig@s,

 

 

Comentario El abuelo (J.L. Garci, 1998)

Hola amigos, después de un tiempo, vuelvo con una producción que comentar, una película española de 1998, dirigida por José Luís Garci y candidata al Óscar en Hollywood. Este drama de 1998 corresponde a la tercera adaptación cinematográfica de la novela de Benito Pérez Galdós, protagonizada por uno de los grandes actores míticos de nuestro país, Fernando Fernán Gómez, quien aquí nos transmite, con carácter, un gran honor y sentido del deber, así como de sentido común, en uno de los discursos que comparto abajo.

 

 

Uno de estos discursos que, extrapolados a la realidad de nuestro país, en plena crisis de 2016, no en el sentido de crisis económica (que también resulta evidente en estos tiempos) sino crisis de valores, de moral, de ética, de respeto a los derechos humanos…

En este caso, los traidores son personajes ilustres de la localidad (el alcalde, el médico, el cura…), que ven que sus planes de negocio comienzan a flojear por la vuelta de Perú del anciano, por lo que, lo toman como un loco y tratan de encerrarlo en un monasterio.  De manera que, el personaje al que da vida Fernando Fernán Gómez actúa como voz exterior de sus malas conciencias. En este sentido, podemos traer como recuerdo la filosofía que en su momento nos enseñó Thomas Hobbes «el hombre es un lobo contra el hombre». En este caso, la maldad humana provoca que sean capaces de vender sus almas al diablo cuando ven flojear su situación de status quo dominante en el pueblo y lanzan piedras sobre su propio tejado, olvidando parte de su pasado, ignorando  aquella figura que contribuyó en la medida de lo que pudo a que se formasen y tuviesen comida que llevarse a la boca. Aunque, en esta formación integra, se hayan terminado corrompiendo moralmente, hasta el punto de pretender quitarlo de su camino, como dije anteriormente, con el objetivo de mantener sus intereses personales y no muestren ni un ápice de agradecimiento, sino que bajan las cabezas, como señal de vergüenza, la que apenas muestran tener.

Hasta aquí, les animo a que vean la película completa.

 

 

Los niños de Rusia, Jaime Camino, 2001.

A continuación voy a hablar del documental titulado Los niños de Rusia, dirigido por Jaime Camino y estrenado en el año 2001, en comparación con la situación actual.  Un documental en el que adquieren relevancia una serie de personas ancianas, que durante la guerra civil española fueron niños. Unos niños llevados por sus padres al barco, rumbo a Inglaterra, Francia o Rusia, donde llegaron para recibir otra educación, otro calor, otros valores… Una serie de valores y disciplina, que los hicieron volver a su lugar de partida con nuevos conocimientos, pero en algunos casos no fueron reconocidos por la familia, por el estado, aunque en otros casos, el propio país que les dio cobijo, les dificultó posteriormente su salida por distintos motivos políticos/burocráticos. A pesar de todo, a su regreso, aunque anhelaban su origen, se sentían en un país extraño, un país que no lo consideraba partícipes, víctimas, eran forasteros que se fueron cuando eran niños por unos motivos que intentaron olvidar desde la Transición hasta nuestros días. Por lo que, algunos, decidieron volver a aquel país, que puede tener algunos aspectos sociales, desagradables, pero fue el estado que les ofreció comida y un techo donde refugiarse del frío. Algo que el suyo no se dignó a ofrecer por cuestiones ideológicas y políticas. Resulta estremecedor oír estos testimonios desgarradores, palabras que quedaron en sus mentes y han permanecido como huellas, procedentes de sus padres, cuando les manifestaban que no llorasen, en un contexto de dolor, llanto y que fuera de su país serían alguien… prácticamente eran hijos arrancados de los brazos de sus padres por motivos económicos, sociales, ideológicos, políticos.

Sin embargo, un contexto muy diferente al que nos encontramos en la actualidad, pero unidos por un mismo punto,  la emigración. Un fenómeno social en auge, para algunos una lacra, como consecuencia de las desastrosas políticas sociales y económicas. Ideas, políticas, pensamientos progresistas frente a conservadores, que separan a las personas, vulneran su libertad, derechos. Hijas, primas, sobrinas, hermanas, que se tienen que separar de sus padres, de sus amigos, de su familia…, no por conseguir metas o ambiciones, sino por necesidad, por hacerse de un futuro que en este presente y en este contexto, resulta tan difícil conseguir. Aunque, sea por el motivo que sea las separaciones debidas al conflicto bélico de las actuales, las situaciones son idénticas: separación, las distancias largas fragmentan corazones, experiencias, momentos, familias, criaturas que crecen y solo pueden ver a la familia en vacaciones…, abrazos y besos que no terminan nunca antes de la partida, pero solo unos segundos bastan para observar el rumbo del vehículo que llegará a otro punto geográfico, mientras una lágrima cae por los ojos de quien se queda, con el conformismo de «ya está, así es la vida, quien se va siempre vuelve»… Toda una serie de sentimientos y emociones que muchos políticos ignoran desde su sillón de poder, cuando tienen que firmar algún documento «por el bien común» y toma decisiones que precarizan el empleo, hunden familias, ilusiones…

Ante esta situación, resulta muy conmovedor el discurso de que hay que luchar contra la emigración, pero lo cierto es que los años pasan y hay quienes intentan luchar por conseguirlo como meta para evitar que el país se quede medio vacío y las personas cualificadas no se vayan, mientras que hay quienes no están dispuestos a perder su juventud por una cuestión para la que no existe un consenso ni un acuerdo social y político, y directamente coge sus maletas, aunque sepa que el proceso de integración no va a ser nada fácil en un entorno extraño.

Sin más tras el comentario, adjunto los cuatro fragmentos que componen el documental de Jaime Camino y espero que haga reflexionar un poco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Musarañas (Estevan Roel y Juanfer Andrés, 2014).

En Musarañas cobran vida las sombras del pasado, unas sombras que persiguen la conciencia de Montse (Macarena Gómez) y provocan que lleve a cabo una serie de actuaciones cruentas y sangrientas, con quienes se introducen en su madriguera. Una madriguera en la que convive con su hermana (Nadia de Santiago), que se encuentra sometida a sus golpes y bofetadas por no obedecer sus órdenes.

Montse es una mujer que padece agorafobia, se encuentra indefensa ante la sociedad, como podemos apreciar en el hecho de su imposibilidad para salir de casa, ya que, simplemente con dar unos pasos hacia afuera, tienen lugar un cúmulo de sensaciones negativas que le producen ansiedad, refugiándose en su mundo de oraciones y costura.

Su hermana acaba de cumplir 18 años, pero la sigue considerando una niña, como vemos reflejado en sus palabras, cuando la clienta le expresa que ya es una mujer y ella considera que aún sigue siendo una niña; además de la tarta que le realiza para su cumpleaños, en la que le coloca solo una sola vela, como si de un año se tratase.

En su madriguera se introducen una serie de personajes con los que no se siente cómoda cuando descubren sus secretos privados. Carlos (Hugo Silva) se cae por las escaleras, busca ayuda en su vivienda y ésta lo auxilia, colocándolo en una de sus habitaciones. Montse se siente atraída por él y una serie de mentiras se empiezan a suceder, como la ocultación de su hermana en la vivienda, el agua “bendita” que le ofrece, para calmarle los dolores, pero que, realmente, se trata de morfina con el objetivo de tenerlo drogado, para que se sienta incapaz de salir de la casa o la visita del médico que nunca se produce,motivo por el cual va perdiendo la pierna y Montse llega al punto de cosérsela en el colchón, para que no se escape. Toda una serie de mentiras que harán que Carlos reaccione y le exprese que deje de mentir, porque «la verdad la hará libre», por lo que tal vez, no pueda enfrentarse ni a la sociedad ni a su hermana, para asumir una verdad que más adelante descubriremos.

Algo interesante en esta situación es el tema de la situación de esta pierna de Carlos, desconocemos si realmente fue como consecuencia de su caída por las escaleras o ella se lo pudo provocar para evitar su huida al conocer sus secretos después de su estancia en la vivienda. No obstante, la hermana le comenta al muchacho que se vaya de la vivienda en cuanto pueda, porque su hermana es una mujer compleja, mentirosa y peligrosa, pero el chico delira, por momentos, y se encuentra entre ambas hermanas, cada una luchando con las armas que tiene a su alcance: una, con el fin de no ser abandonada y la otra, para que no permanezca mucho más tiempo en esa casa.

En diferentes situaciones que tienen lugar a lo largo de la historia, Montse recibe la visita fantasmal de su padre. Circunstancia que, quizás funciona como voz de conciencia, que le va recordando una serie de hechos que tuvieron lugar en el pasado y le guía a actuar en una determinada línea.

Sería muy fácil comentar que el argumento de la historia va de dos hermanas, una de ellas tiene problemas, no puede salir de la vivienda y la otra realiza los recados, sale de casa y se encuentra sometida a la otra, a sus técnicas represivas, golpes y sangre, pero no es así exactamente, porque al final descubrimos los matices de la historia: Montse confiesa a su hermana que, ante la muerte de su madre, su padre comenzó a enloquecer, la confundía con su madre, le leía pasajes de la Biblia, para que se quedase dormida y no oyese que cada noche su padre abusaba de ella, hasta que un día comenzó a comportarse de forma diferente con ella y, pesando que comenzaría con ella, tomó la decisión de quitarle la vida con un veneno en la comida. Ante esto, su hermana se enfada, la golpea con diferentes objetos, la encierra en una de las habitaciones, hasta salvar a Carlos, pero Montse consigue salir, nuevamente su hermana la golpea, ahora con un cuchillo, y es en este instante, mientras agoniza, cuando le confiesa que, su padre le hizo una foto con su madre al nacer, a pesar de haberle estado diciendo que no tenía ninguna foto con ésta. Una foto que se encuentra junto al cadáver de su padre, detrás de un armario. Hueco, al que acudirá la chica, coge la fotografía y descubre que su madre realmente es la que ha estado considerando su hermana, o al menos, es su misma cara, sus mismos ojos, y tras tenerla a ella no está muerta como Montse le hizo creer.

De manera que una serie de cuestiones comienzan a llegarnos a la mente:

¿Por qué no huyeron las dos hermanas ante los repetidos abusos de su padre hacia la mayor?

¿Ha padecido Montse su agorafobia desde siempre o desde la muerte de su madre o padre?

¿Por qué, finalmente, su hermana pequeña la culpa a ella de sus actos y comportamientos, obviando el papel abusador de su padre?

¿Por qué, realmente, Montse no quiere curarse? Es más, ¿por qué el médico no acude a su casa y guiarla en sus ejercicios de primera mano?

Quizás su madre muriese por otro motivo y la niña fuese fruto de una de esas violaciones posteriores.

Carlos es abandonado en el rellano por la hermana de Montse, tal como hizo con ella en el principio, abandonándolo a su suerte. Una forma de actuación que la pequeña ha reproducido de la mayor, porque ha sido su único patrón educativo, como se ve reflejado, igualmente, en el hecho de que le clava el cuchillo a Montse, aún sin razonar ni comprender que sus anteriores actuaciones, quizás, podrían venir determinadas como consecuencia de las deplorables actuaciones llevadas a cabo por su padre, que le haya ocasionado gran desconfianza en los hombres, un vacío interior, un desequilibrio mental, ante la imposibilidad de salir de casa. Una sombra del pasado que domina su presente, ante su constante presencia en la mente de Montse durante toda la narración y las mentiras que giran en torno a él: su muerte, idealización…, que terminan produciendo una recapitulación de los hechos en la hermana de Montse, con el objetivo de aclarar una serie de circunstancias familiares, personales y comenzar una nueva etapa en su vida, asumiendo una verdad que le fue ocultada.

A continuación os dejo un enlace con el tráiler de película:

El florido pensil (Juan José Porto, 2002).

A continuación subo un fragmento de una película basada en la educación nacional católica durante la dictadura franquista, El florido pensil (Juan José Porto, 2002).

Una película interesante, que se narra por medio de un flash back de un señor mayor, recreando los recuerdos de su infancia. Y en la que apreciamos que los niños quieren ser niños, no guiarse del mundo adulto, quienes lo pretenden educar en disciplina, orden, control, seriedad, rezos obligatorios, prohibiéndoles el juego o la lectura de simples cómics.

Sin embargo, al mismo tiempo que el control de los niños, se pretende el control de las madres, quienes los acompañan a misa, y al mismo tiempo son insultadas por el sacerdote, encarnado por Wyoming, quien expresa que es todo un atrevimiento que las mujeres lleven pantalones, calificándolas de «marimachos», cometiendo pecado «impudicia» Y, con el agravante de «vestir mangas cortas y escote en el interior de la casa del señor». Momento en el que algunas madres lo mira fijamente, lejos de sentirse incómodas o mirar hacia los lados, aunque otras sí bajan la cabeza. Personaje gracioso, si conocemos sus ideas y puntos de vista en el programa que presenta, El Intermedio, cada noche, de lunes a jueves.

Resulta llamativo el símbolo de los iluminatis pintado en la pizara, si nos encontramos en un ambiente nacional católico, en el que la Iglesia tenía mucho poder. Al igual de llamativo, resultan las escenas en las que no aparece el protagonista, que relata la historia desde el estrado del aula, como cuando el maestro habla con su esposa en su casa, porque si no se encuentra presente, ¿cómo puede conocer los detalles del vestuario, decoración y acciones que llevan a cabo otros? O bien, si el primer día de clase aún no ha llegado, ¿cómo relata quién llega antes, quién después, quienes son acompañados de sus padres?

Sobre estos y otros detalles resulta interesante reflexionar, para llegar a posibles conclusiones, como al final, cuando un chico, vestido de negro, mira hacia arriba, para seguir los movimientos de un pájaro, y al mismo tiempo parece que se dirige a nosotros con la mirada.

Comentario de El genio alegre, Gonzalo Delgrás, 1955.

En esta entrada presento el comentario expuesto en la sesión explicativa de la proyección cinematográfica que realizamos en la biblioteca municipal de mi localidad, con unas 35 personas de público, quienes, durante estos meses, han trabajado la obra literaria de los hermanos Álvarez Quintero, y El genio alegre es una producción basada en una de sus obras.
En principio, en la película aparece como fecha el año 1955, pero está inscrita en el Ministerio de Cultura como del año 1956, aunque fue estrenada en 1957 en Madrid. Existen varias versiones, basadas en la obra de estos hermanos. Una de nacionalidad italiana dirigida por Roberto Leone, de 1919; otras dos españolas, una de Fernando Delgado, de 1936, que tuvo que ser abandonada por la llegada de la Guerra Civil y esta última que presentamos, dirigida por Gonzalo Delgrás en los años 50, y se presenta como homenaje a las tierras andaluzas.
En estos años, estaba instaurada la dictadura franquista, con la consiguiente censura previa impuesta. Cada inspector actuaba según su mentalidad, pero cualquier película que no respondiera a los ideales del régimen era censurada y su director debía, bien exiliarse en el extranjero, como el caso de Luís Buñuel, que trabajó sobre todo en México, Francia y Estados Unidos, cuyo cine era incomprendido en nuestro país; o bien, otros, que debían guardar la producción hasta el fin del Régimen, como Luís García Berlanga, con su película La Vaquilla, que salió a la luz en 1985. Aunque también, había una serie de directores que trabajaban de otra manera y así pasar desapercibidos ante la censura, como fue el caso de Juan Antonio Bardem.

Por otro lado, a la hora de comentar una película, es necesario tener en cuenta muchos aspectos, no solo decir que nos parece “bonita” o “fea”, porque son conceptos subjetivos, en base a nuestros gustos, pero no son criterios correctos para calificar la calidad de una película. Es preciso tener en cuenta criterios como el contexto socio-histórico en que se realiza, el contexto en el que se basa, las ideas y políticas del momento. Por lo que, resulta perjudicial ver una película con prejuicios o ideas preestablecidas, porque suelen estar basadas en el cine imperante de Hollywood, y hay directores que pretender romper con estos esquemas y proponen su visión y estilo personal sobre argumentos parecidos a los presentados por este cine comercial americano.
También, a la hora de comentar una producción cinematográfica, no la presentamos como una verdad absoluta, sino que se presenta como una aproximación o posible explicación al porqué del uso de unos determinados códigos y un contenido audiovisual. Aunque, algunos son usados por el cine para expresar ideas concretas, como los espejos, el tren, los pájaros…
Para empezar a comentar esta película, observamos que se nos presenta un universo cerrado de siervos y amos, con el tópico del señorito y el velo obligatorio en la mujer para entrar en la Iglesia, como era típico en la época. Así, como, la persistencia del machismo, la mujer crecía con la idea de casarse y dedicarse a su hogar concibiendo su boda “a la española” con ambos novios vestidos de negro. Negro, como muestra de los entornos y ambientes sombríos de estos años, en los que más que una boda parecería un entierro, por ser un color que no refleja alegría.
Al principio, Consolación, expresa: “todo está igual, nada ha cambiado”, reflejando la idea del inmovilismo de esa España rural, con sus típicos rumores y costumbres que no se pueden romper.
Tenemos, el recurso de las diferentes artes dentro del cine, considerado un tipo de relación transtextual, como la pintura, la mención al propio cine, la literatura, la música. La pintura la tenemos en el momento en que el muchacho está pintando un retrato a Don Eligio, el administrador de la cara de la Marquesa, escena que se asemeja a un cuadro de El Greco, titulado El caballero de la mano en el pecho, de 1580, así como la mención a Velázquez, tal vez como homenaje a ambos pintores. Además de que se recuerda a Góngora y Quevedo en el campo de la literatura.
La presencia de la pintura dentro del cine, se suele emplear en el cine con varias funciones, como pueden ser un simple elemento del decorado; bien como una antesala de la muerte y su reflejo en la pintura; o, como muestra de una posición social elevada, que sería el caso de esta película.
Por otro lado, estaría la música, el cante, el baile, para reflejar que era una etapa alegre, como que no era así, por el contexto de dictadura; o bien, como muestra de la ausencia de alegría en estos años. Como nos transmiten las palabras del acompañante de tren de Consolación, cuando expresa: “que se mueran los feos”, ya que los serios no aportaban felicidad. Palabras que chocan con las de los sirvientes cuando comentan: “lo de cantar y reír lo va a tener que dejar en la puerta”. Ya que, en esta etapa, priman la disciplina, el orden, el control y una férrea moral católica, y cualquiera que cantase, era silenciado. A lo que Consolación propone risas, cante, baile, y así romper con esa tristeza, que se refleja también en las flores, como cuando la Marquesa comenta “los rosales se secaron hace tiempo”, además de la fuente, ausente de agua.
También, aunque veamos la película en blanco y negro, aparece la mención al color verde, que es afín a la naturaleza, como es el entorno rural en el que nos encontramos; color que solemos buscar al salir de un trauma, por este contexto, se trataría de la Guerra Civil. Además de ser un color que proporciona calma y paz interior, la que pueden estar añorando en este contexto de dictadura; símbolo también de la esperanza, la que siguen manteniendo algunos personajes.
Se hace referencia a la filosofía, con la presencia del loro llamado Platón, con el que Don Eligio mantiene conversaciones y reflexiones sobre la vida. Un pájaro que no está totalmente encerrado en una jaula, sino que está en un colgador, pero está domesticado. Lo que, podría significar que, aunque la sociedad estuviese formada, educada, debía seguir las instrucciones de su señor, a pesar de tener los instrumentos necesarios para volar en libertad.
La presencia de los espejos es un recurso simbólico que refleja la insatisfacción humana. Y el tren se suele introducir como símbolo del paso del tiempo, un tiempo que les parecería no iba a terminar nunca.
La Iglesia parece por todos lados, había un hondo espíritu religioso, de virgen, oración, romería…, impuesta tanto a criados como señores, tanto a creyentes como a no creyentes. Ya que, en esta época, la institución eclesiástica y el régimen se prestaban apoyo, imponiéndose así el nacionalcatolicismo en nuestro país. Pero, abriendo la puerta a otras creencias y religiones, como el momento en que, mientras comen, Don Eligio habla de distintos dioses griegos y romanos, entre los que podemos mencionar a Minerva, la diosa romana de la sabiduría y las artes. También, cuando la amiga de Consolación va por la calle cantando y se dirige a un señor con estas palabras: “recuerdos a papá Noel”, personaje navideño más propio de religiones protestantes, que suele aparecer más comúnmente en Finlandia, Noruega y Estados Unidos.
Éstas han sido las reflexiones que he podido extraer de esta producción cinematográfica, abiertas a otras interpretaciones y visiones que se quieran realizar, ya que, si recordamos a Nietzsche “un mismo texto permite numerosas interpretaciones, ninguna considerada objetiva y correcta”, porque no puede ser demostrable científicamente.
A quien le interese ver esta película, se encuentra completa en Youtube.

Finalmente, me despido por este año. Ésta ha sido la última entrada de mi blog de 2014. Agradezco nuevamente a aquellos que me leen, que les quiero desear un feliz año nuevo, que se cumplan vuestros sueños y que saquéis lo mejor de cada película.

La criatura (Eloy de la Iglesia, 1977).

Una película basada en el contexto de la dictadura franquista como trasfondo, pero protagonizada por una mujer (Ana Belén) y un perro.
La joven viaja con su marido, pero el susto de un perro le provoca un aborto. Por tanto, deciden acoger un animal de compañía de estas características con el fin de superar la fobia. Sin embargo, la protagonista considera el perro como un individuo con el cual mantener una relacion estrecha, adquiriendo éste capacidades humanas, y se le echa encima en celo, con el ánimo de mantener un momento íntimo antinatural y aterrador. Saltando a la línea de lo monstruoso y desequilibrado.

Ello se consitituye como unos hechos ignorados por su marido, porque percata que está más pendiente del animal y busca como amante a su compañera de trabajo.
Relaciones prohibidas, antinaturales y enfermizas de la mujer con su perro, al que otorga mayor dedicación y se siente algo “celosa” cuando su marido le regala una perra, para que este animal tenga con quien jugar y así tener mayor intimidad. Perra que aparecerá muerta, pero desconocemos realmente si la habrá matado el perro o su dueña, al sentirse mosqueada por su compañía.
El perro parece que tiene un sexto sentido, pues ladra efusivamente cuando el marido abusa sexualmente de su esposa, cuando le grita… Sin embargo, deciden darlo en adopción. Aunque los lazos que se crean entre la mujer y él suscitan su vuelta posteriormente. Tendremos conocimiento de que está embarazada días después del suceso en el que el perro se le echó encima y de que el marido abusase de ella. Por tanto, resulta un misterio y un milagro el estado de gestación. La esposa se mudará de la vivienda y se instalará en el chalet alejado de la ciudad. Su intención es poner al niño el nombre del perro.
Una historia ciertamente desagradable, que puede interpretarse como que su soledad, dado que su marido otorga más importancia a la política y su trabajo, hace que sienta un vacío emocional interior que solo puede llenárselo su animal de compañía, con el que comparte momentos. Aunque también puede suponer una crítica social al matrimonio tradicional que, con en los primeros años de Transición Política y los nuevos valores de la democracia, se instala en la sociedad española. Pues recordemos que «la movida madrileña» llevada a cabo en estos años supuso una ruptura cultural y social, con la apertura a las nuevas sexualidades que durante los años  de la dictadura franquista pretendieron acallar.
Os adjunto un fragmento de la película para que reflexionéis sobre el porqué de las relaciones antinaturales, producidas posiblemente como trauma de la ausencia de libertad de la época franquista, el sexto sentido de los perros.

Un Franco, 14 pesetas

Película dirigida por Carlos Iglesias. El argumento gira en torno a dos españoles que son despedidos de sus trabajos en la década de los 1960 en España, y se ven obligados a irse al extranjero a trabajar, dejando atrás a sus familias. Al llegar a Suiza, Martín y Marcos comienzan una aventura con unas mujeres del hotel. Parece que la calidad de vida es bastante mejor aquí, hay mejores sueldos, la educación es gratuita…

Todo cambia cuando la familia de ambos llegan allí y comienzan una vida diferente en este país, con su mujer e hijos. Años después, vuelven a España, y tras despedirse Martín de Hanna, con quien tuvo una relación en secreto, observa que la niña tiene rasgos germánicos pero es morena, y se da cuenta que es hija suya también, de la relación que mantuvieron en secreto.

El argumento está basado en la historia real del director Carlos Iglesias. Su personaje en la película se identifica con su padre en la realidad. Fue la primera película del director, que fue nominado a los Premios Goya al mejor director novel.   El título tiene doble sentido: por un lado hace referencia al cambio monetario de la época entre el Franco suizo y la peseta española, y por otro lado alude al dictador Francisco Franco.

La mayoría de los planos que vemos son planos cortos de los personajes, primeros planos, y al llegar a Suiza pues vemos numerosos planos generales de los paisajes. Movimientos de cámara como panorámicas que acompañan el movimiento y las acciones de los personajes, o para visualizar un paisaje de un lado a otro, plano contraplano para conversaciones entre dos personajes, planos picados y contrapicados para mostrar la superioridad e inferioridad de unos personajes con otros. Al llegar a España, la iluminación del sol juega un papel importante, en contraste con las sombras y los cielos nublados de Suiza.  En varios momentos localizados en exteriores de noche, en Suiza, pareciera que se han utilizado filtros de color en la cámara. La música, para ambientar ambos países y acompañar a situaciones dramáticas o alegres.

Al principio, en los escenarios de España vemos tonalidades oscuras, vestuarios oscuros, todo con sensación más de tristeza. Sin embargo, al llegar a Suiza, hay tonalidades más claras, aunque es un país más frío, más solitario en las calles, calles más limpias, todo más tranquilo, más sosegado.  El hijo de Martín, siente mucho el cambio entre ambos países, por un lado Suiza, un país donde hay más respeto entre maestros y alumnos, mejores amigos, mejor casa, educación pública y gratuita, más tranquilidad, todo más verde, más limpio por las calles, los bosques… y a la vuelta a España, donde hay jaleos por las calles llenas de gente, niños agresivos tirando piedras a perros, compañeros que le enseñan a hacer «chuletas», colegios donde hay que pagar y curas que le pegan con una regla en la mano.

Para finalizar, no es una película que destaque por su lenguaje audiovisual en movimientos,  planos e iluminación, pero está muy bien ambientada en cuanto a escenarios de ambos países y el argumento es muy interesante por la calidad en la historia.