Lars Von Trier y el Dogma 95

Hola amig@s, en esta entrada voy a comentar el estilo cinematográfico que presenta Lars Von Trier y su particular interés hacia el Dogma 95.

Este director nace en Copenhague en 1956. Se trata de un director de cine reconocido mundialmente por la visión crítica del mundo que muestra en sus películas, generando bastante polémica por los críticos. También ha dirigido series para la televisión danesa, como por ejemplo: “The Kingdom” y “The Kingdom II”. Su primera obra se denomina “Orchidergarneren”. En particular, con su segunda obra llamada “Nocturne” triunfó en el Festival de Cannes.

Como se anunció anteriormente, Lars Von Trier fue uno de los creadores del Dogma 95, junto con Thomas Vinterberg, Kristian Levring y Soren Kragh-Jacobsen. Se trata de un movimiento cinematográfico que pretende apartarse de los efectos especiales y de la forma de trabajar del star system de los grandes estudios de rodaje.

En el marco de este Dogma 95, estos directores redactan una serie de «reglas indiscutibles» a las que denominan Voto de Castidad. Estas reglas son las siguientes:

-El rodaje debe realizarse en exteriores y los decorados deben ser naturales.

-Solo debe tener los sonidos propios de la acción.

-La cámara debe sostenerse en la mano.

-La película tiene que ser en color y la iluminación debe ser natural.

-Los trucajes y los efectos especiales están prohibidos.

-La película no debe contener ninguna acción superficial.

-Los cambios temporales están prohibidos, todo debe tener unidad espacio-temporal.

-Las películas de género no son permitidas.

-El formato debe ser en 35 mm.

-El nombre del director no debe aparecer en los títulos de crédito.

Estas son las características del dogma puro, pero los mismos iniciadores de este manifiesto violan algunos de estos preceptos, porque los consideran absurdos.

Algunas películas que surgen en el seno de este movimiento cinematográfico “Dogma 95” son las siguientes: “Los idiotas” de Lars Von Trier; “Mifune” de Soren Kragh-Jacobsen; “El rey está vivo” de Kristian Levring; “Los amantes” de Jean Marc Barr; “La celebración”, de Thomas Vinterberg. Aunque, efectivamente algunas de estas películas no cumplen totalmente las características del movimiento Dogma 95, como por ejemplo sucede en “Mifune”, pues se presentan algunas tomas aéreas y, de esta forma, incumple la norma de cámara en mano.

En particular, en el caso de Lars Von Trier, prefiere utilizar la cámara en mano, barridos constantes, que incluso molestan al espectador, utiliza varias tonalidades de color. Confiesa que hace películas para satisfacer a Dios y al hombre, pero el resultado puede no ser agradable y puede tener consecuencias sociales bastante nefastas.

Una de sus películas más dramáticas se titula “Bailar en la oscuridad”. Esta película forma parte de la trilogía “Rompiendo las olas” y “Los idiotas”. Este filme conjuga momentos de comedia, drama y toques de tragedia griega. La protagonista, Selma, encarnada por Björk, es una madre soltera inmigrante que vive en Estados Unidos y algunos conocidos se aprovechan de ella en ocasiones al ir perdiendo la vista paulatinamente. Selma se evade de su dura realidad a través de sus fantasías musicales, cantando y bailando. Al ir perdiendo la vista y su hijo también, se tiene que poner a trabajar para poder sufragar los gastos de la intervención quirúrgica a la que lo tienen que someter. Así pues, se incorpora a trabajar a una empresa de fregaderos, pero al descubrir su ceguera inminente, el jefe la despide. Sin embargo, el sheriff, con quien mantiene una relación amorosa, le roba el poco dinero que ha podido ganar. La joven entra a su vivienda a reclamarle el dinero, pero cuando lo tiene en sus manos, él la apunta con su pistola y grita para hacer creer a su esposa que ella ha ido al quitarles el dinero. Por accidente, el arma se dispara y el señor pierde la vida. Por este crimen, la mujer es condenada a pena de muerte. Considero bastante crueles los momentos del final, pues al no conseguir quitarle la vida, prolongan el desolador momento en una escena rodeada de gemidos y dolor implícito. Hasta que un silencio doloroso cierra la película. Efectivamente, Von Trier conmueve al espectador con silencios desoladores.

Desde el punto de vista técnico, esta película está rodada con 100 cámaras, para captar todos los ángulos posibles, la fotografía es brillante y la coreografía bastante significativa. Asimismo, podemos destacar de este director que ofrece una visión imponente y bestial de la naturaleza; apuesta por estar cerca del gesto y la presentación de finales trágicos, tanto en este filme como en otros que conforman su filmografía, como “Anticristo” (para la que recibe influencia de Tarkovsky) y “Melancolía”. Además de la mujer como figura sometida al hombre (engaño y error, aprendizaje, rupturas…), en forma de denuncia social. Siendo interesante también poner de relevancia que presenta una estructura dividida en capítulos. En definitiva, sus temas giran en torno al trauma, el psicoanálisis, las crisis personales y las convenciones de género.

Finalmente os comparto varios fragmentos que recoge su estilo, algunas de sus películas y sería interesante que aportarais algunas consideraciones al respecto.

2 pensamientos en “Lars Von Trier y el Dogma 95

  1. Muy interesante tema, no soy especialmente fan del dogma ni del señor Trier, pero es cierto que es de las corrientes más excéntricas (por no decir la más).
    Tal vez sería genial un artículo sobre Thomas Vinterberg, a mi parecer más brillante que Trier, y menos reconocido dentro de lo que sería el dogma (igual porque es el que más patadas le da a sus normas), creo que solo con La Caza se podría hacer toda una tesis de él.

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