Archivos por autor | Nieves Corral

Reflexiones en torno a Los pájaros (Alfred Hitchcock, 1963).

La ocurrencia de esta entrada se debe a las reflexiones que mantuve, últimamente, con una amiga, en relación a esta película de Hitchcock, sobre la cual reflexionamos sobre la presencia y el porqué de la violencia de estos animales en esta historia.

Antes de exponer las reflexiones, me gustaría hacer una introducción sobre el director, Alfred Hitchcock, quien fue considerado un pionero en muchas técnicas que caracterizan a los géneros cinematográficos del suspense y thriller psicológico.  Fue innovador en la utilización de la cámara para imitar la mirada de una persona, obligando, de esta manera, a los espectadores a participar de cierta forma de voyeurismo. Empleaba encuadres para producir ansiedad, empatía o miedo. Sus relatos suelen estar protagonizadas por fugitivos de la ley y actrices principales con cabello de color rubio. Sus tramas presentan giros argumentales en el desenlace, con historias perturbadoras que se mueven en torno a la violencia, crimen y asesinatos.  Sus innovaciones técnicas y puntos de vista han influido a muchos cineastas como puede ser François Truffaut, Roman Polanski, Martin Scorsese, Steven Spielberg, entre otros muchos.

Para esta película se basó en una novela homónima del año 1952, a su vez, basada en hechos reales y escrita por Daphne Du Maurier.  Hecho real que ocurrió el 28 de agosto de 1951, publicado en el periódico local Santa Cruz Sentinel (California), en la Bahía de Monterrey, donde se informaba de la siguiente forma: “Sobre las tres de la madrugada, una lluvia de pájaros se precipitó sobre los tejados de las casas despertando a la población que, asustada por la ofensiva de las gaviotas, salió corriendo de sus viviendas y se defendió con improvisadas antorchas de fuego. Por la mañana, los habitantes de la ciudad se encontraron con las calles cubiertas por los cadáveres de los animales. Las aves, que vomitaron pedazos de pescado -su propia comida-, despedían un hedor insoportable y pestilente”. Información que llegó a Hitchcock y que barajó, ordenó para conseguir la adaptación y construcción de esta película.

Posteriormente, en el año 2011, unos biólogos marinos de la Universidad de Luisiana, tras años de investigación, llegaron a descubrir que pudo haberse debido a una intoxicación de las aves al comer un alga que contiene un veneno. La toxina encontrada es el ácido domoico, que daña al sistema nervioso.

Además, en Estados Unidos se dio un caso de ataque de aves, ocurrido a una familia. Al parecer, los pájaros iban en grupos de 100 a 300 y atacaron a esta familia, compuesta por 4 personas, y ninguno llegó a sobrevivir al incidente. Aparentemente, las aves no agredían para alimentarse, sino que su comportamiento pudo deberse a una intoxicación con ácido domoico.

Pues bien, tras esta contextualización sobre la peligrosidad de esta toxina, que pudo provocar los incidentes, vamos a comenzar el comentario sobre la película de esta cineasta. Más allá de entrar en la trama argumental de la película, mejor la dejo a un lado, para animaros a contemplarla a vosotros mismos. Me voy a centrar en el ataque de estos animales a diferentes personas, cómo unas gaviotas pueden llegar a atemorizar a todo un municipio.

La película nos recuerda a desastres, catástrofes naturales…, que suelen ser más comunes que un simple ataque de aves.  Algunos elementos de esta producción los podríamos encontrar en la mayoría de las películas de catástrofe, como son la descripción de una historia personal, descripción de una comunidad y sus reacciones de cara a este desastre.

El comportamiento de estas aves se vuelve más insólito, hasta el punto en que Bodega Bay se rodea de un caos con explosiones y ataques por su parte. Melanie, Mitch y su madre, además de Cathy se encierran en la casa de la familia Brenner. Transcurre mucho tiempo hasta que Melanie oye ruidos procedentes del ático. Cuando entra, ilumina el espacio con un farol, observa el techo roto y varios cuervos sobre una cama. Las aves la atacan, pero Mitch la saca del ático y bloquean la puerta. En diferentes momentos, los personajes hablan a qué se puede deber el ataque de estas aves, algunos comentan que es mentira, que los pájaros no son agresivos; otro expresa que se trata del fin de mundo… cada uno va indagando sobre los motivos, causas.

Reflexionando un poco sobre esta película, Hitchcock declara que «se podría decir que el tema de los Pájaros es el exceso de autosatisfacción que se observa en el mundo: la gente es inconsciente de las catástrofes que nos amenazan».  Es decir, ya, en aquella época, los años 60, había quienes comenzaban a preocuparse de la poca conciencia de la sociedad hacia el entorno natural, los desastres que provocan los propios seres humanos. No obstante, el vuelo de los pájaros simboliza la libertad en el mundo, libertad que, a veces, se usa para atacarnos unos a otros por diferentes problemas o cuestiones personales, sociales. Las personas se agreden a sí mismas (peleas, conflictos bélicos, represión…) y al mismo tiempo a la naturaleza, ya sea por motivos de supervivencia, ocio,  exploración de nuevas formas de explotación como excusa de aumentar la economía (búsqueda de petróleo, construcción de armamento nuclear, caza…), sin ser conscientes del daño que pueden llegar a ocasionar a la capa de ozono, animales en peligro de extinción, calentamiento del ártico y desaparición de especies de estos helados entornos. Por otro lado, los animales, a su vez, se protegen de los seres humanos de diferente forma, con el comportamiento propio de su especie, bien arañando, picando, mordiendo, agrediendo, como por ejemplo insectos, perros, osos, gatos…, y en este caso que nos ocupa, los pájaros. Pájaros, que provocan el pánico en un microcosmos, agrediendo de forma indeterminada, sin nadie como objetivo particular, sino al azar y a ellos les ha tocado. Ya, no por defenderse en un momento específico, por algo que alguien les ha podido hacer, sino como un ataque, intentándose defender de las acciones contra el medio natural de la sociedad en su conjunto.

Esta reflexión, posible explicación a estos ataques por parte de estos animales, puede verse refutada desde otro punto de vista, que, a priori, puede parecer irrelevante. A la hora de conocer el por qué un artista trabaja de una determinada manera, es imprescindible conocer sus antecedentes. Sea el caso por ejemplo de la pintura, el arte moderno, del cual mucha gente se expresa opinando “ese cuadro lo podría haber pintado yo”. Pues bien, un artista se ha podido basar en su infancia, si fue traumática, si su educación estuvo marcada por preceptos religiosos o liberales, para realizar una determinada obra… En este caso, podríamos enmarcar a este cineasta,  los padres de Hitchcock eran comerciantes de clase media, de rigurosa educación católica. Es en este aspecto en el que vamos a incidir. La actitud de estos animales, no era normal para este microcosmos,  que los tenía aterrorizados, a causa de su violencia, agresiones… la maldad mostrada por el diablo, según las doctrinas de la religión católica. Ahora bien, tal vez su educación fuese tan aferrada que le haya calado y refleje a estas aves como demonios, que vienen del más allá a hacer daño a la gente y tienen que buscar la salvación en el rezo; o bien, todo lo contrario, unas doctrinas tan férreas le han podido ocasionar el otro efecto, detestar a tal punto estos preceptos, con la intención de reflejar que es Dios quien viene del más allá a hacer daño a la sociedad, coartar su libertad de movimiento tanto a nivel social, como a nivel personal, privado, íntimo, introduciéndose en un hogar y atacándolos desde el interior.

Sin más, hasta aquí las reflexiones, no he pretendido proponer una visión absoluta, objetiva e irrefutable, sino presentar distintas perspectivas con las que apreciar una obra audiovisual, seguir reflexionando y aportando ideas.

Adjunto unos fragmentos para que contempléis algunos detalles:

 

 

 

 

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=K6sFnJkIelc

 

La dignidad humana en los fascismos

El concepto de dignidad humana se origina de la antigüedad griega, enriqueciendo su significado y alcance a lo largo de la historia, pasando de un concepto vinculado a la posición social, a expresar la capacidad moral de las personas, constituyéndose en un fundamento de los derechos humanos [1]. Durante la etapa clásica no se reconocía el mismo valor jurídico a todos los seres humanos, ni todos los ciudadanos poseían los mismos derechos. Los amos gobernaban a los seres más desvalidos, como es el caso de las mujeres, los niños y los esclavos, quienes se veían sometidos a la voluntad de sus dueños o señores, los únicos que podía disfrutar de derechos civiles y grados de dignidad [2].

La dignidad humana conlleva una obligación de respeto que descarta el tratar a los demás como objetos, además de las relaciones de dominación [3]. Es este respeto hacia el ser humano, el que no apreciamos en algunas producciones basadas en las etapas de auge de la dictadura franquista en España y el nazismo en Alemania. Caracterizadas, sobre todo, por el uso de la violencia.

Un informe de la OMS titulado World Report on Violence and Health [4], expresa que la violencia es el uso de la fuerza, el poder, contra sí mismo, otra persona o comunidad, que produzca lesiones, muerte, daños, privaciones o trastornos de algún tipo. En este sentido, nos encontraríamos con odios prototípicos [5], que vienen a ser odios públicos o políticos y se parecen a los odios indeterminados, ya que conducen al rechazo hacia tipos de personas.

Los casos de los fascismos español y alemán eran caracterizados por el rechazo a los considerados “inútiles” para el sistema, entre los que se incluirían los republicanos, y éstos a su vez rechazaban a los fascistas; a las personas de otras razas que no fueran la blanca; los pertenecientes a otras religiones, como los judíos, musulmanes; los enfermos; los homosexuales. Además de, no el odio específicamente, pero la consideración de inferioridad de las mujeres, a quienes encomendaban la labor de casarse y ser sumisa al sexo masculino. Y, en general, aquellos ciudadanos que no defendiesen la ideología con la que pretendían adoctrinar a la sociedad, ya que eran designados “traidores de la patria”, un delito tipificado con penas de prisión o de muerte.

Entre los medios a través de los cuales los “inútiles” o “traidores de la patria” intentaban sobrevivir tenemos: el estraperlo, la prostitución, el sometimiento a formar parte de la doctrina nacional católica a pesar de estar en contra, ofrecimiento para trabajar para las grandes fortunas y así garantizarse un sustento, obedecer órdenes de las autoridades políticas y civiles. Además de una práctica para favorecer a estas grandes familias que no tenían posibilidades de garantizar descendencia: la compra de bebés, arrebatados a sus madres apenas llegaban al mundo. Ignorando la dignidad de esas madres y las de los niños, que crecerían entre mentiras. Creyéndose, unas hermanas de la caridad, con derecho a vender un niño sano y creer el hecho de estar haciendo “una buena obra”.

El estraperlo formaba parte de estos períodos críticos de fascismos. En paralelo a los precios oficiales, se generó un mercado al margen de estos, lo que daría lugar a unos entornos de desorden, ilegalidad, miseria, al mismo tiempo que la resistencia y represión. Algunos hicieron de este fenómeno un medio para enriquecerse, mientras que la mayoría recurrió a él para garantizarse un sustento [6], debiendo abandonar su honor, su “dignidad”, para satisfacer las necesidades más básicas, llevando a cabo actividades de todo tipo, ya fuere este estraperlo, como la prostitución. Sin embargo, el poder toleraba cuando este mercado era desarrollado por sus adeptos, mientras que reprimía si era practicado por los grupos más humildes, esas  clases sociales a las que no prestaba interés para construir su proyecto político. Este mercado negro constituyó un instrumento para garantizar la continuidad del régimen: por un lado, complacía a sus apoyos sociales que les prestarían su apoyo, y por otro, quebrantaba a las clases sociales más humildes, identificadas con un pasado comunista [7].

Comenta Kant [8], en su Metafísica de las costumbres, que la dignidad es un derecho y un deber de todo individuo, como miembro de la humanidad. Un valor intrínseco del ser humano, que le otorga derecho a no ser instrumentalizado ni despreciado. El desprecio consiste en atribuir a algo carencia de valor y es este ultraje y humillación el que padecían los considerados inferiores, por no defender unos ideales afines. Sin embargo, puede considerarse desprecio o bien, amor a la vida humana, la compra de bebés en ambos puntos geográficos dictatoriales. Compra y venta, tras las que hemos descubierto que existió todo un entramado de personas que prestaban su conformidad con la venta de la vida humana, como si de un producto de consumo se tratase. Sin embargo, consista en un acto de amor o de desprecio, en Alemania irrumpen voces sobre el caso de los niños fecundados o apropiados por la institución Lebensborn, creada por Himmler durante el Tercer Reich, con el objetivo de facilitar y controlar el nacimiento y la posterior educación de niños arios, engendrados por mujeres seleccionadas para este fin y oficiales de la SS. Para este propósito, se crearon una serie de granjas, en países ocupados, como Noruega, donde nació la escritora Gisela Heidenreich, quien desde 2002 hasta 2011 ha presentado varias novelas en las que relata su traumático pasado y donde encontramos también sus investigaciones sobre los silencios de su familia acerca de su origen y las mentiras con las que creció. Estos niños eran adjudicados a familias, con certificados falsos. Los niños descartados eran enviados a campos de concentración infantiles (Kalish, Dzierzazna y Litzmannstadi) o bien a campos de exterminio. Hace unos años, sale a la luz un trabajo publicado en 2012, titulado Niños robados y adopciones forzadas, su presencia en la memoria colectiva en España y Alemania (Arno Gimber y José Manuel Rodriguez), en el cual los autores comparan las acciones del franquismo con las llevadas a cabo por la República Democrática Alemana para castigar a ciudadanos disidentes [9].

Del mismo modo que la condena de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa a España, en marzo de 2006, a causa de la dictadura fascista. Condena que, supuso un reconocimiento internacional al caso de los niños desaparecidos del franquismo. Retenidos a madres republicanas o solteras, para entregárselos en adopción a familias defensoras del régimen a cambio de una retribución monetaria. Menores, que, en la actualidad ya son adultos, que desconocen su verdadera identidad, y están siendo buscados por familiares, a través de asociaciones y plataformas de colaboración, ya que resulta patente el olvido por parte de las Administraciones del Estado, para cumplir la obligación de reparación e indemnización por los daños ocasionados. A diferencia de Alemania, que ha llevado a los tribunales a los últimos desertores nazis hasta hace pocos años [10].

En principio podríamos comentar la serie Sin identidad, en la que una chica de 27 años tiene conocimiento que es adoptada en una visita rutinaria a la ginecóloga y ésta le comenta los problemas de su madre, que tuvieron que operarla dos años antes de su nacimiento, tras lo que no podía quedar embarazada. Hecho que no le cuadra y llega a la conclusión que fue adoptada. Acude a su padre a pedir explicaciones y le pregunta por qué no se lo dijeron, a lo que él responde: “Y, eso, ¿qué importancia tiene?”. A lo que la chica vuelve a preguntar: “¿Tan denigrante fue mi nacimiento como para tener que ocultármelo toda la vida?”.  Creyéndose con autoridad para no proporcionarle la información de sus padres biológicos.

Entre las producciones que vamos a pasar a comentar, se encuentran, en principio, La voz dormida (Benito Zambrano, 2011), donde apreciamos que las hermanas que bautizan a los niños nacidos en el pabellón de madres, son las encargadas de controlar que las prisioneras obedezcan la palabra del señor y quien no siga ese camino, será agredida, vejada e insultada. Como a una mujer, a quien una de las monjas grita “roja sacrílega, que no te mereces ni el aire que respiras”, obligándola a besar una figura de Dios en la que no cree. Más que prestarles un servicio, observamos un adoctrinamiento forzado. Escena que terminará con la figura en el suelo, rota, y varias monjas y encargadas agreden a esta mujer con una porra, mientras le expresa “puta, vas a arder en el infierno eternamente, con todos los de tu calaña”. Sacan a la mujer del salón y dirigiéndose a todas las demás, la monja les expresa “en este país no habrá paz hasta que todos los rojos estén en la cárcel o muertos”. Finalmente, una de las encargadas que agredió a esta mujer, le entrega a Pepita el certificado de bautismo de su sobrina. Somos testigos de las humillaciones a la vida humana, pero tras el nacimiento se procede al bautismo del bebé, para que comiencen una formación como “buen cristiano”. Ignorando si los familiares tienen esa creencia o si desean iniciar a un bebé en la religión católica. Mientras que se cumple el mandamiento “Amarás a Dios sobre todas las cosas”, se incumple el relativo a “No matarás”, ya que todas las encerradas terminarán asesinadas a manos de los oficiales. No obstante, una de las encargadas, con algo de humanidad, deja que Hortensia abrace a su bebé hasta el momento de su fusilamiento.

Por estas y otras actuaciones, comprobamos que el amor a Dios es superior al de la vida humana, la cual no tiene precio si no profesan la creencia que imponen, por lo que su dignidad e integridad física parece importarles muy poco. Por tanto, consideraban necesario ultrajar a las prisioneras, forzándolas a realizar actos que no deseaban, porque, lo importante para ellas no era la voluntad o el deseo de los seres humanos, sino imponer la doctrina nacional católica, ya que, a su vez, era impuesto por su superior.

También, podemos hablar de Silencio roto (Montxo Armendáriz, 2004), en la que el teniente de la Guardia Civil obliga a un niño, Juan, a cavar una fosa, con una azada, en la que piensan enterrar a su padre. Expresándole que lo deberá hacer cada día, al salir del colegio, hasta que encuentren a su padre, que no va a tardar en caer. Momento que apreciamos varias veces durante la historia y que al final servirá para enterrar a algunos miembros de la familia, pero no a su padre, que permanecerá con su lucha en el monte. De la misma forma que se desprecia la vida de estas personas, se desprecia su muerte, ya que cualquier lugar les parece normal colocar o introducir los cuerpos de quienes no consideran de interés para la sociedad, como vemos también cuando alguien yace muerto bajo una manta, en un lugar cercano a las dependencias de la Guardia Civil. No conocemos quién es, pero a nadie le importa tampoco, los rostros, los nombres y apellidos, nada que esté relacionado con los antifascistas parece tener valor para los defensores de la dictadura franquista. Son sus objetos, a través de los cuales conseguir su objetivo: imponer la voluntad del dictador, para así terminar con cualquiera que no obedeciese el orden nacional católico.

Como observamos igualmente en El laberinto del Fauno (Guillermo del Toro, 2006), que se repudia a las víctimas del franquismo, por motivos de religión e ideologías, que alejan a las personas. Al comienzo de esta historia, una voz nos relata la huida de una princesa de un mundo subterráneo y por un momento apreciamos unas imágenes de unas vértebras abandonadas, ubicadas en las ruinas de Belchite [11], de forma cruel e inhumana. De la misma manera en que fueron enterrados los cuerpos de las víctimas de la Guerra Civil y posterior dictadura, en fosas comunes, sin merecimiento, por parte de las autoridades, de una dignidad o respeto, porque según su opinión, ese mérito solo lo podía disfrutar los vencedores. Hacia el final de la historia, el oficial del ejército franquista, el marido de Carmen, le expresa al médico que si tiene que escoger, salve al bebé. Ha cuidado a mujer durante su embarazo, forzándola a moverse en silla de ruedas, solo para proteger al niño que llevaba en su interior. Sintiéndose con autoridad para proponer, más adelante, la muerte de uno u otro. Aunque, al descubrir las acciones del doctor, que ha estado ayudando a los republicanos en el monte, procede a quitarle la vida, antes del alumbramiento. De igual forma que, con un tiro, termina con la existencia de Ofelia. Una criatura que no ha tenido culpa de ningún hecho en esa España de dolor y sufrimiento. Ha vivido alejada de odios, rencores o conocimiento de vencedores y vencidos. Simplemente se dejó llevar por su imaginación infantil, como forma de escape de ese mundo de  resentimiento y enemistad causados por las ideologías o repulsiones a determinados colectivos sociales. De la misma manera que podemos apreciar en La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993) cuando el cuerpo de una niña con chaqueta roja es trasladado en una carreta, entre escombros, por prisioneros de los campos, obviando que se trata de una niña de corta edad, ajena a las ideologías extremistas, cuyo único objetivo es protegerse de la contienda.

Extremismos como el del maestro Enning, en la película Alemania, año cero (Roberto Rossellini, 1948), cuando, tras la Guerra, influye a Edmund, expresándole que los inútiles y enfermos son una carga para el sistema, ya que solo los fuertes vencerán. Siguiendo esta idea, el niño envenena a su padre, y mientras se produce la agonía, no puede mirarlo a los ojos, baja su mirada, ya que no encuentra la valentía para hacerlo. Tras el fallecimiento, los residentes del condominio se plantean qué hacer con el cadáver, si quitarle la ropa o introducirlo en un saco, para sacarlo del lugar. Tras la destrucción de las infraestructuras urbanas durante la II Guerra Mundial, se ha provocado también la pérdida de humanidad y respeto a los cuerpos recién fallecido. En este caso, pretenden introducirlo en un saco, como si de un objeto se tratase. O quitarle la ropa, para quedársela entre todos, ante la ausencia de recursos para sobrevivir, y con la que podrían obtener algo de dinero para comprar en el mercado negro. Finalmente, el niño se dejará caer por unas ruinas, bajo las que yacerá sin su familia, quien realmente no estuvo ahí para educarle en valores de tolerancia y respeto, pues su único interés era sobrevivir y vender su cuerpo a algunos miembros de las autoridades locales. Así, Edmund vivió en silencio, hasta que no pudo con la carga del asesinato de su padre sobre su conciencia y decidió salir de ese mundo de la caridad, la ignominia y degradación humana. Sin embargo, a diferencia de los casos anteriores, a Edmund no le quitaron la vida por odios e ideologías, sino que prefirió desaparecer por voluntad propia, por negarse a pertenecer a ese mundo. Decisión, tal vez, influida por las acciones recomendadas por otros, pero con la que reflexionó sobre cómo reparar un daño atroz. Quizás, después de asesinar a su propio padre, algo surgió en su interior, para descubrir que no podía vivir tras ese acto en su conciencia. A su corta edad, asumió su culpa, a diferencia de aquellos adultos que asesinaron a cientos de personas por obedecer ciegamente a una persona que les imponía una doctrina. Como tenemos también en El niño con el pijama de rayas (Mark Herman, 2008), en la que alguien con la cara cubierta les lanza los polvos con los que van a ser exterminados. Varios planos consecutivos recogen esa frialdad con la que el oficial terminará con sus vidas y los ojos de sorpresa de Bruno durante ese instante. O Amén (Constantin Costa-Gavras, 2002 ),  donde se planeaba el asesinato de miles de personas, gaseados en las cámaras de gas de los campos, donde llegaban en trenes, a ser explotados a trabajar o a morir directamente. Fueran niños, mujeres, enfermos…, con médicos, que experimentaban con ellos, o monjas que eran testigos de todo por estar de acuerdo con el sistema o, quizás, forzadas a ello. A pesar de que religiosos llegaban al Vaticano a informar de lo que sus ojos habían visto y eran ignorados.

Hasta aquí, espero haber movido un poco la reflexión acerca del concepto de dignidad humana y el uso que se le hace al mismo por parte de los diferentes sectores de la sociedad en las películas mencionadas, basadas en la etapa histórica de su apogeo. Algunas de las producciones mencionadas son basadas en aquellos contextos, realizadas años después, aunque Alemania, año cero (Roberto Rossellini), 1948 se rodó en los escenarios originales, de Alemania, destruidos por la II Guerra Mundial. Conflicto, que provocó esta destrucción tanto a nivel de infraestructuras materiales de un país, como a nivel de la moralidad y dignidad humanas.

Referencias:

1. Martínez Bullé-Goyri, Victor M. Reflexiones sobre la dignidad humana en la actualidad. Biblioteca jurídica  virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM,  nº 136, 2013, p. 39.

2. Boladeras, Margarita. Vida, vida humana, vida digna. LOGOS. Anales del Seminario de Metafísica. Vol. 40 (2007), p. 105.

3. Pereira-Menaut, Antonio-Carlos y Pereira Sáez, Carolina.  De nuevo sobre la dignidad humana. Cuadernos de Bioética XXV 2014, 2ª, p.   p. 241.

4. Colina, Carlos. Las paradojas del odio. Razón y palabra, nº 71. (2010).

5. Op. cit. Colina, Carlos.

6. GÓMEZ OLIVER, Miguel., y DEL ARCO BLANCO, Miguel Ángel. El estraperlo: forma de resistencia y arma de represión en el primer franquismo.  Ediciones Universidad de Salamanca, nº 23, 2005, p. 181.

7. Op. cit., GÓMEZ OLIVER, Miguel., y DEL ARCO BLANCO, Miguel Ángel, p.199.

8. Op. cit., Boladeras, Margarita, pp. 106-107.

9. Wamba Gaviña, Graciela. Discursos de la memoria, holocausto y apropiación de hijos, nazismo y dictadura en Argentina. Puertas Abiertas (7). 2011, En Memoria Académica. En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.5732/pr.5732.pdf

10. Rodríguez Arias, Miguel Ángel. 2008, El Caso de los Niños Perdidos del Franquismo. Crimen Contra la Humanidad, Tirant lo Blanch, España. En: http://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=336874

11. Nicolás Messeguer, Manuel. Criaturas de la guerra. Memorias traumáticas de la Guerra Civil en el cine español contemporáneo. Aletria, nº 2,  v. 23, 2013, p. 53. Según indica este autor en la publicación.

El florido pensil (Juan José Porto, 2002).

A continuación subo un fragmento de una película basada en la educación nacional católica durante la dictadura franquista, El florido pensil (Juan José Porto, 2002).

Una película interesante, que se narra por medio de un flash back de un señor mayor, recreando los recuerdos de su infancia. Y en la que apreciamos que los niños quieren ser niños, no guiarse del mundo adulto, quienes lo pretenden educar en disciplina, orden, control, seriedad, rezos obligatorios, prohibiéndoles el juego o la lectura de simples cómics.

Sin embargo, al mismo tiempo que el control de los niños, se pretende el control de las madres, quienes los acompañan a misa, y al mismo tiempo son insultadas por el sacerdote, encarnado por Wyoming, quien expresa que es todo un atrevimiento que las mujeres lleven pantalones, calificándolas de «marimachos», cometiendo pecado «impudicia» Y, con el agravante de «vestir mangas cortas y escote en el interior de la casa del señor». Momento en el que algunas madres lo mira fijamente, lejos de sentirse incómodas o mirar hacia los lados, aunque otras sí bajan la cabeza. Personaje gracioso, si conocemos sus ideas y puntos de vista en el programa que presenta, El Intermedio, cada noche, de lunes a jueves.

Resulta llamativo el símbolo de los iluminatis pintado en la pizara, si nos encontramos en un ambiente nacional católico, en el que la Iglesia tenía mucho poder. Al igual de llamativo, resultan las escenas en las que no aparece el protagonista, que relata la historia desde el estrado del aula, como cuando el maestro habla con su esposa en su casa, porque si no se encuentra presente, ¿cómo puede conocer los detalles del vestuario, decoración y acciones que llevan a cabo otros? O bien, si el primer día de clase aún no ha llegado, ¿cómo relata quién llega antes, quién después, quienes son acompañados de sus padres?

Sobre estos y otros detalles resulta interesante reflexionar, para llegar a posibles conclusiones, como al final, cuando un chico, vestido de negro, mira hacia arriba, para seguir los movimientos de un pájaro, y al mismo tiempo parece que se dirige a nosotros con la mirada.

Tras el cristal (Agustí Villaronga, 1987).

A continuación voy a comentar una película no apta para quien tenga gran sensibilidad a las imágenes violentas, como es mi caso, pero me enfrenté a ella, porque es de la trayectoria de un director que estudio para mi tesis, Agustí Villaronga, caracterizado por introducir a menores en contextos traumáticos y violentos.

La película que nos ocupa se titula Tras el cristal, del año 1987 y trata sobre las crueldades cometidas por un médico en los campos de concentración nazis durante el Holocausto. Tras pasar todo, se lanza al vacío, quizás por arrepentimiento o redimir su perdón de esa manera, y queda tetrapléjico, debiendo permanecer encadenado a vivir tras el cristal de un pulmón artificial, del que no se puede mover, dejando al aire solo su cabeza.

Un dia, un chico entra en la casa familiar, marcada por la oscuridad, las cortinas echadas, las sombras, con el argumento de cuidarlo, expresando que es enfermero. Pero, someterá al médico a todo tipo de humillaciones y vejaciones, similares a las que él padeció. El hombre se da cuenta que se trata de uno de los niños de los que abusó durante el Holocausto nazi, en aquellos campos de la muerte, en los que, además, experimentaba con ellos.

El rostro del chaval permanece frío e impasible al asesinar a la esposa y mover su cadáver, haciendo creer a la hija, que su madre se ha marchado. Expresándole, también, que no va a necesitar más a su padre, a lo que la niña se resiste, por lo que intuímos que es capaz de hacer algo más escabroso con él

Aquellos abusos han provocado la monstruosidad de su rostro, de su forma de actuar. Rostro insensible que presenta, también, cuando mira a los ojos al señor, colocándose encima de él y ejecutando las mismas acciones que el minusválido cometió con él a su corta edad. Pero este gesto de mirarlo fijamente a los ojos, supone un enfrentamiento, quizás, intentando manifestar que ahora es él quien tiene el poder, repitiendo todas aquellas vejaciones que padeció en su infancia, que quedaron grabadas en su mente, marcándolo de por vida. Esperando el día de su mayoría de edad, para perpetrar su venganza y provocarle todo tipo de sufrimientos, sin piedad. Le muestra esa autoridad, esa superioridad, ese control que un día sintió por su parte, a pesar de tener ahora menos edad que él, ahora es él quien domina. Su rostro es enfatizado mediante planos cortos con angulación en contrapicado, para remarcar esa superioridad en la que se encuentra frente al médico. Ambos frente a frente, pero el muchacho abusa ahora del poder de mantenerse sobre un cuerpo, caminar, actuar por sí mismo, a diferencia del médico, postrado en esa cama, a merced de lo que quieran o puedan hacer con él. Valiéndose solo de su mirada, lo que sus ojos observan alrededor de esa habitación, de la que no puede salir.

Hacia la parte final, la historia se mezcla con recursos oníricos de la ficción, quizás un recuerdo, un flash back… Pero, lo más cruel e infame tiene que ver con unas imágenes, un momento en el que apreciamos que el médico pregunta al niño si quiere ganarse unas monedas, a lo que el pequeño responde afirmativamente, puede que por necesidad o miedo a cuestionar la autoridad. Tras lo que el adulto, le coge la cabeza y la coloca en la parte inferior de su cuerpo. Escena que, me he sentido incapaz de ver por completo, porque me ha tocado demasiado la fibra sensible y una serie de lágrimas me han comenzado a salir de los ojos, dicho sea de paso. Es una de esas escenas en las que una persona se pregunta cómo el ser humano puede llegar a ser tan ruín, despreciable, perverso… Una historia de ficción, sí, pero que vemos a menudo en casos de pedofilia, pederastia, tráfico de menores… o el nombre que se le quiera poner, la cuestión es que el abuso infantil sea del tipo que sea, es un acto en el que todos los calificativos se quedan escasos, por la envergadura y el trauma psicológico que ocasiona. Un individuo que comete tales acciones no puede denominarse ser humano, incluso, ni animal, porque hasta uno de ellos, como puede ser un perro, puede llegar a tener sentimientos hacia el ser humano.

Finalmente, observamos que un niño se sitúa en esa cama, postrado. Tal vez, intentando manifestar que aquellos abusos han provocado que se siga sintiendo un niño, un individuo incapaz de actuar por sí mismo, necesitando la ayuda de otros para su día a día. Escena que se entremezcla y se aleja dentro de una bola de cristal. Quizás, los abusos que ha cometido con el señor hayan sido solo un deseo de perpetrar su venganza desde esa parálisis en la que se encunetra. O tal vez, haya sucedido todo en esa casa y lo haya tomado como una guerra interior, una lucha consigo mismo, por haber consentido aquellos abusos y no haberse podido defender, por miedo a la autoridad y al mundo adulto, y haya querido torturar tanto al nombre como a sí mismo. En definitiva, tanto los abusos que cometieron con él y que él ahora ha repetido no le han servido para nada más que para hacerle sentir superior, pero realmente, ha podido quedar minusválido, sin movilidad, tanto física, sin poder actuar en primera persona por sentirse incapaz, a mercer de lo que hagan con él. Además de emocional, sintiéndose incapaz de poder pensar y sentir emociones, como lo haría una persona normal, que no haya sufrido ningún tipo de violencia ni abuso durante su infancia, un período que, como aquí apreciamos, marca para toda la vida.

Sin más, os adjunto el tráiler de la película, que se encuentra entera en Youtube, para los sensibles, la película entera va a suponer un mal trago.

 

https://www.youtube.com/watch?v=UmtTes5OQHs

Comentario de El genio alegre, Gonzalo Delgrás, 1955.

En esta entrada presento el comentario expuesto en la sesión explicativa de la proyección cinematográfica que realizamos en la biblioteca municipal de mi localidad, con unas 35 personas de público, quienes, durante estos meses, han trabajado la obra literaria de los hermanos Álvarez Quintero, y El genio alegre es una producción basada en una de sus obras.
En principio, en la película aparece como fecha el año 1955, pero está inscrita en el Ministerio de Cultura como del año 1956, aunque fue estrenada en 1957 en Madrid. Existen varias versiones, basadas en la obra de estos hermanos. Una de nacionalidad italiana dirigida por Roberto Leone, de 1919; otras dos españolas, una de Fernando Delgado, de 1936, que tuvo que ser abandonada por la llegada de la Guerra Civil y esta última que presentamos, dirigida por Gonzalo Delgrás en los años 50, y se presenta como homenaje a las tierras andaluzas.
En estos años, estaba instaurada la dictadura franquista, con la consiguiente censura previa impuesta. Cada inspector actuaba según su mentalidad, pero cualquier película que no respondiera a los ideales del régimen era censurada y su director debía, bien exiliarse en el extranjero, como el caso de Luís Buñuel, que trabajó sobre todo en México, Francia y Estados Unidos, cuyo cine era incomprendido en nuestro país; o bien, otros, que debían guardar la producción hasta el fin del Régimen, como Luís García Berlanga, con su película La Vaquilla, que salió a la luz en 1985. Aunque también, había una serie de directores que trabajaban de otra manera y así pasar desapercibidos ante la censura, como fue el caso de Juan Antonio Bardem.

Por otro lado, a la hora de comentar una película, es necesario tener en cuenta muchos aspectos, no solo decir que nos parece “bonita” o “fea”, porque son conceptos subjetivos, en base a nuestros gustos, pero no son criterios correctos para calificar la calidad de una película. Es preciso tener en cuenta criterios como el contexto socio-histórico en que se realiza, el contexto en el que se basa, las ideas y políticas del momento. Por lo que, resulta perjudicial ver una película con prejuicios o ideas preestablecidas, porque suelen estar basadas en el cine imperante de Hollywood, y hay directores que pretender romper con estos esquemas y proponen su visión y estilo personal sobre argumentos parecidos a los presentados por este cine comercial americano.
También, a la hora de comentar una producción cinematográfica, no la presentamos como una verdad absoluta, sino que se presenta como una aproximación o posible explicación al porqué del uso de unos determinados códigos y un contenido audiovisual. Aunque, algunos son usados por el cine para expresar ideas concretas, como los espejos, el tren, los pájaros…
Para empezar a comentar esta película, observamos que se nos presenta un universo cerrado de siervos y amos, con el tópico del señorito y el velo obligatorio en la mujer para entrar en la Iglesia, como era típico en la época. Así, como, la persistencia del machismo, la mujer crecía con la idea de casarse y dedicarse a su hogar concibiendo su boda “a la española” con ambos novios vestidos de negro. Negro, como muestra de los entornos y ambientes sombríos de estos años, en los que más que una boda parecería un entierro, por ser un color que no refleja alegría.
Al principio, Consolación, expresa: “todo está igual, nada ha cambiado”, reflejando la idea del inmovilismo de esa España rural, con sus típicos rumores y costumbres que no se pueden romper.
Tenemos, el recurso de las diferentes artes dentro del cine, considerado un tipo de relación transtextual, como la pintura, la mención al propio cine, la literatura, la música. La pintura la tenemos en el momento en que el muchacho está pintando un retrato a Don Eligio, el administrador de la cara de la Marquesa, escena que se asemeja a un cuadro de El Greco, titulado El caballero de la mano en el pecho, de 1580, así como la mención a Velázquez, tal vez como homenaje a ambos pintores. Además de que se recuerda a Góngora y Quevedo en el campo de la literatura.
La presencia de la pintura dentro del cine, se suele emplear en el cine con varias funciones, como pueden ser un simple elemento del decorado; bien como una antesala de la muerte y su reflejo en la pintura; o, como muestra de una posición social elevada, que sería el caso de esta película.
Por otro lado, estaría la música, el cante, el baile, para reflejar que era una etapa alegre, como que no era así, por el contexto de dictadura; o bien, como muestra de la ausencia de alegría en estos años. Como nos transmiten las palabras del acompañante de tren de Consolación, cuando expresa: “que se mueran los feos”, ya que los serios no aportaban felicidad. Palabras que chocan con las de los sirvientes cuando comentan: “lo de cantar y reír lo va a tener que dejar en la puerta”. Ya que, en esta etapa, priman la disciplina, el orden, el control y una férrea moral católica, y cualquiera que cantase, era silenciado. A lo que Consolación propone risas, cante, baile, y así romper con esa tristeza, que se refleja también en las flores, como cuando la Marquesa comenta “los rosales se secaron hace tiempo”, además de la fuente, ausente de agua.
También, aunque veamos la película en blanco y negro, aparece la mención al color verde, que es afín a la naturaleza, como es el entorno rural en el que nos encontramos; color que solemos buscar al salir de un trauma, por este contexto, se trataría de la Guerra Civil. Además de ser un color que proporciona calma y paz interior, la que pueden estar añorando en este contexto de dictadura; símbolo también de la esperanza, la que siguen manteniendo algunos personajes.
Se hace referencia a la filosofía, con la presencia del loro llamado Platón, con el que Don Eligio mantiene conversaciones y reflexiones sobre la vida. Un pájaro que no está totalmente encerrado en una jaula, sino que está en un colgador, pero está domesticado. Lo que, podría significar que, aunque la sociedad estuviese formada, educada, debía seguir las instrucciones de su señor, a pesar de tener los instrumentos necesarios para volar en libertad.
La presencia de los espejos es un recurso simbólico que refleja la insatisfacción humana. Y el tren se suele introducir como símbolo del paso del tiempo, un tiempo que les parecería no iba a terminar nunca.
La Iglesia parece por todos lados, había un hondo espíritu religioso, de virgen, oración, romería…, impuesta tanto a criados como señores, tanto a creyentes como a no creyentes. Ya que, en esta época, la institución eclesiástica y el régimen se prestaban apoyo, imponiéndose así el nacionalcatolicismo en nuestro país. Pero, abriendo la puerta a otras creencias y religiones, como el momento en que, mientras comen, Don Eligio habla de distintos dioses griegos y romanos, entre los que podemos mencionar a Minerva, la diosa romana de la sabiduría y las artes. También, cuando la amiga de Consolación va por la calle cantando y se dirige a un señor con estas palabras: “recuerdos a papá Noel”, personaje navideño más propio de religiones protestantes, que suele aparecer más comúnmente en Finlandia, Noruega y Estados Unidos.
Éstas han sido las reflexiones que he podido extraer de esta producción cinematográfica, abiertas a otras interpretaciones y visiones que se quieran realizar, ya que, si recordamos a Nietzsche “un mismo texto permite numerosas interpretaciones, ninguna considerada objetiva y correcta”, porque no puede ser demostrable científicamente.
A quien le interese ver esta película, se encuentra completa en Youtube.

Finalmente, me despido por este año. Ésta ha sido la última entrada de mi blog de 2014. Agradezco nuevamente a aquellos que me leen, que les quiero desear un feliz año nuevo, que se cumplan vuestros sueños y que saquéis lo mejor de cada película.

El caballero oscuro (Christopher Nolan, 2008)

El caballero oscuro es una película dirigida y producida por Christopher Nolan. Lejos de enrrollarme y contar todo el argumento, me gustaría hacer reflexionar sobre el momento del vídeo que adjunto más abajo. Extrapolándolo al contexto social y poítico actual de nuestro país, España, donde los poderes públicos han tomado toda la infraestructura de tal manera, que se sirven de ello para beneficiarse y vivir con tantos privilegios, que se han olvidado de servir a quienes les dieron en su momento el voto de confianza, el pueblo.  Lejos de apoyar los servicios públicos como la sanidad, educación, servicios sociales, entre otras cuestiones, se sirven de los impuestos públicos para inyectar ese dinero a colegios privados, privatizar hospitales, ofrecer terrenos municipales a empresas privadas, a cambio de «mordidas». Además de todo un sin fin de actuaciones corruptas, que hacen que nos cuestionemos si de verdad están manejando con cabeza nuestro dinero, o están jugando con él, como quien juega con una pelota y hace con ella lo que le conviene, en beneficio de su propio interés.

Y todo, en un entorno en el que hay miles de personas sin casa, sin comida, sin higiene, sin educación, sin sanidad, sin poder pagar sus tratamientos…, y un entorno público que vive en su mundo, echándoles la culpa a la sociedad de sus propios problemas. Entornos públicos que viven en una caverna y no quieren asomarse al mundo real, porque no les interesa, ya que en su mundo de privilegios y riquezas viven mucho mejor. Asomando la cabeza un poco, solo cuando hay cualquier dato, para crear una oleada al grito de «la economía de España mejora», mientras los bancos de alimentos y comedores sociales están desbordados. Pero, hablar de comedores sociales, pobreza, corrupción política, recortes en sanidad y educación que están afectando a miles de familias… es ser populista,  mientras descubrimos sus sueldos, sus viajes pagados con nuestros impuestos, fraudes en subvenciones públicas y todo un sinfin de temas que oímos cada día.

Aquí presento una escena un poco agresiva, lo que no quiere decir que incite a la violencia, pero es ejemplificadora de los tiempos en que estamos viviendo. Una llamada al pueblo, no desde la violencia, sino desde el diálogo y el raciocinio, para formar parte de la recuperación de los derechos, perdidos por la incompetencia de algunos y la delincuencia de otros. Defendiéndose con la prescripción de delitos, mientras han estado años machacándonos conque vivíamos por encima de nuestras posibilidades y lo que se esconde detrás es la poca vergüenza en sus actuaciones.

https://www.youtube.com/watch?v=PktQ06VAQe0

Comentario Carmina y Amén (Paco León, 2014).

Ficha técnica
Director: Paco León
Reparto: Carmina Barrios, María León, Paco Casaus, Yolanda Ramos, Estefanía de los Santos, Manolo Solo.

En Carmina y Amen, vemos a una mujer que actúa con frialdad ante la muerte de su marido, por la confusión o tal vez no, en la toma de una medicación para su esquizofrenia. Una mujer que no pierde los nervios ante las diferentes situaciones que se le presentan con los vecinos, la familia y la imaginación, que a veces le juega malas pasadas.
Expresa a su hija que es mejor no dar parte de la muerte de su marido, para poder cobrar la pensión el lunes, el día del cobro. María, su hija, se sorprende, pero lo acepta. Sale de casa porque está en proceso de obras en su centro de estética. Centro que será ocupado por una pareja, que se irá tras la visita del hijo de Camina, algo agresivo.

Se incluye en la historia, en tono cómico, la presencia de un pájaro, al que Carmina llama Bárcenas, por el escándalo de sus papeles y sobres del partido del que fue tesorero. Criatura con la que habla y le dice: “¿Qué has hecho con los sobres? Coño, ¿qué has hecho tú con los sobres? Que has dejado a media España sin un duro, más pelada que un nabo. Mangante. Ahí, a la cárcel, coño, a cumplir tu condena”. Aquí, podemos apreciar esa referencia política, mientras lo introduce en la jaula.

Lo importante de esta historia está en el final, cuando después del entierro del esposo, se arregla para salir por la noche, con un muchacho africano. No es recomendable contar el final de una película antes de que los espectadores la vean, pero en este caso, es imprescindible para entender muchos detalles que se producen a lo largo de la narración. Cualquiera, acostumbrado a la típica historia americana, pensaría con prejuicios, podría pensar, a priori, “vaya tía, que con su marido recién muerto sale de marcha, piensa en su paga, no tiene corazón”. Nos rompe los esquemas, de ahí que sea necesario ver una película sin prototipos de historias parecidas. Pero, mientras cenan en el restaurante, charla con el muchacho y se da cuenta de su situación. Por lo que, se extrae unos dientes, de oro, que le hizo un dentista, así lo puede vender y pagar la matrícula de la universidad. El chico le comenta que son sus muelas, para comer… Sin embargo, a continuación, Carmina le expresa unas palabras que nos dejan atónitos, estupefactos: “Yo ya no lo voy a necesitar, ¿tú sabes lo que yo tengo? Yo tengo un cáncer de pulmón, en fase IV, con metástasis, y hepática renal. Lo que quiere decir que tengo un cáncer que me coge de arriba abajo. Yo le dije al médico ¿y esto tiene solución? Y me dijo que solución no tenía, porque estaba muy avanzado, que lo único que me podía era un poquito alargar la vida. Poniéndome la quimio, y que hablase con mi familia, y que por supuesto dejase de fumar. Entonces le dije ¿y si no me lo hago? Y dice pues entonces, esto va rápido. Digo pues ya está. A mi Antonio ya lo he mandado ya a que me coja sitio. Mi María ya tiene la peluquería solucionada. El ocaso está pagado. El problema de mi Ale ya me lo he encomendado a San Judas Tadeo […]”. Tras esto, podemos entender el porqué de sus sucesivos vómitos de sangre, tanto en la cocina como en el baño. Preparar todo meticulosamente para que su hija no tenga ningún problema, como dejar los sobres preparados en el cajón para pagar el seguro, la luz del bar, el dinero para la obra del centro de estética…, y decir a su hija donde se encuentran si le pasara algo algún día.

Palabras que nos muestran que tenemos a una mujer con gran entereza, que piensa en todo para ayudar a su familia en lo que pueda antes de irse. Su marido estaba enfermo, de manera que si no lo hacía, iba a dejarlo en manos de su hija, quien a su vez, tenía una niña. Y dado, que no vemos a su pareja en toda la historia, ni habla del padre de la criatura y no sabe con quién dejarla para no llevarla a casa del abuelo, muerto, podemos suponer que es madre soltera.

Observamos, también, en la historia, un caso parecido, como es el de su vecina, cuyo hijo tiene 30 años y está enfermo. Debe estar las 24 horas del día pendiente de él, y por sus palabras podemos sospechar que su marido murió hace unos meses. Se encuentra desesperada, sin vida personal, desesperanzada y desilusionada. Expresa que uno de estos días va a hacer una locura, porque el día que ella falte ese niño no podrá sobrevivir.

Situaciones que muestran la realidad en la que estamos viviendo actualmente, personas mayores que no quieren ser una carga para sus hijos, porque la realidad es dura y en los trabajos, mayormente precarios, mal pagados y pésimas condiciones, se aprovechan de cualquier ausencia para despedirlos; madres cuyo hijos tienen enfermedades de gran dependencia y tienen que sobrevivir sin apenas ayudas del Estado, sin tener vida personal, lo que resulta un gran problema emocional; madres solteras que deben sacar a sus hijos adelante con ayuda de la familia; personas que se aprovechan del dinero de los demás (como la vecina cuando se ofrece a pagarle la luz por el cajero y luego se lo niega en su cara); violencia (como esta vecina, que se siente avasallada por mucha gente y la oímos gritar desde su casa “no por favor […]; los problemas de la casa real y las corruptelas de los políticos y personajes públicos (como el caso de Urdangarín, Bárcenas); el uso de drogas para combatir los malestares de algunas dolencias; desahucios.

Una historia sorprendente, con final desconcertante, pero con algunos puntos graciosos, como la señora que durante la vela que comenta que tiene a Doña Sofía añadida a Skype y le dijo que fuese a Sevilla. Y, los hombres que acuden a darles el pésame, de los cuales uno de ellos expresa: “se está muriendo gente que no se ha muerto nunca”.

Os adjunto algunas escenas de la película:

La criatura (Eloy de la Iglesia, 1977).

Una película basada en el contexto de la dictadura franquista como trasfondo, pero protagonizada por una mujer (Ana Belén) y un perro.
La joven viaja con su marido, pero el susto de un perro le provoca un aborto. Por tanto, deciden acoger un animal de compañía de estas características con el fin de superar la fobia. Sin embargo, la protagonista considera el perro como un individuo con el cual mantener una relacion estrecha, adquiriendo éste capacidades humanas, y se le echa encima en celo, con el ánimo de mantener un momento íntimo antinatural y aterrador. Saltando a la línea de lo monstruoso y desequilibrado.

Ello se consitituye como unos hechos ignorados por su marido, porque percata que está más pendiente del animal y busca como amante a su compañera de trabajo.
Relaciones prohibidas, antinaturales y enfermizas de la mujer con su perro, al que otorga mayor dedicación y se siente algo “celosa” cuando su marido le regala una perra, para que este animal tenga con quien jugar y así tener mayor intimidad. Perra que aparecerá muerta, pero desconocemos realmente si la habrá matado el perro o su dueña, al sentirse mosqueada por su compañía.
El perro parece que tiene un sexto sentido, pues ladra efusivamente cuando el marido abusa sexualmente de su esposa, cuando le grita… Sin embargo, deciden darlo en adopción. Aunque los lazos que se crean entre la mujer y él suscitan su vuelta posteriormente. Tendremos conocimiento de que está embarazada días después del suceso en el que el perro se le echó encima y de que el marido abusase de ella. Por tanto, resulta un misterio y un milagro el estado de gestación. La esposa se mudará de la vivienda y se instalará en el chalet alejado de la ciudad. Su intención es poner al niño el nombre del perro.
Una historia ciertamente desagradable, que puede interpretarse como que su soledad, dado que su marido otorga más importancia a la política y su trabajo, hace que sienta un vacío emocional interior que solo puede llenárselo su animal de compañía, con el que comparte momentos. Aunque también puede suponer una crítica social al matrimonio tradicional que, con en los primeros años de Transición Política y los nuevos valores de la democracia, se instala en la sociedad española. Pues recordemos que «la movida madrileña» llevada a cabo en estos años supuso una ruptura cultural y social, con la apertura a las nuevas sexualidades que durante los años  de la dictadura franquista pretendieron acallar.
Os adjunto un fragmento de la película para que reflexionéis sobre el porqué de las relaciones antinaturales, producidas posiblemente como trauma de la ausencia de libertad de la época franquista, el sexto sentido de los perros.

https://www.youtube.com/watch?v=xnIBf7bvkAs

Ana y los lobos (Carlos Saura, 1972).

Este comentario, intenta analizar algunas cuestiones de la película Ana y los lobos. Comentario en el que se intenta interpretar algunas imágenes del contenido audiovisual de la historia, sometido a mi visión, pero que no se trata de nada objetivo, universal e irrefutable, solo un intento de explicación.
Una película que menciona la guerra civil española en varias ocasiones. Guerra, que provocó perversiones mentales y aterradoras en la sociedad. El ritmo de la historia es lento, como la impresión social de lentitud ante la dictadura, que parecía no iba a terminar nunca.
Esta producción fue rodada en 1972, cuando todavía estaba en auge la dictadura franquista en nuestro país. La historia nos presenta a unos hermanos: José, pobre de espíritu, colecciona trajes militares. Fernando, persigue incansablemente la unión con Dios. Juan, escribe cartas eróticas a la nueva muchacha que llega a la casa. Ana, inglesa de 25 años, muchacha contratada para cuidar de las niñas, nietas de la matriarca, que no camina. Las otras muchachas que cuidan la casa, la mueven sentada en un sillón.
Ana se encuentra en una atmósfera inquietante y extraña, en la que intenta seguir la corriente a los tres hermanos, cada uno de ellos marcados por patologías enfermizas. Sentirá miedo, y tras discusiones, peleas y trifulcas, sentirá deseos por irse del lugar. Lo que marca este miedo es el momento es que las niñas encuentran en el campo una de sus muñecas enterrada y torturada. El padre de las niñas no le dará importancia a lo sucedido. Sin embargo, Ana le expresará que quiere saber la verdad del asunto o se marchará.
Los hermanos no salen del entorno, no van al pueblo, a la ciudad. Encerrados en el campo y en la casa, sin acudir a la civilización. Ante esta ausencia del resto de la sociedad, podemos decir que se intenta remarcar la soledad que provocó la guerra, y la que está generando la dictadura. O bien, que el poco contacto con el exterior, provoca una patología mental en quien está mucho tiempo sin relacionarse, encerrado…, y sentirá deseos de violentar y asesinar, como podemos ver años más tarde en otras películas, como por ejemplo, la estadounidense El resplandor (Stanley Kubrick, 1980), cuyo protagonista sentirá deseos de asesinar a su mujer e hijo, al no poder salir del hotel que se encuentra vigilando mientras escribe su novela.
La matriarca expresará a los hermanos que es mejor que Ana se vaya, porque está destrozando la relación familiar, ya que la esposa de uno de los hermanos intentará arrojarse desde el tejado de la casa.
Lo terrible de esta historia es el final. Inquietante, cruel, doloroso. La muchacha decidirá irse, pero entre los hierbajos del campo, los hermanos la acorralarán y la violarán cada uno de ellos, cortándole el cabello con unas tijeras, y finalmente, asesinándola con un tiro. Final cruel, pero que podría simbolizar que, ante la ignorancia de Ana a los deseos de cada hermano, prefieren terminar con su vida, ya que la mujer en esta época estaba sometida a las pretensiones del sexo masculino, y no poseían libertad.
Un discurso cinematográfico en el que, como decimos anteriormente, se menciona la guerra civil. La cual podemos interpretar como la principal causa de las patologías enfermizas de los tres hermanos, protegidos por la madre. Convirtiéndose en lobos, ya que persiguen a Ana, le envían cartas expresándole sus deseos sexuales, no le dejan libertad, actúan como animales buscando su presa, a la cual violentarán, y con la que saciarán sus perversiones y depravaciones mentales.
Os adjunto un fragmento de algunos momentos de la película, algo doloroso para sensibles, como yo. No espero que os guste, porque no es agradable visualmente, pero sí que reflexionéis acerca del mensaje que creo que se pretende transmitir.

Conferencia de Alejandro Jodorowsky

Adjunto el enlace a una conferencia de Alejandro Jodorowsky desarrollada en el Festival de Cine de Michoacán de 2013 (según se indica en la fecha de subida), y que descubrí en Youtube. No lo conocía, pero sus argumentos me animaron a buscar sus peliculas.
Interesante y que nos hace reflexionar sobre muchos aspectos del cine.

 

Belle de jour, Buñuel

Película francesa dirigida por Luis Buñuel, basada en la novela con el mismo nombre de Joseph Kessel.
Buñuel, escéptico acerca de las posibilidades cinematográficas de esta novela, aceptó llevarla a la gran pantalla con la condición de que se le dejara total libertad para realizar la adaptación. Ganó un León de Oro en el Festival de Venecia.
Adjunto un enlace de un extracto de la película:

La protagonista está casada con un médico a quien ama, pero con el cual no se encuentra capaz de mantener relaciones sexuales. Lo que resulta interesante son los flashes, rupturas en el tiempo y en la historia, en los que se agrede a la chica, que en un principio viste vestido rojo, como símbolo de la sangre que irá derramando en cada una de las rupturas en el tiempo, además del rojo que recuerda a la pasión femenina, la pasión que la hace acudir, a lo largo de la historia, a la casa de citas, en las que irá teniendo relaciones sexuales con distintos hombres. Aunque en un principio, se resistirá, por el miedo, la vergüenza, el pudor, y en definitiva la pureza femenina, la inocencia, simbolizada a la vez con el vestido blanco que lleva en una de las rupturas, cuando está atada al árbol y su marido, junto a otros hombres, la violentan.
Estas rupturas no sabemos si pueden tratarse de sueños, flashes foward que se basan en el relato cronológico que vamos viendo, para explicar el por qué de los azotes, los insultos…, o podría tratarse de su imaginación, es decir, de que su interior no se perdone lo que ha estado haciendo, y ella misma se culpabilice y muestre los deseos de lo que se merece, basándose en su educación puritana y moral, en la que primaba el orden social y la religión, que supone un obstáculo para dar rienda suelta a su imaginario erótico
Esta obsesionada con ser poseída, dominada, deseada, lo que le produce desorden emocional, y esa ansia le afecta a su propia voluntad, que la guía en su búsqueda de ese juego, y mantener esa doble vida. Esta forma de llevar su sexualidad se debe a un truma infantil. En el que vemos, durante uno de sus recuerdos, que un señor mayor se le acerca y la toca, instante después es llamada por la que creemos que es su madre.
Buñuel pretende recrear un sentimiento de subversión. Teniendo en cuenta los siguientes binomios:
· La «impersonalidad» de los clientes del burdel frente al arquetipo (hombre pasivo, respetuoso, tolerante) que representa el marido de Severine.
· La prostitución como liberación de su vida burguesa.
Contrastes que marcan la evolución del personaje de Severine.
Como bien sabemos, el estilo de Buñuel es surrealista, algo incomprensible para algunos en aquellos años. Sin embargo, este estilo de evolución del personaje, también es tratado en road movies, un género que no solo trata «de carreteras» como Thelma y Louise (Ridley Scott, 1991), sino que trabaja viajes interiores, como en este caso.
Entre otras simbologías y binomios que podemos ver en esta película, nos encontramos con:
-El blanco, representando la pureza; el rojo, la pasión y la sexualidad; el negro, la discreción.
-La inocencia con la que trata a su marido, y viceversa; la dominación con la que le gusta ser tratada por los hombres del burdel.
Finalmente, mentiras y verdades, se entrelazan a lo largo del relato, haciéndonos reflexionar sobre lo que provoca cada una de ellas, tanto para sí misma como para su esposo. Se podría hablar de otros muchos temas que se mencionan en la película, como el instinto animal de la sexualidad, necrofilia, abuso infantil, educación y moral religiosa que cohiben para el desarrollo de la sexualidad.

Referencias bibliográficas:
POYATO, P. Introducción a la teoría y análisis de la imagen fo-cinema-tográfica. Granada, Grupo Editorial Universitario, 2006.
Pedro Poyato y Agustín Gómez (Eds.) (2013).Campo y contracampo en el documental rural en España. Reseña de Carmen Rodríguez Fuentes En Fotocinema, nº 7, 2013.
http://es.wikipedia.org/wiki/Belle_de_jour

Ocho apellidos vascos

Película española, dirigida por Emilio Martínez-Lázaro,  en el año 2014. Protagonizada por Dani Rovira y Clara Lago.

Rafa es un un sevillano que nunca salió de Sevilla. Una noche de feria se enamora de Amaia, que viaja a la ciudad con sus amigas. Rafa decide abandonar su tierra, y viajar al País Vasco a buscarla, porque en su casa se dejó su bolso, junto a su DNI.  Al encontrarla, ésta se resiste a hablar con el, lo echa de su casa. Rafa sale y tira un cigarrillo a un contenidor. Tras de él, irá la policía a detenerlo y meterlo en prisión. Amaia recibe la visita de su padre, y por no decirle que su novio la abandonó días antes de la boda, busca a Rafa para hacerlo pasar por Antxon. Por lo que, debe hacerse pasar por un auténtico vasco. Por momentos se rinde, y querrá regresar a su tierra. Sin embargo, Amaia contará la verdad a su padre e irá a buscarlo a Sevilla en un coche de caballos y Los del Rio.

Una película que incita, más que analizar el lenguaje audiovisual, a reirse a carcajadas con el protagonista, así como reflexionar acerca de los estereotipos del «vasco» y el «andaluz». Y, cómo el corazón, ignora estos estereotipos, acercando las fronteras.

Adjunto el enlace al tráiler de la película, y os animo a verla si aún no la habéis visto: https://www.youtube.com/watch?v=YfopzNHLp4o

La lengua de las mariposas

La libertad es el principal valor democrático que nos transmite el escéptico maestro Don Gregorio en este discurso, encarnado por Fernando Fernán Gómez. Sus palabras divulgan aprendizaje y fundamentalmente conocimiento: “si conseguimos que una generación crezca libre en España, ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad. Nadie les podrá robar ese tesoro”. En ese momento, un padre junto a su hijo salen de la sala. Padre que intentó comprar al maestro con un pavo, para que se esmerase más en la educación de su hijo. Padre que cree que con dinero se compra todo.

Todos se levantan, aplauden en señal de reconocimiento hacia sus enseñanzas, respetan y admiran su trayectoria profesional en el pueblo. Pero serán los mismos que les insultarán por la calle en la última secuencia. Tanto a él como a sus compañeros republicanos, con los que defiende la democracia, por su defensa de aquella libertad, aquel tesoro y valor democrático que finalmente será aplastado por el franquismo Irán en su búsqueda y serán arrestados al terminar la guerra. Termina la escena con las palabras: “y ahora ustedes a volar”. Volar en señal de la libertad, el aprendizaje y abrir las mentes a la vida.
El pequeño, en el vídeo anterior observa al maestro con admiración y baja la mirada. Se verá obligado a mentir y callar que su padre le regaló un traje, porque de lo contrario serán también arrestados.

Una reflexión de cómo nos dejamos llevar por nuestro alrededor y hacer lo que los demás hacen, aunque no estemos de acuerdo, por miedo a la muerte, al rechazo, a ser arrestado, miedo a llevar la contraria al régimen impuesto. Una serie de miradas se cruzan entre los padres. El padre que salió de la sala en el vídeo anterior con el padre del chico, miradas de compasión y odio; así como ambos padres del chico, con miradas de dolor y negación.
Todos los presentes insultarán a quienes van saliendo del lugar: “traidores, rojos, ateos, criminales, chulos, granujas…”. Al final, sale el maestro con signos de debilidad, la familia del protagonista hará lo mismo que la gente de su alrededor: insultar y degradar al maestro Gregorio. Un maestro fiel a los valores de la República, pero los vencidos irán ahora a por él, por haber defendido la libertad. El padre de Moncho, le gritará “asesino, anarquista, cabrón, hijo de puta”, entre lágrimas.
La madre incita a Moncho a que le grite, y éste se resistirá, con mirada de dolor, pero el pequeño pronunciará: “ateo, rojo”, al instante que el rostro del maestro cambiará y se mostrará pasmado, apenado. Moncho corre detrás del camión, varios niños cogen piedras para tirárselas a quienes van subidos. Moncho seguirá con los insultos: “tilonorrinco, espiritrampa”.

Recuerdos de Blue Jasmine

Ficha técnico-artística:
Dirección y guion: Woody Allen. Año: 2013. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Reparto: Cate Blanchett, Alec Baldwin, Sally Hawkins, Bobby Cannavale, Peter Sarsgaard, Louis C.K., Michael Stuhlbarg, Andrew Dice Clay, Max Casella, Tammy Blanchard, Alden Ehrenreich. Productora: Sony Pictures / Gravier Productions / Perdido Productions.

Los recuerdos son una parte principal de la historia. A través de los continuos flash backs somos partícipes de la vida pasada de las dos hermanas protagonistas del film. Vidas opuestas, totalmente diferentes. Marcadas, una por la pobreza y la otra por la riqueza. Riqueza que ya no tiene, por su corrupto ex esposo, pero que su mente no puede olvidar y cree que sigue teniendo.
Jasmine, en su miseria, es incapaz de decidir qué futuro quiere tomar, qué estudiar o a qué dedicarse a esas alturas de su vida. Reviviendo los recuerdos de un pasado que se niega a olvidar. Se niega a aceptar su nuevo ritmo de vida. Planteándose la idea de captar otro rico con quien casarse y seguir viviendo de sus millones. Mintiendo al nuevo chico acerca de su pasado, su profesión y en definitiva, su persona. A través de sus actos, podemos apreciar que se niega a aceptarse a sí misma. Se niega a pertenecer al mundo en el que se encuentra inmersa su hermana Ginger. Hermana que es feliz en su pobreza, sin llegar a fin de mes, con una pareja agresiva y ambos, dependientes uno del otro. Lo que podría considerarse un problema.
La hermana no tiene ni tuvo lo que poseyó Jasmine, dinero, pero Jasmine tampoco tiene ahora lo que tiene su hermana: felicidad. Una felicidad procedente no siempre de lo que se puede considerar realmente bienestar económico, físico, intelectual, y entre otras cosas, la pareja. Dado que su novio, un chico alcohólico, es una persona enferma que no tiene conocimiento de la realidad ni de que su problema se trate de una patología.
En esta película de Woody Allen podemos observar algunos detalles de otras como Recuerdos (1980), con respecto a la indecisión de las protagonistas, la felicidad y las desgracias del pasado de un pasado cuya mente no puede dejar a un lado, porque lo sigue sintiendo como su realidad actual. Felicidad para una, porque su marido era millonario y se podía permitir todo tipo de caprichos. Haciendo oídos sordos a que estuviese cometiendo todo tipo de ilegalidades, ya que su mayor interés estaba en el dinero, y no podía ni acercarse a su hermana, porque no tenía tanto poder adquisitivo y sus aspiraciones eran más bajitas. No obstante, cuando le tocó la lotería, Jasmine sí puso interés en acercarse a ella y su entonces pareja, pero las manos de su marido hicieron que perdiese todo y el matrimonio se fuese al garete, lo que provocó su desgracia.
El perfil de estos personajes lo tenemos además en otra película de Woody Allen, como es Hannah y sus hermanas (1986), donde teníamos a una, Hannh, de carácter fuerte que se casa con un empresario millonario y su vida parece equilibrada; otra, Lee, inestable y sensible, que vive de un sueño; y la tercera, Holly, ex-alcohólica que vive en una buhardilla con un pintor mucho mayor que ella. Estas dos recurren a la primera cuando tienen problemas económicos.
En Bue Jasmine se mezclan las personalidades anteriores y tenemos a la mayor, Jasmine, que se casó con un millonario, que tenía negocios un tanto ilegales, pero fue descubierto y su nivel de vida calló. La segunda, Ginger, su nivel de vida era más modesto, pero al tocarle la lotería, su cuñado le movió el dinero en unos negocios delictivos, haciendo que lo perdiese. Se separan y tiene una nueva pareja, con la que mantienen discusiones a menudo, bebe alcohol, es agresiva, pero con la cual se siente feliz.
Sin embargo, ambas hermanas, interiormente no son felices, cada una con unos determinados problemas, pero se intentan dar lecciones, en lo que respecta a su mundo y su alrededor.

Os adjunto un extracto de Blue Jasmine, y espero haberos animado a ver la película si aún no la habéis visto.

Referencias bibliográficas:
http://wwws.warnerbros.es/bluejasmine/
http://www.filmaffinity.com/es/film153594.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Stardust_Memories
http://www.filmaffinity.com/es/film948248.html
http://www.fox.es/dvd/hannahysushermanas/10540/
http://clementinelagranpantalla.blogspot.com.es/2011/02/hannah-y-sus-hermanas.html

Balada triste de trompeta: una infancia perdida

Balada triste de trompeta es una película escrita y dirigida por Álex de la Iglesia en el año 2010. Obtuvo el León de Plata por la mejor dirección y el premio al mejor guión en la Mostra de Venecia del mismo año.  Ganó en la categoría de Mejor maquillaje y peluquería, así como Mejores efectos especiales en los Premios Goya.

Se trata de una película difícilmente clasificable en un género concreto, puesto que está compuesta por muchos matices. Tiene momentos de risa, drama, violencia, montaje agresivo… Aunque bien podríamos decir que, a simple vista,  estos peculiares rasgos y características fundamentan el estilo de su director, clasificable en el estilo de la postmodernidad.  Resulta indescriptible lo que supone ver una de sus películas,  porque muchos de sus momentos apelan a nuestra mente, nuestra infancia, nuestra vida, nuestra historia… Además, se tiende a reflexionar cómo actúan sus personajes y cómo podría actuar una persona en esas circunstancias. La grandeza de sus personajes radica en su psicología.  No son personajes planos, como en la mayor parte del cine comercial americano, sino que, sus personalidades evolucionan en la ficción, como los seres humanos lo hacen en la propia vida real.

Pasaremos a analizar algunos detalles importantes de esta producción, pero en líneas generales, la película trata de unos payasos que son secuestrados por el bando republicano durante la guerra civil en el año 1937. El hijo de uno de ellos crecerá con la idea de ser payaso triste como su padre.  Javier, al hacerse mayor, tras ser contratado en un circo, se enamora de una de las chicas, cuyo novio la maltrata.  Ambos payasos lucharán por el amor de la trapecista.

En principio, el bando republicano entra en el circo a imponer el miedo. Tras unas palabras de los payasos con ellos, los rostros de los niños asustados, todos salen con el bando, y el hijo del payaso se queda solo.  A continuación, un león, que vemos está totalmente domesticado, se le acerca por detrás y se sienta.  Se puede interpretar como una muestra de que la guerra hizo daño a todo el país, independientemente del bando al que perteneciera. Los que padecerían este daño serían los niños.

Cada bando actuaba conforme a sus intereses, ignorando a quienes se llevaran por delante. En el caso de nuestro objeto de estudio: los niños. Menores que no tenían culpa de nada y con estas actuaciones eran traumatizados al tener que ver personas fallecidas por cualquier rincón por donde pasaban. Debían crecer en solitario o con solo un progenitor. Pero, años después irían reproduciendo lo que aprendieron en estos años de guerra y la posterior dictadura en nuestro país.

Los créditos del principio salen en pantalla tras el momento en que el niño se queda solo en el circo. La banda sonora que aquí oímos, mientras leemos los créditos, remite  a la Semana Santa, la Iglesia católica, aunque observamos otras figuras como payasos, dioses, republicanos secuestrados por el bando franquista, personajes con el rostro desfigurado… Lo importante aquí es que esta misma banda sonora la oímos hacia la segunda parte, cuando se vuele a apelar a la Iglesia católica y que comentaremos más adelante.

Cuando el chico es adolescente y visita a su padre en la cárcel, éste lo anima a ser payaso cuando sea mayor. Pero mejor payaso triste, porque le expresa con estas palabras: “nunca vas a tener gracia. Nunca has sido un niño, desde muy pequeño te has enfrentado con la muerte”. Es en este momento, donde nos podemos dar cuenta que ha perdido su infancia, con lo que conlleva: juegos, amigos, alegría, ilusiones… La enseñanza de su padre se centra en que debe vengarse, por lo que el niño lo asume y procederá a ello en varios momentos de su vida. Comenzando por atentar en el Valle de los caídos, cuando su padre y otros compañeros lo están construyendo. Todos se asustan y el coronel se pondrá encima de su padre con el caballo, para así matarlo.

Años más tarde, acudirá a un circo a buscar trabajo y mantiene la primera conversación con el jefe del circo, también payaso. Le explica que  a los niños hay que entenderlos, ser uno de ellos, tenerles paciencia. Con estas palabras, podemos intuir que también podría haber perdido su infancia. Le pregunta por qué quiere ser payaso. Javier le contesta con la misma pregunta, y el otro responde que de no haber sido payaso habría sido asesino, respondiendo Javier lo mismo.

Sergio, es un personaje con una doble actitud, porque por un lado proclama ser sensible con los niños. Pero, por otro lado, maltrata a su novia, impone la violencia, todos los compañeros del circo le ríen las gracias y los chistes. Nadie le para los pies para que no siga violentando más a su novia.

En la primera cena de todos los compañeros, Sergio cuenta un chiste de niños muertos, pero Javier no lo entiende y pregunta dónde estaba la madre, por lo que el otro se cabrea y da una paliza a Natalia, que solo intenta calmar sus nervios.  Se queda tirada y sola en el bar y Javier acude por ella, pero por un momento podemos observar que Natalia pasa su lengua por los labios, llenos de sangre. Momento que podemos interpretar como que le gusta que le pegue, no es consciente del daño y le gusta vivir entre golpes y sangre.  Sergio vuelve por ella y allí mismo mantienen relaciones, sobre una pared tras la cual permanece Javier escondido.

Javier y Natalia se hacen amigos y van a un parque de atracciones. Ésta intenta acercársele  en la cama del terror,  pero el joven la rechaza. En una de sus fugaces citas, Sergio los encuentra y le pega una paliza a Javier con un martillo de una de las atracciones. Debiendo ingresar éste en el hospital con varias costillas rotas. Una de las noches mientras está ingresado,  tiene una pesadilla, sale por un escondite del hospital y llega al circo. Encuentra a Natalia con su novio, manteniendo relaciones, mientras la violenta tirándole fuertemente del pelo, y Javier le desfigura el rostro con una trompeta. Huye y llegan las fuerzas de seguridad. Todos van fuera del circo y acuden a un señor para que intente salvar la vida a Sergio, que desfigurado, abre los ojos. Natalia se asusta y sale.

Javier, durante su huida, llega a una cueva, en la que sobrevive un tiempo comiendo los animales que caen por la trampa. Sin embargo, en una ocasión, cae un jabalí y Javier corre. Huye, pero lo encuentra un señor, que está cazando perdices. Salcedo, el mismo que mató a su padre con el caballo. Lo utilizan, junto a los perros, para coger las perdices con la boca y traérselas. Una de las veces, Salcedo va a cazar perdices con Franco, quien le dice a Javier, tocándole la cara: “No permitas esto, hijo mío. No debieras someterte a esta humillación”,  pero Javier la muerde la mano.  Lo encierran en una especie de capilla, mientras planean deshacerse de él.  Un asombro que, este ser, le diga al protagonista que no se someta a esa humillación, cuando durante la guerra y en la dictadura española fue el mismo que hizo torturar, humillar y matar a miles de personas que solo luchaban por sus derechos y por la libertad, que llegó tras su muerte, cuando se instauró la democracia.

En esta capilla, se pone de rodillas delante de una figura de la virgen, figura que se transforma, tal vez en su imaginación, en Natalia, y le expresa estas palabras:   “El día de la ida ha llegado, tú serás mi ángel de la muerte. Sálvame del mal y cumple tu destino amado mío”.  Se desmaya y al levantarse, procede a vestirse con una serie de objetos que encuentra en una caja, untándose en su rostro una mezcla compuesta por sosa caustica. Se disfrazará en una especie de sacerdote-payaso. La banda sonora anterior suena en esta secuencia. Banda sonora, que podría funcionar como leit-motiv, ya que aparece en estos dos momentos en los que se remite a la Iglesia.

Adjunto un montaje para ejemplificar ambos momentos.

Disfrazado de sacerdote-payaso, con ametralladoras mata a quienes lo encerraron. Llega a un bar, donde suena una canción triste: “Balada triste de trompeta, por un pasado que murió”. Dispara a todos, pero un pequeño que fue al baño y sale, se pone frente a él, y el payaso le dice: “No te tengo miedo”. Puede que se lo esté diciendo a sí mismo, como niño, al haber perdido su infancia, y sentir que ahora con violencia no tiene miedo a nadie.

Encuentra a Natalia, a quien le pregunta si quiere irse con él o con Sergio. Natalia se posiciona junto a Sergio. En esta secuencia, podemos ver que es una mujer maltratada por su pareja, pero aun así prefiere estar con quien la agrede. Tal vez por miedo o porque piensa que su novio no le hace ningún daño, quizás porque le pega “ya que se lo merece”, como piensan muchas mujeres maltratadas.  Sin embargo, Javier va imponiendo el miedo, ha evolucionado a la violencia, como su novio. Por tanto, no entenderíamos por qué decide quedarse con quien la maltrata.

Triste porque Natalia lo ha rechazado, va por la calle y se encuentra a un niño junto a su madre, y le grita al pequeño: “vosotros tenéis la culpa”. Como anteriormente, intenta culpar a otros de su desgracia. Aunque en realidad, fueron otros, como las circunstancias y las personas del momento quienes le ocasionaron el trauma.

Natalia se une con Sergio para distraer a niños en sus fiestas de cumpleaños. Pero, a Sergio le descubren el rostro desfigurado, dándose cuenta que ya no sirve como payaso, pero no sabe hacer nada más. Llorando, podemos intuir que su objetivo sería hacer reír a los niños para evitarles un trauma como el que posiblemente haya padecido él durante su infancia.

El payaso triste llega a un cine. La canción que canta el protagonista de la pantalla es la misma que oímos en otras ocasiones. Canción del año 1960 del cantante Raphael:

Balada triste de trompeta

Por un pasado que murió

Y qué llora,

Y qué gime,

Como yo…

El protagonista de esta película se dirige a Javier, expresándole que se entregue a la policía, que es buena persona y esa chica no le conviene. Sin embargo, se superpone el rostro de su padre, expresándole “el humor es para los débiles. Si no se ríen, acojónalos, ya verás cómo funciona. Recuerda a tu padre, recuerda a tu destino. Solo hay una manera de ser feliz”. Sin embargo, el protagonista de la película le reprocha al padre cómo puede hablar así a su hijo. Un chico de la sala no puede ver la película y se dirige a  Javier, quien le agrede y sale del lugar imponiendo el miedo.
Adjunto un montaje de esta escena,

En esta secuencia observamos una técnica interesante: el cine dentro del cine. Recurso explicado por el teórico Gérard Genette como transtextualidad, definido como: «todo lo que pone al texto en relación, manifiesta o secreta, con otros textos»[1].  Distinguiendo en su estudio cinco categorías de relaciones transtextuales, como son: intertextualidad, metatextualidad, hipertextualidad, arquitextualidad y paratextualidad. En concreto, en este caso, podríamos decir que tenemos metatextualidad: relación crítica de un texto con otro que habla de él, sin citarlo e incluso sin tener que nombrarlo.

Este recurso es empleado en otras películas, a veces apareciendo fugazmente como en este caso, y otras veces pudiendo aparecer en el argumento de toda una película, como el caso de La noche americana  (François Truffaut, 1973) o Un final made in Hollywood (Woody Allen, 2002). En el caso del cine español, observamos este recurso en producciones como Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar, 1999) y Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar, 1988).

Podemos diferenciar diferentes taxonomías de la categoría metatextualidad. Basándonos en el profesor Luis Navarrete (Universidad de Sevilla), tenemos las siguientes:

-Mostración: el cine como muestra de construcción espectacular y artificiosa.

-Citación: cine como relación intertextual de unos discursos con otros.

-Reflexivo: El cine como discurso reflexivo sobre su propia construcción.

-Atrezzo: mostrándose el cine como un simple decorado o trasfondo argumental.

Específicamente, podemos introducir esta película en el último, ya que podemos contemplar el cine como trasfondo argumental de la historia del protagonista. Que aprende tras la pantalla que la felicidad viene dada por la venganza.

En varias ocasiones, también podemos observar este recurso, pero con la televisión dentro del cine.

Además, el nombre del local en el que trabajan los compañeros después de cerrar el circo se llama Kojak. Nombre que proviene de una serie de televisión de Estados Unidos, del año 1973. Serie protagonizada por Telly Savalas, como el Teniente Teo Kojak de la Policía de la Ciudad de Nueva York. Serie creada por Abby Mann, escritor de guiones cinematográficos ganador del Óscar,  por su trabajo en antologías de drama como Robert Montgomery. La segunda versión de esta serie se estrenó en USA Network y en ITV4 en Inglaterra. En esta versión, es Ving Rhames, un actor afroamericano quien interpreta al teniente Kojak.

Va en busca de Natalia en un camión de helados, cuando la ve en una calle y se baja, coincidiendo este momento con el accidente de Carrero Blanco.

Ambos llegan al Valle de los Caídos, donde están escondidos los compañeros del circo junto con los animales. Al llegar, el payaso triste se dirige a una cama para saltar. Podríamos interpretar que pretende recordar su infancia, sacar el niño que lleva dentro, recuperar lo perdido. Observamos un proyector de cine, que se dirige a una pared en la que vemos a un payaso, posiblemente se trate de la misma película que vio en el cine al que entró. Natalia baila junto a Javier al ritmo de la balada triste de trompeta, pero la joven le expresa que le tiene miedo.  Corre y llegan a una cueva. Javier le manifiesta con estas palabras: “El valle de los Caídos. ¿Lo conocías? Aquí hay 15 cuevas llenas de cadáveres. Uno de estos tiene que ser mi padre. Unos fachas otros rojos. Y al final han acabado aquí todos juntos. Es lo que tiene la muerte. Une mucho”.  Palabras que pronuncia riéndose. Risa a la que no sabemos buscarle respuesta, porque son cadáveres de las víctimas de la guerra. Tal vez porque no sabe cómo actuar ante tal trauma. O porque se ría de quienes lucharon en la guerra, que solo provocó sufrimiento por una simple cuestión de ideologías.  La paradoja de que unos lucharon contra otros, por las ideologías, y finalmente todos han terminado juntos.

Sergio obtiene información de donde se encuentran escondidos los compañeros y animales del cine y avisa a la policía, quien procede a su búsqueda. Recorren los alrededores. Un policía observa a Sergio pintarse la cara de payaso, se le acerca y le expresa que está loco, “como el otro, como todos los que os ganáis la vida haciendo el gilipollas. Si trabajaseis un solo día como el resto de la gente se os pasaba la tontería cagando ostias. Vago de los cojones”. Aprovechando el payaso para quitarle su arma. En este momento, vemos que la profesión de payaso no está valorada. No consideran que los payasos trabajen.

Posteriormente, Javier le expresa que ella lo ha vuelto loco.  Tal vez, por jugar con él y luego rechazarlo al preferir a Sergio.  Le declara su amor y el momento se rompe con la llegada de Sergio. Ambos corren y llegan a la parte superior. Se pelean y caen, colgando de la baranda, al vacío. Javier le pregunta: “¿De qué te sirve ser gracioso cuando te llega la muerte? ¿Te parece la muerte un chiste? Vamos payaso, hazme reír. Demuéstrame que tienes sentido del humor”.  Como desde su infancia, Javier rozando la muerte. Momento en el que podemos ver que el payaso triste puede ser gracioso. Sin embargo, Natalia le dice “no quiero que seas como él, no quiero que seas gracioso”.  Sergio consigue salvarse, al pasar por encima de Javier. Natalia le pega una torta y se lanzará al vacío. Momento de total oscuridad, casi que parecería una película en blanco y negro, pero varios objetos aparecen en color rojo, como la tela que lleva en su cintura. Roja, el color de la sangre. Sangre derramada por las víctimas de la guerra que ahí se encuentran enterradas. Y sangre que derramará la chica al intentar salvarse con uno de sus trucos de trapecista con la tela atada a la cintura. Sergio caerá y la tela en la cintura de la chica le ocasionará la muerte.  Ambos son cogidos por la policía y en la pantalla prevalecerá el color rojo de la nariz de Sergio, el color rojo de la cara de Javier, el color rojo de las letras de la ambulancia, color rojo de una parte del traje de uno de los chicos del circo, muerto por querer volar con su moto. Finalmente, cara a cara, rostros desfigurados, el payaso tonto ríe y el payaso triste llora.

Con esta película, podemos aprender la importancia de una infancia feliz, una infancia realista, pero alegre para los niños. Porque los traumas que son ocasionados durante esta etapa de la vida, aparecerán años más tarde. De ahí la importancia de la educación bajo los derechos humanos. Felicidad e ilusiones, protegidos de la violencia. Sin violencia, siendo observadores de la realidad, conociendo nuestra memoria histórica, para que no vuelva a repetirse.  Un pueblo que no conoce su historia, es un pueblo condenado a repetirla.

[1] Wikipedia.

Para profundizar más en el estilo de la Postmodernidad en el cine, se pueden consultar textos como:

Imbert, G. (2010). Cine e imaginarios sociales: El cine postmoderno como experiencia de los límites (1990-2010). Madrid: Cátedra.

Arranz Esteban, V. (2011). El papel del sonido audiovisual en el discurso cinematográfico postmoderno. Actas Congreso Internacional La Latina de Comunicación Social, La laguna. Disponible en:  https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5278702