Los guerrilleros, de Pedro Luís Ramírez (1962)

Hola amig@s, aquí he vuelto a las andadas para traeros un análisis nuevo. En esta ocasión se trata de unas observaciones que hice de la película Los guerrilleros (Pedro Luís Ramírez, 1962) a petición de una persona de mi municipio que pretendía avisarme para exponerlo como la última parte de su actividad cultural semanal. Pero, visto lo visto, solo me buscó para que le consiguiera la película y me he quedado con este contenido preparado. Realmente no es muy dado por aquí lo de remunerar a quienes hacemos investigación en el ámbito cultural desde el paro. La burocracia solo entiende de leyes y de documentación, no del tiempo que dedica un ciudadano a la realización de un estudio cinematográfico, pues desde fuera parece moco de pavo, mas no ha podido ser posible sin la formación académica universitaria de 10 años. Aunque, no me voy a quedar con las notas en el papel y las presento a continuación para compartirla con vosotr@s.

Los guerrilleros es un film español dirigido por Pedro Luís Ramírez en 1962 y estrenado en el año 1963. Por tanto, es realizado en el contexto de la dictadura franquista española e inspirado en la Guerra de la Independencia de 1808. Un conflicto que enfrentó a España, Reino Unido y Portugal contra el primer imperio francés, cuya pretensión era instalar en el trono español al hermano de Napoleón, José Bonaparte.

Y volviendo a la película que nos ocupa, es presentada en género musical, con bailes y cantes de la mano de los protagonistas: Manolo Escobar y Rocío Jurado, quienes interpretan los papeles de José Manuel y Salvadora. En principio, se observan los créditos del inicio mediante tonos grises y de color rojo. Que de alguna manera anuncian sangre, según la simbología y las connotaciones del color de la aportación del texto de Ferrer (1999), quien reflexiona sobre estos matices.

El rodaje se llevó a cabo en la localidad de Arcos de la Frontera, como bien se indica en los códigos textuales. Aunque, se mencionan Córdoba y Andújar como localizaciones. En este sentido, podemos poner de relevancia el trabajo del guionista, pues se trata de un individuo ubicado en un espacio y un tiempo concretos que, de una forma u otra, le puede influir a la hora de la construcción de los personajes y la narrativa presentada en su película.

Por otro lado, tiene presencia la canción titulada “Campanas del amanecer”, que se dio a conocer en 1962, con lo cual, procede del contexto de realización en que se desarrolla esta producción, no en el contexto de inspiración. Que, como mencioné anteriormente, se trata de la Guerra de la Independencia. Además, encontramos referencias al toreo y a la Iglesia Católica, que tuvieron bastante peso durante el período de la dictadura. Hemos observado también unos paisajes verdes, lo que denota una ausencia de sequía, sino todo lo contrario: vegetación viva. Encontramos igualmente referencias a Granada y a Córdoba, y brevemente vemos un patio decorado con elementos de origen marroquí. De alguna manera, implícitamente recuerda al arte musulmán, que permaneció en nuestro país desde 711 hasta 1492, y que dejó importantes influencias en nuestra cultura andaluza.

Asimismo, encontramos canciones con contenido del tipo “esclava a tu servicio” o “y yo soy la flor más hermosa”. Letras total y absolutamente machistas, en las cuales se recalca el atributo de la belleza, y se presenta a la mujer como figura sometida al hombre, sumisa, dependiente, como se demuestra con el comentario de Salvadora, cuando pregunta si puede triunfar en París, expresando estas palabras: “no podría llegar sola” y el personaje masculino le comenta: “para eso estoy yo”.

Por otro lado, se nombra a Herodes, quien fue conocido por sus proyectos constructivos colosales, entre los que están la expansión del segundo templo de Jerusalén, la construcción del Puerto de Masada. Pero aparece en el Nuevo Testamento como quien ordenó la Matanza de los Inocentes en la época del nacimiento de Jesús. El relato trata sobre su orden de ejecutar a los niños nacidos en Belén. Conviene matizar que este relato inspiró numerosas obras artísticas en la pintura y la escultura, y su difusión universal tornó a la figura de Herodes en el arquetipo de opresor que no duda en cometer crímenes. Incluso el asesinato múltiple de víctimas indefensas, por miedo a perder el poder. Idea similar es la que encontramos en esta película, pues sin motivo aparente se quiere asesinar a los franceses, por el miedo de los españoles a perder su poder.

Igualmente se juega y se ignora a la figura de los niños, delante de los cuales se asesina sin escrúpulos y se ven obligados a robar para sobrevivir en su contexto. Utilizados a conveniencia de los adultos que los rodean para hacer recados y caminar cerca de donde resuenan disparos. Además de facilitarles bebidas alcohólicas, tratándolos como si fuesen pequeños adultos. En este sentido, José Manuel comenta: “cuando de niños jugábamos a la Guerra”. Conflicto bélico como juego de niños, sin mayores miramientos ni responsabilidades de los adultos para con estas actitudes y aprendizaje que van adquiriendo, cuyo germen claramente nace o brota durante la infancia si no se promueven valores como el respeto, la tolerancia y el civismo social.

También se menciona la revolución francesa, que tuvo lugar desde 1789 hasta 1799, que marcó el final del feudalismo y sentó las bases de la Democracia moderna. Abriendo los horizontes basados en el principio de la soberanía popular. Algo que no casa mucho con el contexto de realización de esta producción cinematográfica, pues en 1962, en plena dictadura franquista, en las calles españolas reinaban la represión, el sometimiento, la ausencia de libertad de expresión y la penalización de la rebelión bajo penas de muerte o de cárcel. Aunque esto último se hiciese para perseguir el noble objetivo de luchar para la consecución de derechos personales y sociales.

El personaje de José Manuel resulta curioso, porque camela a varias mujeres a la vez, lo que tradicionalmente se conoce como un Don Juan, personaje creado en la literatura española por Tirso de Molina. Se aprecia que encandila a Salvadora, la vizcondesa, Marcelina y otras más. Incluso, en su canción dedicada a Andalucía, habla de “mujer bonita y hombre valiente”. Nuevamente se resalta el atributo primordial de la belleza, como si una mujer no pudiera ser valiente por sí misma o todos los hombres fuesen valientes.

En otro sentido, el reloj marca fervientemente el paso del tiempo, no solo sirve para informar al espectador de la hora en la que se encuentran los personajes. Finalmente, destaco otra de las canciones que aparecen en esta película y que expresa estas letras: “en las heridas que dejó la Guerra, nace una flor”. Lo que supone un intento de romper un pasado de forma fría. Olvidando que las heridas no son bonitas ni agradables de recordar como si de una mera planta se tratase. Obviando igualmente que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Pues un pasado sangrante que se oculta y no está dignamente sanado, regresa a nuestro presente a través de múltiples formas, visibles o invisibles, pero se plantan delante de nuestros ojos para intentar hacernos recapacitar como seres humanos.

Por último, el asesinato final es presenciado por un niño, y el arma es tomada por éste, quizás para reproducir lo que ha visto y lo que ha aprendido.

Después de todo, os recomiendo la película y sería interesante que reflexionéis sobre los detalles que os comento. Aunque comparto con vosotros un fragmento del film para invitaros a verla por completo.

Un saludo amig@s,

 

 

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