La ola, Dennis Gansel.

 “La Ola”,  de Dennis Gansel , es una de esas películas que se atreve a mirar de frente al surgimiento de grupos violentos y radicales, para cuestionarse si los hombres han logrado aprender alguna lección del pasado, o si la historia podría repetirse de nuevo, y de esta forma hacerlos reflexionar de alguna manera.

Estremecedora e impactante,  por poner el dedo en la llaga y apuntar con inteligencia hacia algunos de los factores tanto personales como sociológicos, que propician el surgimiento de esos movimientos racistas y cerrados.

El profesor Rainer Wenger, durante un trabajo semanal, enseña a sus alumnos el tema de la autocracia como forma de gobierno. Los jóvenes desconfían de esta idea, no creen que pudiera volver una dictadura como la del Tercer Reich en la Alemania de nuestros tiempos y creen que es imposible que el nacionalsocialismo vuelva al poder, porque a pesar de haber pasado décadas, las nuevas políticas y tecnologías intervendrían en el proceso.

Sin embargo, el profesor decide empezar un experimento con sus alumnos para demostrar lo fácil que es manipular a las masas. Mediante de su lema: «fuerza mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad, fuerza a través de la acción, fuerza a través del orgullo», haciendo hincapié en ello, de tal forma que cada día los alumnos siguieran una nueva regla. Por ejemplo, el profesor logró que todos ellos entrasen a su aula y, en menos de 30 segundos, se hubieran sentado todos ellos con actitud atenta y con la espalda bien recta. El interés por la forma de cómo se ejecutaban esas clases creció, haciendo que jóvenes de otros cursos se cambiaran de aula y llegar a ser un curso numeroso, provocando el fanatismo.

El grupo llega incluso al extremo de inventar un saludo y a vestirse con una determinada indumentaria. Los componentes del grupo decidieron llamarse «La Ola», y a medida que pasaban los días, comenzaban a hacerse notar mediante actos de vandalismo, todo a espaldas del profesor Wenger, que acabó perdiendo el control de la situación y de esta manera perdiendo también el control de su propia vida.

En esta película podemos ver el rechazo a las diferencias, la obediencia a la autoridad, propiciaron la creación del grupo y el cambio en las actitudes, así como en las relaciones entre los componentes, llegando a la violencia y a los insultos (proceso llamado en Psicología disonancia cognitiva). El rechazo a las diferencias, desigualdades de todo tipo, ignorancia (falta de cultura y conocimiento), hacer caso a un líder autárquico y el miedo son algunas de las circunstancias sociales que podrían favorecer una reacción de este tipo tal como sucede en países en los que priman las dictaduras como son algunos países africanos, latinos y orientales, donde quieren hacer crecer a la población con el miedo en el cuerpo y sin libertad para nada.

En este experimento, las relaciones interpersonales se hacen más estrechas y solidarias en el endogrupo y más frontales y radicales frente al exogrupo. En principio se iniciaron cambios que pudieron haber sido positivos, pero igual que se propició el respeto hacia un grupo, debería haberse propiciado el respeto a las diferencias.

Bajo mi punto de vista, el profesor presenta una serie de frustraciones personales, ya que se siente incomprendido, se autoaisla de los demás, su psique influye en el grupo. Intenta conseguir lo que quiere a través de unas normas que impone a la clase, rechazando toda crítica y toda persona que sea diferente o piense de forma diferente a los ideales del grupo. Llega un momento en que pierde las riendas del grupo, que lo crea en clase, pero se desarrolla en el exterior del instituto. Va creando una serie de señas de identidad con las que todos deben estar de acuerdo, hasta el punto de sembrar el miedo, la amenaza y la violencia como única forma de sobrevivir. Va creando esa dependencia del grupo, que no se pueda vivir sin pertenecer al grupo,  alimentando los miedos y las frustraciones de los jóvenes como única forma de sentirse valorado ante los demás.

Una película interesante que muestra que aunque no nos encontremos en las dictaduras y autarquías de hace años en muchos países, siempre hay una persona que quiere alimentar su ego proclamándose líder y defendiendo unos ideales a veces sin sentido ninguno. Consiguiendo de esta forma que las masas le sigan aprovechándose de su ignorancia y provocándoles el miedo.

Todo esto nos muestra que el ser humano tiende a obedecer a alguien cuando se encuentra inmerso en un grupo (tanto por voluntad como por obligación) aunque en el fondo sepa que lo que está haciendo es una estupidez sin ningún sentido, ni sabe por qué lo hace, simplemente lo hace para seguir la voluntad y las imposiciones del líder, que es quien de alguna manera lo hace sentir “importante”. Esto se puede equiparar como lo que pasa actualmente con muchos grupos de manipulación coercitiva, cuya intención es agarrar a las personas para que sigan sus preceptos y normas, sus ideologías como única forma de sobrevivir y controlan su vida hasta el más pequeño detalle de su privacidad personal, para, en el fondo, llegar a controlar las mentes, que es el único instrumento que tienen estos grupos para atraer, ya que como se ha demostrado, el ser humano como no tiene nada en lo que creer, cree mentiras como única forma de aferrarse a algo, y la gente cree en ellos ciegamente, porque piensan que son los “elegidos” por algún ente poderoso.

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