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Mediterráneo (Marcel Barrena, 2021)

Hola amig@s, desde hace tiempo no puedo escribir por aquí porque he tenido mucha tarea en el trabajo. Empecé a dar clase en la Universidad de Sevilla y desde entonces dejé el cine un poco apartado para dedicar esfuerzos en la docencia asignada, que tiene que ver más con las nuevas tecnologías y los videojuegos. Pero, ahora en verano, estoy sacando tiempo para analizar cosillas de cine que realmente me apasionan y dan forma a este blog que nació hace 12 años.

Pues bien, en esta entrada me gustaría hablaros de una película que estuve viendo recientemente y recibe el nombre de «Mediterráneo», se trata de una película dirigida por Marcel Barrena y protagonizada por Eduard Fernández (en el papel de Óscar), Dani Rovira (para el papel de Gerard) y Anna Castillo (dando vida a Esther) en el año 2021. Una película estremecedora, basada en hechos reales, que tiene como argumento la partida de unos socorristas de las playas españolas hacia las islas griegas para salvar a ciudadanos que huyen de Turquía. Aquí descubren que los guardacostas y las fuerzas de seguridad hacen la vista gorda ante estos sucesos.

Una de las trabas más destacadas será el idioma entre los socorristas y las fuerzas de seguridad, pero la empatía que sienten estos socorristas por estos seres humanos que lo único que buscan es salvar su vida, hará que los guardias de la prisión en la que son encarcelados constantemente, dejen de pedirles dinero para ser excarcelados.

Cada noche, los socorristas acuden a la playa a avistar si se acercan embarcaciones y durante su faena se encuentran a una señora, médica de profesión, cuyo único objetivo es encontrar a su hijo, pues desconoce si ha podido morir en el intento, ha podido salvarse o ha podido ser capturado por las mafias.

Como dije anteriormente, la narrativa de este film es estremecedora, porque nos crea conciencia de lo que padecen estas personas que intentan salvarse de los conflictos bélicos o armados en busca de una vida mejor, pues montan en estas embarcaciones pensando que llegarán a tierra firme, pero el agua esconde demasiados peligros de los cuales es bastante complicado protegerse si el único objeto de salvación es un flotador lleno de botellas de plástico vacías. Lo único que les ofrecen las mafias que delinquen con personas en el mar.

No podemos olvidar contar que Óscar, como jefe, pedirá a los trabajadores que le quedan en su empresa española, le envíen sus motos de agua, para adentrarse en alta mar, poniendo todos sus esfuerzos y recursos económicos a disposición de las vidas que cada noche se echan al mar. Precisamente estas motos acuáticas se convertirán en los principales instrumentos de trabajo y protagonizarán una de la escenas más espeluznantes de la película: cuando los socorristas llegan a alta mar, encontrarán una multitud de cuerpos que agonizan e intentan sobrevivir en el agua, para otros ya será tarde, pues han perdido la vida. Y esto se materializará en nuestras pantallas a través de un plano general en vista cenital. Podéis verlo en el minuto 1:40-1:42 del tráiler oficial que comparto a continuación.

Por eso, la sucesión de planos y las angulaciones que se van contemplando mientras el mar se va tragando las vidas de estos seres humanos sin fuerzas y los socorristas abatidos y desanimados de tantísimas vidas que saben que van a perder, harán que el espectador no pueda evitar llorar a lágrima viva. El mar se va quedando con adultos y con niños, con ilusiones que se mueren en el camino, mientras las mafias engordan sus cuentas a costas del sufrimiento, de la sangre y el dolor de las familias o de personas que lo han perdido todo.

Así pues, desde el punto de vista audiovisual, aparte de lo anteriormente comentado, no se puede obviar que los colores que se dejan ver en este film no dejan de ser prácticamente oscuros, más bien grisáceos, tanto en tonalidades de los vestuarios que porta la mayoría de personajes, en el mar, en elementos de las playas, en los vehículos y espacios por los cuales transitan los supervivientes y los socorristas. Sin olvidar la oscuridad de los espacios exteriores durante las noches, que llevan a pensar que el mar esconde tanto secretos como vidas que difícilmente serán encontradas. Además, los numerosos planos cenitales y a ras del mar, así como los movimientos de cámara tan sinuosos en circunstancias acuáticas, en las cuales resulta palpable que los protagonistas se quedan sin aliento, el espectador logra ser partícipe de la situación por el realismo y la viveza que comprende.

Dolor y un contexto dramático de gran impacto, pero el espectador logra dibujar una sonrisa cuando descubre que esa madre se reencuentra con su hijo cuando ya lo daba por fallecido. Una pequeña alegría dentro de esta tragedia humanitaria que nos hace pensar que el esfuerzo de buscar, acudir presa y vivir en la pena, mereció la pena, al menos por su parte.

En definitiva, aquí encontramos una película que nos hace reflexionar sobre la empatía, la inocencia e ingenuidad, el sufrimiento, la trata de personas, la esclavitud, los campos de refugiados, de cómo los gobiernos y nuestras instituciones europeas gestionan tan mal la inmigración y se pierden tantas vidas en nuestro mar Mediterráneo.

Os animo a verla y me escribáis en los comentarios.

Un saludo y feliz verano, amigxs.

Ocho apellidos catalanes

Ocho apellidos catalanes es una película de Emilio Martínez Lázaro del año 2015 en la que vemos la obsesión de Rafa por las muchachas vascas. Entre tanto, recibe la visita del que iba a ser su suegro, padre de Amaia, para contarle la noticia que su hija va a casarse con un catalán, si antes no consiguen parar la boda. Así que, con este objetivo, ambos emprenden un viaje desde Sevilla hasta Cataluña, y llegan a una reunión que presenta el actual novio, que es artista.
Nos encontramos varios puntos de humor relacionados con los estereotipos de la figura de vasco, andaluz, catalán… Durante un par de días, conviven en la casa de la abuela, que cree la idea de que se va a celebrar la primera boda en una Cataluña independiente del resto de España. Un evento planteado para ser desarrollado con el soborno de algunos vecinos y funcionarios defensores de la patria. Quizás a algunos les parezca una producción un poco comercial, sin más que unas cuantas risas y un tema político actual, pero tenemos una película en la que evolucionan los personajes, como el padre de Amaia, la abuela de Pau, la propia Amaia…, así, no nos encontramos con personajes planos, sino redondos, y actúan de forma que no podemos predecir, porque su postura nos transmite otra forma de hacer las cosas.
Los personajes se tratan desde la mezcla de diferentes idiomas y dialectos, tanto el vasco, catalán, francés, inglés…, así, nos hace reflexionar sobre cómo son capaces de convivir con distintas culturas, ideologías, algo que en la vida real parece complicado como consecuencia de los odios, rencores, intereses personales y políticos, y cuesta llegar a un consenso social. No obstante, en esta ficción parecen entenderse a través del lenguaje del respeto, el cariño, el baile…, unido al amor, ese amor iluso y utópico, propio de las comedias americanas y que en la vida real parece tan difícil de lograr, pero que en esta producción nos atrae, por la posibilidad de sentirnos identificados con los personajes, cercanos a nuestros puntos de vista. Aunque, no se profundiza, al igual que en la vida real por parte de los medios de comunicación, sobre los motivos, del por qué esta autonomía plantea la independencia.
Finalmente, lo que destacaría de esta película es el momento en que la figura del andaluz y la vasca son cubiertos por una bandera catalana. Desde aquí, hasta el final hay una elipsis temporal de unos meses que deberán ver, así como reflexionar sobre lo que hay detrás de los estereotipos, los prejuicios, que nos transmiten ideas preconcebidas de algunos elementos de la realidad, que no nos dejan ver más allá ni ofrecernos la oportunidad de descubrirlos por nosotros mismos, sino que son manejados para moldear nuestra mente.

Desde el punto de vista del lenguaje audiovisual, me parecen muy interesantes las tomas debajo del paso de Semana Santa, que rompen la emoción de los presentes y la tranquilidad del protagonista, cuando es informado de la boda, así como la angulación cenital (desde arriba) de la escena que en Amaia y Rafa bailan en el salón de la casa de la abuela a oscuras.

Sin más, os adjunto el tráiler y espero que reflexionéis sobre la película sin prejuicios.

 

Ocho apellidos vascos

Película española, dirigida por Emilio Martínez-Lázaro,  en el año 2014. Protagonizada por Dani Rovira y Clara Lago.

Rafa es un un sevillano que nunca salió de Sevilla. Una noche de feria se enamora de Amaia, que viaja a la ciudad con sus amigas. Rafa decide abandonar su tierra, y viajar al País Vasco a buscarla, porque en su casa se dejó su bolso, junto a su DNI.  Al encontrarla, ésta se resiste a hablar con el, lo echa de su casa. Rafa sale y tira un cigarrillo a un contenidor. Tras de él, irá la policía a detenerlo y meterlo en prisión. Amaia recibe la visita de su padre, y por no decirle que su novio la abandonó días antes de la boda, busca a Rafa para hacerlo pasar por Antxon. Por lo que, debe hacerse pasar por un auténtico vasco. Por momentos se rinde, y querrá regresar a su tierra. Sin embargo, Amaia contará la verdad a su padre e irá a buscarlo a Sevilla en un coche de caballos y Los del Rio.

Una película que incita, más que analizar el lenguaje audiovisual, a reirse a carcajadas con el protagonista, así como reflexionar acerca de los estereotipos del «vasco» y el «andaluz». Y, cómo el corazón, ignora estos estereotipos, acercando las fronteras.

Adjunto el enlace al tráiler de la película, y os animo a verla si aún no la habéis visto: https://www.youtube.com/watch?v=YfopzNHLp4o